ECONOMíA › ENTREVISTA A AXEL KICILLOF, DURANTE SU VIAJE A CHINA

“El mejor endeudamiento es para ganar competitividad”

El funcionario defendió la política cambiaria y los controles a las importaciones, confirmó que se negocia la renovación del swap con China para darle previsibilidad al comercio y evaluó el respaldo de Estados Unidos a la Argentina en su pelea con los fondos buitre.

 Por Fernando Krakowiak

Desde Beijing

El ministro de Economía, Axel Kicillof, y su par de Planificación, Julio De Vido, se reunieron ayer por la tarde en esta ciudad con Xu Shaoshi, ministro a cargo de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas (CNDR), el máximo órgano de planificación económica de China. El objetivo fue analizar los avances en la cooperación bilateral y las nuevas oportunidades de negocios que se pueden abrir. De hecho, el Gobierno realizará hoy un road show con la intención de buscar financiamiento para 15 grandes obras de infraestructura por 19 mil millones de dólares. Luego del encuentro con el referente chino, ambos funcionarios aceptaron dialogar con Página/12 y otros medios en el imponente Hotel Four Seasons donde se hospeda la delegación argentina. Como De Vido ya había hablado con la prensa la semana pasada en Moscú, en esta ocasión fue Kicillof quien tomó la palabra para defender la política cambiaria y los controles a las importaciones, confirmar que se negocia la renovación del swap con China para darle previsibilidad al comercio y evaluar el respaldo de Estados Unidos a la Argentina en su pelea con los fondos buitre.

–En las últimas semanas se aceleró el ritmo de devaluación, ¿qué se puede esperar de acá en adelante?

Axel Kicillof: –Si usted le pregunta al ministro de China que preside la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas (CNDR) cuál será el tipo de cambio dentro de tres meses, o no lo sabe o no se lo va a decir. Lo mismo pasaría con el titular de la Reserva Federal de Estados Unidos. En lo que respecta a la región, hay muchas monedas que han tenido durante los últimos años una tendencia fuerte a la apreciación debido a la entrada de capitales, y luego enfrentaron fuertes procesos devaluatorios por la salida de capitales provocada por la incertidumbre mundial. Argentina ha tenido en estos diez años una política de administración cambiaria que impidió los saltos bruscos que genera la incertidumbre. Ahora bien, durante todo este tiempo ha habido diferentes ritmos que tienen que ver con muchísimos factores. Es cierto que los argentinos miramos con mucho detalle la cotización del dólar, pero se pierde a veces un cuadro general donde hay una inestabilidad cambiaria muy relevante. Basta mirar a Brasil para ver cómo se aprecia y se deprecia el real, dependiendo de la salida y entrada de capitales, y los combates que ha dado el Gobierno para evitar movimientos bruscos. Nosotros los hemos evitado, pero es muy difícil precisar el futuro cambiario. A pesar de eso, en el presupuesto estimamos un tipo de cambio para el año que viene.

–¿Van a renovar el swap con China?

A. K.: –China planteó que tendría que haber un contacto entre nuestros bancos centrales por la incertidumbre que hay por la terminación de las medidas de incentivo financiero de Estados Unidos. El ministro chino habló de una inestabilidad potencial del valor de las monedas.

–¿Acordaron algún cronograma de reuniones?

A. K.: –Nos pidió que hablaran los bancos centrales, pero no es una inquietud nuestra, ni lo que motivó la visita. Tuvimos esa línea de crédito junto a más de una decena de países y no la usó nadie. Es una línea contingente. No sé quién planteó que esto era una prioridad para la Argentina, pero nosotros seguro que no.

–¿Cuál es la garantía que ofrece un swap?

A. K.: –En 2008, cuando estalló la crisis internacional, se esperaban fuertes oscilaciones de las monedas, en particular del dólar, incluso problemas de liquidez mundial. Entonces China propuso comprar mercancías en monedas locales para garantizar su abastecimiento de alimentos sin pasar por el dólar. Si bien hubo y hay muchas dificultades financieras a nivel internacional, no hizo falta apelar a eso para asegurar las compras de la Argentina a China y de China a la Argentina.

–En los últimos meses, las reservas del Banco Central vienen cayendo. ¿Este tipo de viajes destinados a promover inversiones pueden servir para apuntalar el ingreso de dólares?

A. K.: –Hace tiempo que hay un plan muy importante de cooperación recíproca, donde China ha manifestado y en algunos casos ya está ejecutando importantes inversiones y generando financiamiento. La Presidenta siempre dice que el mejor endeudamiento es el que viene a generar mayor competitividad a través de obras de infraestructura, exportaciones o sustitución de importaciones. Eso no está motivado por la coyuntura sino porque, después de diez años de crecer a tasas promedio del 7,2 por ciento, hay una presión fuerte de la propia industrialización sobre la balanza comercial. En ese sentido, cuanto mayor sea la inversión en infraestructura, tanto en ferrocarriles como en energía, represas o puertos, es mejor porque es parte de nuestro programa de reindustrialización. No se habló en términos de necesidad de divisas sino de proyectos de largo plazo.

–¿En qué proyectos se interesó China?

Julio De Vido: –Analizamos con ellos los proyectos hidroeléctricos, y nos reiteraron su interés por colocar una central nuclear de potencia para generar mayor integración con la Argentina en ese campo. También se conversó sobre el Belgrano Cargas, que va a suponer una inversión china de 2500 millones de dólares.

A. K.: –El Belgrano Cargas es un ferrocarril que se utiliza especialmente para traer toda la producción agrícola del Norte, Noroeste y Nordeste. A nosotros nos beneficia porque es una fuerte inversión, y mejora la logística y la competitividad; y a ellos les asegura el abastecimiento.

J. D. V.: –Ellos se benefician con la comida más barata y nosotros, con las miles de personas que van a trabajar en la obra y en la industria ferroviaria.

–¿Los dólares de las inversiones chinas ingresan a través del mercado oficial de cambios o también hay posibilidad de que lo hagan a través del Baade a un dólar más alto?

A. K.: –Todos los proyectos se hacen a través de aportes a los consorcios empresarios, ya sea desembolsos de capital o deuda financiera, y entran por el Mercado Unico y Libre de Cambios.

–¿La balanza comercial deficitaria con China es una preocupación de la Argentina?

A. K.: –Se habló de la clara complementariedad entre las economías de China y la Argentina. China manifestó que no tiene ningún interés en tener ese superávit. De hecho hay diferentes proyectos de inversión, incluso chinos, que permitirían diversificar en parte el comercio y agregar valor en la Argentina. Es un plan de mediano plazo.

–¿China les formuló algún reclamo por las restricciones que viene aplicando la Argentina a las importaciones a través de las declaraciones juradas anticipadas?

A. K: –Las políticas vinculadas con lo comercial en todos los países están sometidas a medidas de protecciones paraarancelarias, que en el caso argentino son muy pocas. De hecho, la Argentina a veces tiene dificultades para colocar aceite en China y tiene que colocar poroto de soja directamente. Las cuestiones comerciales son constantemente objeto de discusión porque somos clientes y proveedores recíprocos, pero la verdad es que no hay trabas sino sólo algún grado de administración.

–Pero hubo quejas de algunos países por esa administración del comercio a la que califican de proteccionista.

A. K.: –Argentina es un país que, como pasa en cualquier lugar del mundo, cuando crece más que otras economías, la demanda de importaciones crece más que la oferta de exportación. Eso se está viendo este año, en el que las exportaciones crecieron un 4 por ciento, por la retracción de los mercados europeos, y las importaciones un 11 por ciento. Eso empieza a generar tensiones porque nosotros no podemos dejar que se produzca un desbalance muy fuerte en la balanza comercial; pero sobre proteccionismo habría que ir a preguntarles a países europeos que no dejan entrar un solo producto de origen agropecuario.

–¿Hubo algún tipo de reclamo de China sobre las restricciones vigentes para el giro de dividendos?

A. K.: –No, de ninguna manera. Para un jugador tan importante de la economía global, que está pendiente de lo que está pasando en Europa, donde mercados enteros se derrumbaron, y de lo que pasa en Estados Unidos, a partir del riesgo del cese de los planes de estímulos monetarios y sus efectos sobre los mercados cambiarios, la verdad es que esa cuestión no está dentro de su agenda de mediano y largo plazo.

–¿Las autoridades chinas les manifestaron algún tipo de preocupación ante la posibilidad de que la Corte Suprema de Estados Unidos falle a favor de los fondos buitre?

A. K: –En las reuniones que mantuvimos no hablamos de esta cuestión; pero la calificación crediticia de la Argentina por parte de China no está contaminada por estas cuestiones. Ellos ven la fortaleza financiera y económica del país.

–¿Cómo tomó el Gobierno el reciente respaldo de Estados Unidos en la disputa con los fondos buitre?

A. K.: –Nos parece que el juicio en Nueva York tiene efectos sistémicos en lo que respecta a las reestructuraciones de deuda de todos los países, y en particular afecta a esa ciudad como una plaza financiera segura. El gobierno de los Estados Unidos ya había actuado a favor de la posición argentina y ahora lo vuelve a hacer porque considera que ese riesgo los afecta.

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Imagen: Télam
 
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