ECONOMíA › EL JEFE DE GABINETE LE RESPONDIO AL FONDO MONETARIO POR SUS CRITICAS A LA ARGENTINA

Contra los pronosticadores de catástrofes

Capitanich criticó el informe del FMI que recomienda un “ajuste ordenado” y cuestiona las políticas de fomento al mercado interno. “Las sugerencias del Fondo causaron la peor crisis de la historia del país”, recordó el jefe de Gabinete.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, criticó ayer el informe de perspectivas económicas del Fondo Monetario Internacional. El organismo pronosticó una fuerte desaceleración del crecimiento argentino este año, al tiempo que apuntó contra las políticas de expansión del mercado interno, las cuales, según el FMI, explican las tensiones de la economía. Su conclusión fue recomendar al Gobierno hacer “un ajuste ordenado”. Capitanich afirmó que el sesgo ideológico de analistas del Fondo los lleva a predecir catástrofes que nunca ocurren. Además precisó que las proyecciones de la Cepal, el Banco Mundial y Naciones Unidas contradicen las expectativas de “desastre” de la entidad de Christine Lagarde (ver aparte).

“Las recomendaciones del Fondo causaron la peor crisis social, productiva, económica, fiscal y financiera de la historia del país”, dijo el jefe de Gabinete. Anteayer, el organismo internacional sugirió al Gobierno cuál debería ser su curso de acción en materia macroeconómica. “Recientemente se ajustó el tipo de cambio y se elevaron las tasas de interés, pero se precisan modificaciones más importantes de las políticas para evitar un ajuste desordenado”, indicó. A su vez, afirmó que las iniciativas (no convencionales) de control del mercado de cambios, de los precios y del comercio internacional fueron un error, lo cual impactó en la confianza del mercado, al tiempo que potenció las tensiones de la economía en materia inflacionaria y de divisas.

Capitanich dio una respuesta contundente contra la propuesta de ajuste ordenado del organismo. “No le debemos un dólar al FMI, de manera que no puede condicionar el ejercicio de ninguna política económica que tienda a garantizar, como lo estamos haciendo, la inclusión social, el crecimiento de la economía, la generación de empleo y la mayor equidad y distribución del ingreso”, sostuvo. Agregó que “afortunadamente, Néstor Kirchner como presidente tomó una decisión que la ha continuado la presidenta de la Nación (Cristina Fernández de Kirchner), que es tener autonomía en las decisiones de política económica”.

El jefe de Gabinete aseguró que los pronósticos del FMI no coinciden con los de los técnicos de otras instituciones rectoras de la estructura financiera internacional. El organismo que conduce Lagarde proyectó un crecimiento del Producto del 0,5 por ciento este año, cuando para el BID la actividad avanzará 2,8 por ciento; para OCDE, 3,3 por ciento; para el Banco Mundial, 2,8 por ciento; para la ONU, 3 por ciento, y para la Cepal, 2,6 por ciento. A diferencia del rol negativo que le asigna el Fondo a la participación del Estado en la economía, estas entidades aseguraron que el Pro.Cre.Ar (plan de crédito subsidiado de la Anses para la construcción de viviendas) y el programa de acuerdo de precios serán importantes para el desempeño de la economía local.

Además de cuestionar las recomendaciones y las proyecciones del documento del FMI, Capitanich precisó que la institución no cumplió con su tarea principal de coordinación y regulación del sistema financiero internacional. “La verdad es que en su rol más importante, que debería haber sido apoyar el proceso de reestructuración voluntaria de deuda que Argentina ha liderado, no hizo absolutamente nada. Esto se debió a la imposición y presión de banqueros y de los fondos buitre”, aseguro el jefe de Gabinete. Recordó que en el proceso de desendeudamiento argentino, 93 por ciento de los acreedores aceptaron de forma voluntaria ingresar en los canjes con quita de deuda de 2005 y 2010. También apuntó que los buitres no son poseedores originales de la deuda argentina, que solamente representan al uno por ciento de los acreedores y que accionaron judicialmente en contra de la Argentina, alterando los principios de reestructuración soberana de la deuda.

El funcionario no ahorró metáforas para cuestionar la falta de coherencia del Fondo. “Prometen primaveras irrenunciables que nunca llegan e inviernos implacables que nunca fallan”, cerró Capitanich, aludiendo a una frase del intelectual peronista John William Cooke.

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“No le debemos un dólar al FMI, de manera que no nos puede condicionar”, dijo Jorge Capitanich.
Imagen: Jorge Larrosa
 
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