ECONOMíA › NEGOCIACION AUTOMOTRIZ EN BRASIL

Mejor de a dos

Ambos países buscan respuesta conjunta a las dificultades en el sector, ante la caída en la producción y el comercio bilateral.

Con la fuerte caída de la producción y las suspensiones de personal por parte de las empresas como telón de fondo, los gobiernos de la Argentina y Brasil mantuvieron una reunión en la ciudad de Brasilia para analizar la situación del sector automotor. La agenda coyuntural, que preocupa a ambas administraciones, convive con una de mediano plazo, en la cual sobresale la negociación por definir las pautas de una nueva política automotriz del Mercosur. Allí, el objetivo argentino es equilibrar la balanza comercial bilateral y mejorar la integración de partes locales en los autos fabricados a nivel regional. Participaron del encuentro funcionarios de los ministerios de Industria y Economía, y también representantes del sector privado: terminales automotrices, autopartistas y concesionarios.

En la Argentina, según fuentes sindicales, alrededor de 12 mil trabajadores del bloque automotor están bajo algún régimen de suspensión (ver aparte). Ese tipo de medidas está siendo tomada por las terminales y los autopartistas para no acumular stocks ante un escenario de fuerte retracción de las ventas, según la versión que ofrecen las propias empresas. La baja de la producción acumulada en los primeros cuatro meses del año es del 17,9 por ciento respecto de 2013, tanto por la retracción de las ventas internas como de las exportaciones, cuyo primer destino es Brasil. Precisamente, en el país vecino la situación es parecida. El gobierno argentino analiza reducir el costo financiero para la compra local de autos, de modo de impulsar una reactivación del sector.

Ayer, en Brasilia, Heloisa Guimaraes Menezes, funcionaria del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, recibió al secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Bianco; el secretario de Planeamiento Estratégico Industrial, Horacio Cepeda, y la subsecretaria de Coordinación Económica y Mejora de la Competitividad, Mariana González. También participaron representantes de Adefa (automotrices), AFAC (autopartistas) y Acara (concesionarios).

El gobierno argentino busca que las empresas equilibren el comercio bilateral, que en la actualidad arroja un déficit anual para la economía local de 2400 millones de dólares, que se compone de un superávit de la Argentina en autos terminados por 300 millones y de un rojo en autopartes de 2700 millones de dólares. También se negocia que Brasil financie, a través del BNDS o de un pool de bancos privados, a las terminales argentinas para que compren autopartes brasileñas por unos dos mil millones de dólares.

Para avanzar en cuestiones que exceden a lo estrictamente comercial, como por ejemplo la política industrial de integración de partes locales de cada país, los gobiernos acordaron la creación de un grupo de trabajo con representantes públicos y privados. Una de las propuestas del gobierno argentino es conseguir en la negociación bilateral de la política automotriz un mínimo de partes nacionales para los autos considerados regionales. Se espera, por esa vía, reducir en alguna medida el abultado déficit comercial que el sector genera.

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Equilibrar el comercio y mayor integración de partes, el objetivo.
Imagen: EFE
 
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