ECONOMíA › OPINION

El tren de la historia

Por Julio Alak *

La Plata está de fiesta y con razón. Siente que a sus puertas, y a las de todo el país, vuelve a pasar el tren de la oportunidad argentina. La metáfora no es casual. En el siglo XIX el tendido de las redes férreas fue el motor más poderoso del crecimiento argentino.
Es verdad que el tejido de esas redes obedeció al diseño de un modelo agroexportador. Pero en silencio, al costado de ese tendido de hierros y rieles, se fueron articulando pueblos y colonias de criollos e inmigrantes. En cada estación construida se sembraba una semilla de la Argentina nueva. El tren fue así agente socializador y vehículo integrador. Ahora, gracias a la gestión conjunta del Estado nacional y la inversión privada de un grupo francés, celebramos la reapertura de los talleres ferroviarios de Los Hornos.
No se trata de una mancha en el océano, ni de una ingenua actitud voluntarista para llamar la atención de los medios. Es parte de un plan que aspira a consolidar la reconstrucción productiva de la Nación. Está claro que, además de los argentinos que perdieron desde la dignidad hasta sus empleos, el ferrocarril fue una de las mayores víctimas no deseadas de los veinte años en democracia. De los 54 mil kilómetros de vías que cruzaban el país, apenas si quedaron algo más de 7 mil.
Durante los ‘90 la Argentina achicó y deterioró la mayor parte de su servicio de trenes. Mientras el país se hundía en la ficción sin retorno de la convertibilidad, y veneraba con obsecuencia la apertura indiscriminada de la economía y la desregulación en beneficio de unos pocos, la red de pasajeros se achicaba. Colapsaban las líneas de carga, se reducía el personal y los pueblos sin trenes languidecían de a poco, rumbo a una decadencia irreversible.
Hoy el gobierno del presidente Kirchner quiere dar vuelta la página para recuperar el tren de la historia. Hay un plan: la reconstrucción de las vías troncales, la reapertura de talleres ferroviarios como el de Los Hornos, la reparación de locomotoras y coches de pasajeros y la reactivación de los antiguos y queridos ramales que unían ciudades y pueblos de la Argentina profunda.
Hoy vemos que “El Gran Capitán” llega de nuevo a Misiones. Vemos a los obreros trabajando en los talleres de Tafí Viejo, en Tucumán, y pronto los veremos en nuestro barrio de Los Hornos. Nos enteramos de que unas tres mil personas estallaron un mes atrás en aplausos cuando un convoy ingresó a la estación del Ferrocarril Mitre de la ciudad de Santa Fe. Hacía once años que no llegaba allí ningún tren de pasajeros proveniente de Buenos Aires. En nuestro querido suelo bonaerense hasta ahora se han reinaugurado los servicios desde la Capital Federal a General Alvear y Daireaux. Y en poco tiempo más veremos correr servicios a Navarro, San Pedro, Pergamino, Olavarría y Carhué. Empezamos a vivir el fin de una etapa de olvido y desidia. El tren de la historia ya está en marcha. No lo dejemos pasar una vez más.

* Intendente de la ciudad de La Plata.

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