ECONOMíA › PRAT-GAY DIJO QUE CONVOCARá EN ENERO A UN “ACUERDO ECONóMICO Y SOCIAL AMPLIO”

Tensiones por los costos del ajuste

El ministro de Hacienda sostuvo que buscará acercar posiciones entre gremios y empresarios, pero si no lo logra advirtió que “tenemos las herramientas para que las cosas se encaminen”. Los sindicatos incrementan la presión.

“Vamos a empezar a discutir con organizaciones gremiales y empresarios de qué manera vamos a ir transitando el verano, en materia de un acuerdo económico social amplio que va a convocar el presidente Mauricio Macri”, señaló ayer el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, durante una conferencia de prensa brindada en la cumbre de ministros de Mercosur en Asunción. El funcionario reiteró su compromiso de avanzar con “un programa fiscal ordenado y coherente con las metas de inflación” y dijo que si gremios y empresarios no se ponen de acuerdo “tenemos las herramientas para que las cosas se encaminen”. Desde los sindicatos, respondieron que no convalidarán una pérdida del poder adquisitivo.

El objetivo del gobierno de Macri es evitar que la devaluación concretada el jueves dispare una carrera de precios contra salarios, pues en pocos meses se volvería al punto de partida. No será fácil acercar a las partes porque los empresarios ya vienen remarcando precios desde hace varias semanas, anticipándose a la devaluación que Macri había prometido en campaña, mientras que los sindicalistas dejaron en claro que no están dispuestos a quedarse de brazos cruzados frente a la licuación del poder adquisitivo de su salario. La primera reacción de las centrales obreras fue reclamar un bono de fin de año para el conjunto de los trabajadores, más allá de lo que pueda conseguir cada sector, algo que fue descartado por el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y por el propio Prat-Gay. Además, más allá de la pelea por el bono, los gremialistas fijarán un piso alto para las próximas paritarias, sobre todo tomando en cuenta la aceleración de la inflación registrada entre noviembre y el mes actual.

Para desactivar el conflicto el gobierno ya adelantó que les exigirá a los empresarios retrotraer los precios al 20 de noviembre, ya que habían comenzado a aumentar luego de la primera vuelta electoral del 25 de octubre y lo siguieron haciendo después del triunfo de Macri el domingo 22 de noviembre. Sin embargo, no le será fácil lograr ese objetivo porque al mismo tiempo se insiste en qué viene una etapa de menores controles y más libertad empresaria. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, aseguró la semana pasada que ellos no son patoteros, pero que igual tienen herramientas para tratar de que la situación no se desmadre. Ayer Prat-Gay insistió con lo mismo. “Lo que empezó el 10 de diciembre es otra manera de relacionarse con la sociedad, basada en el diálogo más que en la extorsión, pero cuando no funciona el diálogo tenemos las herramientas para que las cosas se encaminen”, advirtió.

La carne y los derivados de la harina son los alimentos que más subieron en las últimas semanas y no queda claro con qué herramientas el gobierno podría, por ejemplo, hacer retroceder los precios de la carne teniendo enfrente a un sector complejo donde conviven productores, matarifes, consignatarios, carniceros y supermercados, los cuales se pasan la pelota unos a otros cuando se intenta identificar quienes son los responsables de las subas.

En ese contexto de suba de precios, tampoco será sencillo contener los reclamos sindicales. “Si el gobierno decide no otorgar el bono de fin de año, en enero, en este llamado al diálogo social no nos vamos a limitar a discutir precios y salarios sino que también vamos a llevar ese punto para que sea cumplido y si no se lo hace va a ser una paritaria muy dura en todos los sectores de la actividad económica y la actividad pública”, aseguró ayer Sergio Palazzo, secretario general de La Bancaria, en declaraciones a Radio América.

–¿Cuál debería ser el bono para llegar a una paritaria más tranquila? –le preguntaron.

–El Estado debería fijar un monto entre los 4000 y los 5000 pesos.

Palazzo aseguró también que “si el acuerdo social se limita a precios y salarios, entonces no cuenten con nosotros”. “El acuerdo social tiene que contemplar discutir una reforma tributaria, seguridad y educación y también en la espalda de quién cae el esfuerzo de este acuerdo social porque ahora ha habido una transferencia fenomenal de recursos con la devaluación y al único al que el salario le alcanza menos es al trabajador”, sostuvo.

Palazzo también dejó en claro que no está dispuesto a aceptar las subas de precios que se produjeron durante los últimos meses del kirchnerismo con el argumento de que fueron responsabilidad de esa administración. “Es un falso debate si la suba de precios es de Cristina o es de Mauricio por la devaluación. El Estado no vende productos, el sector empresario es el que ha subido los precios. Los gobiernos toman mejores o peores medidas, pero la inflación la generan los formadores de precios”, remarcó.

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Prat-Gay dijo que avanzará con “un programa fiscal ordenado y coherente con las metas de inflación”.
Imagen: Télam
 
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