ECONOMíA › BRASIL INTENTA UNA APERTURA TOTAL DEL COMERCIO AUTOMOTOR BILATERAL PARA SALVAR SU PROPIA CRISIS

Una relación de difícil equilibrio

Brasil y Argentina retoman la negociación sobre la administración del comercio automotor. La propuesta brasileña de apertura va en línea con la postura del gobierno argentino, pero sería altamente perjudicial para la industria local.

 Por Javier Lewkowicz

De cara a una nueva negociación automotriz entre Argentina y Brasil, el país vecino recurrió a la vieja táctica de golpear y después negociar. En un contexto de bajo dinamismo en ambos mercados, el ministro de Industria y Comercio, Armando Monteiro, afirmó a un diario brasileño que pretende avanzar hacia el libre comercio con Argentina, lo que rompería el esquema de comercio administrado vigente desde mediados de los 90. Si bien la vocación liberal del gobierno de Mauricio Macri es explícita, los actores del sector automotor no quieren por ahora la apertura total y por eso se pedirá sostener el sistema de control sobre el déficit bilateral. Mañana y el viernes tendrán lugar las reuniones entre ambas administraciones, en donde también se analizarán el resto de los sectores industriales. Ayer la planta cordobesa de Volkswagen anunció la suspensión de 130 trabajadores por caída de sus mercados de exportación (ver aparte).

Brasil está en una profunda crisis económica y busca aliviar la situación con mayores ventas a los países vecinos. Con esa idea firmó en diciembre un acuerdo de libre comercio automotor con Uruguay. “Es un marco que debería ampliarse a todo el Mercosur. Debemos caminar hacia el libre comercio en el sector automotor dentro del Mercosur, las condiciones están dadas”, dijo Monteiro al diario O Estado de Sao Paulo, y adelantó que esa propuesta será presentada en una reunión que tendrá lugar mañana y el viernes en Buenos Aires frente al ministro de Producción, Francisco Cabrera. Luiz Moan, presidente de General Motors Brasil y de Anfavea, que reúne a las automotrices radicadas en Brasil, también se manifestó a favor de un acuerdo de libre comercio.

La vocación liberal del gobierno de Mauricio Macri no está puesta en duda. No bien asumió, afirmó su compromiso para avanzar hacia la firma del acuerdo de liberalización comercial entre Unión Europea y el Mercosur e incluso se mostró a favor de la integración del país a la Alianza del Pacífico, que comercia libremente con los Estados Unidos. Sin embargo, en el caso automotor el escenario luce complicado para la apertura total.

En primer lugar, los propios actores del sector, particularmente las filiales locales de las terminales automotrices, no quieren por ahora la apertura comercial total con Brasil. “Ellos tienen vigente el Plan Innovar, de estímulo a su sector automotor, que no contempla a buena parte de la industria argentina. Mientras eso esté vigente, o sea, al menos hasta el 31 de diciembre de 2017, Argentina tiene que pedir que se mantenga el comercio administrado. Este año el mercado de Brasil va a caer muy fuerte en todos sus segmentos, así que no hay posibilidad de crecer para nosotros en un escenario de desregulación comercial”, dijo a este diario el referente de una automotriz radicada en el país.

Tampoco los autopartistas están interesados en la liberalización. “Una apertura del comercio significaría a corto plazo una concentración de inversiones en Brasil para proveer el mercado argentino desde allá. Es fundamental mantener el equilibrio de las inversiones, sin eso se muere cualquier capacidad exportadora”, indicaron a Página/12 fuentes de AFAC.

Esta discusión tiene lugar porque el 30 de junio vence el acuerdo del mercado automotor entre Argentina y Brasil, en donde rige un coeficiente flex recíproco de 1,5 dólar. Ese número implica que Argentina puede importar hasta 1,5 vez la cantidad de dólares que exporta a Brasil sin que apliquen los aranceles al comercio exterior. En los hechos, supone que el déficit comercial bilateral en contra de la Argentina está controlado, tiene un techo. Se espera que este año el rojo comercial bilateral en el sector automotor esté en el orden de los 2200 millones de dólares.

Brasil golpeará y luego negociará. Pedirá incluir en la agenda bilateral más explícitamente el objetivo del libre comercio y mientras tanto buscará elevar el flex (incrementar la diferencia entre exportaciones e importaciones), mientras que Argentina querrá reducirlo. Mañana y pasado los ministros Monteiro y Cabrera tendrán su primer encuentro para negociar el comercio automotor y analizar la marcha el resto de los sectores de la economía.

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Las terminales locales reclaman que se mantengan las reglas del comercio administrado.
Imagen: Télam
 
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