“Nunca pensé que iba a ser separada del cargo”, afirmó ayer Graciela Bevacqua, desplazada por el Gobierno de la dirección técnica del Indec porque se negaba a acelerar los plazos para volver a difundir los indicadores de inflación. La ahora ex directora técnica del organismo consideraba necesarios al menos ocho meses para volver a publicar esas cifras, mientras que el jefe de Gabinete, Rogelio Frigerio, anunció que estarían listas en dos meses. Tras la salida de Bevacqua, el titular del organismo, Jorge Todesca, cumplió el mandato político de Frigerio y adelantó que los datos de inflación podrían conocerse en el segundo trimestre. Así cedió a las presiones del Ejecutivo para que se aceleren los tiempos para dar a conocer las cifras del Indice de Precios al Consumidor (IPC). El titular del ente estadístico reconoció que las tensiones con Bevacqua venían desde hacía varios días y que su función como funcionario es “ser sensible a las urgencias del Gobierno”.

La remoción de Bevacqua de la dirección técnica del Indec coincide con el inicio de las discusiones salariales, a las que el Gobierno pretende encorsetar entre 20 y 25 por ciento. Sin embargo, las estimaciones de inflación realizadas por los entes estadísticos de la Ciudad de Buenos Aires y San Luis, que el propio Todesca junto a Bevacqua presentaron como sustitutos idóneos, exhibieron una fuerte aceleración en los precios. Estos números dificultan el objetivo de poner techo a las paritarias como pretende el gobierno de Mauricio Macri, con lo que se busca ahora acelerar la salida de un índice oficial más en línea a las expectativas oficiales. En enero el IPC porteño arrojó un alza 4,1 por ciento, mientras que en diciembre pasado había sido de 3,9.

Las urgencias políticas del Gobierno no coincidieron con el esquema técnico que pretendía Bevacqua, quien había informado que se requerían al menos ocho meses para volver a difundir la tasa de inflación. Esto provocó que, a menos de dos meses de haber asumido, fuera removida del cargo. “Estaba preocupada por la urgencia política, pero me sentí parte del Gobierno respecto de que quiero que todas las cosas salgan bien. Era una buena posibilidad para reconstruir las estadísticas públicas de una buena vez”, aseguró ayer Bevacqua. “En la comunidad estadística hubieran esperado que nosotros tardáramos entre seis y doce meses, que es lo mínimo. En algún momento me preguntaron y yo dije ocho meses, intentando acortar al máximo los plazos”, agrego. Pero ese acortamiento no fue suficiente para Frigerio, quien impulsó su salida y su reemplazo por Fernando Cerro, un economista de confianza del jefe de Gabinete.

Bevacqua comparó este desplazamiento con el que vivió en 2007 por parte del entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. “Son cosas distintas, pero parecidas. Moreno tenía un objetivo claro y siempre lo dijo de frente. En ese caso, sólo me desplazó Todesca”, aseguró, sin negar que el titular del Indec no tenga ahora el mismo objetivo que Moreno con los índices.

Todesca, quien antes había respaldado la necesidad de rever todo lo realizado en el organismo, se mostró confiado en que algunos indicadores podrían publicarse en próximas semanas. “Cuando este fin de semana vi el calendario de publicaciones, tenía el 25 por ciento de estas listas para salir y no de manera completa, para agosto, lo que significa que la emergencia estadística no terminaba en diciembre”, explicó el funcionario en declaraciones radiales. “Como funcionario tengo la obligación de ser sensible a las urgencias de la sociedad y del Gobierno”, afirmó Todesca, que volvió a cargar contra la directora despedida por haber anunciado de manera inconsulta el plazo de ocho meses. “La cuestión de los plazos cobró una importancia grande”, agregó. La importancia a la que se refirió Todesca tiene que ver con la necesidad del Gobierno de generar expectativas de una pauta inflacionaria para este año no mayor a 25 por ciento.

Pese a que se pretende reemplazar el apagón estadístico por apresuramiento estadístico, Todesca sostuvo que la credibilidad de los datos que vayan a informarse no se verá afectada. Víctor Becker, ex director de Estadísticas del Indec, calificó de “muy poco transparente” el desplazamiento de Bevacqua del organismo oficial. “Discrepo profundamente con la alternativa que planteó en su momento Bevacqua. Pero acá el tema es quién le aceptó la propuesta, y dos meses después la desautoriza. Encima con un mecanismo de desplazamiento muy poco transparente y con hechos muy llamativos, como que el que informa que va a salir el nuevo índice de precios (en 60 días) es el ministro del Interior”, sostuvo Becker en declaraciones radiales. “La pregunta es: ¿el Indec pasó a estar intervenido ahora por el ministro del Interior?”, concluyó.

Al respecto, Marco Lavagna, diputado por el Frente Renovador, consideró que “reconstruir las estadísticas y el Instituto iba a llevar tiempo”. “El plazo para hacer un índice nacional creíble, de buen relevamiento, seguramente iba a tardar ocho meses. Graciela Bevacqua era una técnica de reconocimiento internacional, indiscutible, que yo lamento mucho que la hayan apartado”, agregó el hijo del ex ministro de Economía. “La duda que uno podría haber planteado es que el Indec podría haber hecho algún índice en el mientras tanto, provisorio; que tuviéramos datos oficiales. Pero la reconstrucción de un Indec serio iba a tardar su tiempo. Había que esperar esos tiempos”, coincidió Lavagna.