ECONOMíA › EL DOLAR TOCO LOS 3,10, PARA CERRAR
A 3,08, SIN INTERVENCIONES DEL BANCO CENTRAL

Faltó a la cita el principal protagonista

La autoridad monetaria no participó ayer en el mercado cambiario, desorientando a los operadores. El billete pegó un saltó pero al final terminó ofrecido, como adelanto de lo que puede pasar la semana próxima.En el BC esperan más ventas de los exportadores.

 Por Claudio Zlotnik

Como si le alcanzara con el envión de las últimas jornadas, la cotización del dólar siguió subiendo sin necesidad del impulso del Banco Central. Ayer, la autoridad monetaria se corrió del mercado y, no obstante, la moneda estadounidense trepó otros dos centavos: cerró a 3,06 pesos para la compra y 3,08 para la venta en las casas de cambio. Un nivel similar al que mostraba el 18 de marzo del año pasado. En la semana subió nueve centavos.
La conducta del Central confundió a los operadores. Esperaron hasta último momento que la autoridad monetaria saliera a comprar dólares. Es por eso que en los minutos finales de las operaciones, la cotización –que llegó a los 3,10 pesos en algunas agencias– finalmente aflojó. Frente a este panorama, en la city esperan que el lunes aumenten las liquidaciones de los exportadores y el dólar baje un par de centavos.
El Banco Central tomó la decisión de dejar de intervenir en el mercado para sorprender a los financistas. En la autoridad monetaria no quieren que los operadores infieran sus movimientos. Como habitualmente el BC modifica su estrategia cambiaria a inicios de la semana, esta vez se anticipó y quebró esa regla. Los funcionarios se juegan a que el “factor sorpresa” impida que los operadores adivinen cada jugada del Central y “jueguen todos del mismo lado”, tal como definió un funcionario.
En el Gobierno se mostraban satisfechos con la suba del dólar. Fundamentalmente porque quedó expuesto que el tipo de cambio flotante puede servir como herramienta frente a determinados shocks. Ayer en el Palacio de Hacienda admitieron que los movimientos obedecían a las siguientes causas:
- Perspectivas de menores ingresos de divisas por la caída en el precio de la soja y de los cereales.
- La depreciación del real. Ahora la relación entre el peso y la moneda brasileña quedó empatada.
- Un costo superior al estimado de la crisis energética. En total serían alrededor de 2500 millones de pesos.
“Frente a este panorama, la depreciación del peso era obvia. Había que hacer un reacomodamiento. Pero son movimientos sanos. Si tuviéramos un tipo de cambio fijo se acumularían presiones ante el cambio de contexto internacional. Ahora podemos ajustar sin que haya sobresaltos”, explicó a Página/12 un funcionario de alto rango.
La fuente consultada, a su vez, descartó un impacto inflacionario por la suba del dólar. Negó que ello pueda producirse en caso de que el dólar se mantenga en torno de los valores actuales, y recordó que los precios se formaron con un dólar en 3,60/3,70 pesos.
Ni en Economía ni en el Banco Central quisieron aventurar cómo continuará la película del dólar. Los funcionarios se niegan a mostrar las cartas. Mientras tanto, en la city existen algunas convicciones al respecto. La principal, que al quebrar la barrera de los 3 pesos, el dólar se asentó sobre un nuevo piso. Y que la nueva banda de flotación se ubicará entre 3,05 y 3,10 pesos, al menos en el corto plazo.
Hace un año ocurrió un fenómeno similar al de la última semana. Esa vez, el dólar picó de 2,80 a 2,98 en apenas diez días. Cuando reaparecieron los exportadores vendiendo sus divisas, el dólar retrocedió a 2,91. En la city no descartan que ahora ocurra lo mismo: que las cerealeras incrementen sus liquidaciones a partir de pasado mañana, aprovechando el dólar alto. Para algunos analistas, el hecho de que el Central dejó de intervenir ayer significa que no quiere una paridad por encima de los 3,10 pesos.
El escenario más probable que arriesgan en el microcentro es que habrá un gradual aumento del tipo de cambio, a medida que a los operadores les quede claro que se reducirá el superávit comercial con una salida de capitales más bajo que en el pasado, pero constante. En ese sentido, la consultora MVA Macroeconomía resaltó en su último informe que el superávit comercial se contrajo de 6900 millones de dólares en el segundo trimestre de 2003 a 4400 millones en igual período de este año. Mientras tanto, la fuga de divisas del sector privado menguó de 740 a 600 millones. Estas son las variables que los economistas empiezan a seguir de cerca para estimar el precio futuro del dólar.

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El Banco Central tomó la decisión de dejar de intervenir en el mercado para sorprender a los financistas.
 
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