ECONOMíA

En dos años, Argentina debería importar crudo

Al tiempo que Uruguay busca confirmar la existencia de gas en su plataforma continental y Brasil se consolida como exportador neto de petróleo, Argentina va agotando sus reservas y en dos años pasaría a ser importador.

 Por Raúl Dellatorre

Al ritmo de la violenta suba del precio del crudo, el mapa energético de la región comienza a mostrar rápidas mutaciones. Petrobras acaba de presentar sus resultados del primer semestre revelando que se ha consolidado como exportadora de crudos y derivados, con una producción superior a los 2 millones de barriles diarios. Uruguay se lanza a la búsqueda de contratar el estudio de sísmica sobre un reservorio de gas metano en la plataforma continental que, según los primeros indicios, podría contener en sus entrañas unos siete billones de metros cúbicos del fluido: siete veces las reservas comprobadas y probables de la Argentina. Mientras tanto, Argentina sigue consumiéndose sus reservas petrolíferas y las exporta sin reponer con nuevos descubrimientos, lo que permite prever que, no más allá de 2007, el país volvería a ser importador.
Paradojas de la escasez petrolera: mientras el incremento del precio alienta la exploración y explotación en áreas antes no consideradas económicamente viables, como ocurre en Brasil y ahora en Uruguay, en Argentina el fenómeno atrajo empresas internacionales que lo que hicieron fue apurar la extracción para aprovechar el buen momento del mercado. Desde el lado del Gobierno, sólo se atinó a incrementar fuertemente las retenciones para poder arañar parte de la súper renta. Pero en materia de exploración, poco se ha hecho fuera del anuncio de creación de Enarsa.
Así, mientras sus vecinos se acercan a la resolución de sus problemas de abastecimiento energético, Argentina avanza hacia una nueva dependencia del petróleo importado y vuelve a necesitar de Bolivia para abastecerse de gas. Y un país como España, sin reservas petroleras, logró convertir a su empresa Repsol en una potencia mundial gracias a las reservas argentinas. Petrobras es la contracara de la política argentina en materia de hidrocarburos. La empresa brasileña abrió su capital a la participación privada, pero jamás cedió el control y gestión del negocio. Al cierre del segundo trimestre, su producción de crudo en dominios brasileños alcanzó a 1,90 millones de barriles diarios en promedio, pero adicionándole lo que extrae en otros países (incluido el equivalente en gas), llega a 2,28 millones de barriles diarios, volumen que la ubica entre las mayores petroleras mundiales. “Por primera vez en nuestra historia fuimos exportadores netos, con 20.000 barriles diarios, incluyendo las importaciones de gas provenientes de Bolivia”, observó el presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, en el informe trimestral de la compañía. Ancap también apunta como objetivo a ser instrumento de la independencia energética de su país, propósito que marca un claro contraste con las intenciones del anterior gobierno uruguayo. Un descubrimiento logrado casi por casualidad puede resultar el gran disparador de esta estrategia. La posibilidad de la existencia de una reserva de gas a 100 millas de la costa uruguaya, extendida por debajo de una superficie sobre el mar de alrededor de 7000 kilómetros cuadrados, despierta entre los orientales las más ambiciosas fantasías. Por su ubicación, en línea hacia el sudeste desde Cabo Polonio, su extensión no caería muy lejos de la plataforma continental argentina.
“Fue un descubrimiento casual”, contó a Página/12 Raúl Sendic, vicepresidente de Ancap (hijo del mítico jefe guerrillero tupamaro del mismo nombre). “La Armada contrató un barco ruso y a un instituto geofísico alemán para hacer el relevamiento del talud continental, y por casualidad detectó lo que podría ser un reservorio de gas metano en la plataforma continental”, describió. “Está a unas 100 millas de la costa, en la cuenca de Punta del Este, en una extensión paralela a una línea sobre la costa desde Punta del Este a Cabo Polonio”, precisó Sendic.
Aunque todavía no hay más que estimaciones, el número dos de Ancap indicó que “se está hablando de volúmenes importantes, algunos calculan que podrían ser unos siete billones de metros cúbicos”, aunque advirtió que habrá que dar varios pasos antes de tener alguna precisión. “Vamos a contratar nosotros los estudios de sísmica; hoy estuvimos reunidos con gente de Petrobras, en un encuentro que estaba previsto desde antes. Hablamos del tema, pero ellos no tienen sísmica, probablemente podrían participar en una etapa posterior, en la exploración y explotación, en lo que tienen una experiencia importante. Pero para eso falta”, explicó Sendic.
Uruguay viene padeciendo la insuficiencia de abastecimiento de gas por las restricciones aplicadas a las exportaciones argentinas. “Necesitamos unos 600 mil metros cúbicos por día y estamos recibiendo la mitad”, puntualizó, pero a partir de esta posibilidad de obtener gas en la plataforma continental –señaló Sendic–, “se abre una nueva perspectiva”. Sin dudas. Para la región también. Lástima que Argentina entre de contramano.

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