Durante el último mes, las principales cerealeras internacionales que operan en la Argentina se apresuraron a declarar exportaciones de soja y sus derivados para evitar que la suba de las retenciones impacte en sus beneficios. Una denuncia del diputado Claudio Lozano estimó en 375 millones de dólares el monto que se ahorrarán las multinacionales por haber declarado ventas al exterior por anticipado.

La maniobra de las principales cerealeras, entre las que se encuentran Dreyfus, Cargill, Bunge y ABM, pudo concretarse debido a que el Gobierno nunca clausuró el registro de exportaciones, a pesar de que se estaba evaluando un aumento en las retenciones. En su denuncia ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, Lozano hace referencia directamente a una supuesta “connivencia” entre las compañías y funcionarios del Gobierno.

En medio de las versiones de que se aplicaría un ajuste impositivo, las empresas tomaron el atajo de anticipar declaraciones de exportaciones antes de que se concretaran. Según la denuncia, en total se declararon 18,8 millones de toneladas: 8,6 millones de porotos de soja, 8,2 millones de pellets de soja y casi 2 millones de aceite de soja.

De este total, las cerealeras sólo habían conseguido, y fijado precio, en el mercado por 4,6 millones de toneladas. O sea, quedaron alrededor de 14,2 millones de toneladas que fueron anotadas en el registro, pero que ni siquiera fueron adquiridas por las exportadoras a los productores.

Al precio actual de la tonelada de soja, de 352 dólares, los compromisos de venta de las exportadoras que no serán afectados al incremento de las retenciones tienen un valor global de 5007,2 millones de dólares. Como en el caso de la soja esa suba resultó de 7,5 puntos, el beneficio neto para las compañías rondará los 375 millones de dólares. Según la denuncia, durante el último mes, las exportadoras concretaron la mitad de las declaraciones que ahora quedaron bajo la lupa.

La especulación, incluso, es que habría una ganancia adicional para las grandes empresas: lo más probable es que cuando vayan a comprar la mercadería a los productores les paguen un precio inferior, ya que les descontarán el aumento que registraron las retenciones. Esta súper ganancia de las exportadoras pudo haberse evitado si el Gobierno cerraba el registro de las exportaciones con antelación al anuncio.

El incremento de los derechos de exportación fue anunciado por el Gobierno anteayer, ante la disparada de los precios internacionales de la soja, el trigo y el girasol. En el caso de la soja, el incremento fue del 27,5 al 35 por ciento, mientras que los de harina, aceite y pellets pasaron de 24 a 32 por ciento.