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El Gobierno y los bancos mostraron su fórmula para abaratar créditos

Néstor Kirchner encabezó el acto de anuncio de una fuerte caída en los costos de los préstamos al consumo y a la producción. Habrá financiamiento con tarjetas a tasa cero a 24 meses. Los bancos se encargarán de implementar las medidas. Dudas sobre su alcance.

 Por David Cufré

“La economía va a volar con estos créditos”, pronosticó una alta fuente del Gobierno luego del anuncio de un acuerdo con los bancos para el otorgamiento de préstamos al consumo y a las pymes a tasas reducidas. Los principales ejecutivos de las entidades financieras se sumaron al discurso oficial. El presidente Néstor Kirchner les retribuyó con un reconocimiento a su “esfuerzo”. “La asociación de bancos es parte de la sociedad y no su enemigo”, definió, en el acto que compartió con los banqueros en Casa Rosada. Luego sostuvo que este entendimiento servirá para “bajar las expectativas inflacionarias”. La efectividad de la medida se verá en los próximos días, cuando los bancos empiecen a implementarla. En sus manos quedará el manejo de la letra chica y ahí el alcance de las promociones podría ser bastante más limitado de lo que se anticipa.

El acuerdo da un margen importante a los bancos para determinar cómo llevarán al público las nuevas líneas de financiamiento. El convenio define globalmente cinco puntos:

- Préstamos al consumo: tasas del 12 por ciento anual en pesos.

- Préstamos a la producción: tasas del 9 por ciento anual en pesos para capital de trabajo, contra la presentación de documentos a cobrar como garantía.

- Tarjetas de crédito: los bancos financiarán las compras a tasa cero en operaciones a 12 o 24 meses, según la política de cada entidad.

- Reducción de tasas generalizada: todas las líneas, tanto para la producción como para el consumo. Los bancos definirán las nuevas tasas en función de sus operatorias específicas, del tipo de crédito, el plazo, la moneda y el riesgo crediticio.

- Las entidades financieras no generarán ningún costo, comisión o gasto adicional a los existentes.

Así lo dice el comunicado del Ministerio de Economía con la reproducción del acuerdo, que firmaron el presidente de la asociación de bancos de capital nacional (Adeba) y titular del banco Macro, Jorge Brito; su par de la banca extranjera, Mario Vicens, y la presidenta de la cámara de bancos públicos y cooperativos y jefa del Banco Nación, Gabriela Ciganotto. Es decir, la banca en su totalidad adhirió al convenio.

La contrapartida fue una batería de medidas que adoptó el Banco Central para proveer financiamiento barato a las entidades financieras, a fin de que puedan represtar esos fondos a empresas e individuos. Entre otras, se llevó de 2000 a 3000 millones de pesos el monto disponible de la línea de pases activos a tasa fija, se alargó su plazo de 30 a 60 días y se habilitó el acceso de los bancos a financiamiento de corto plazo –un día– al 9,75 por ciento anual. Según las autoridades, este paquete es el que asegura el éxito del acuerdo.

Los bancos adelantaron que los préstamos al consumo al 12 por ciento anual y los créditos a las pymes al 9 por ciento anual serán en principio a entre 12 y 18 meses de plazo. Eso podría achicar el universo de solicitantes, sobre todo en el primer caso. En promedio, el público pide créditos personales a 3,9 años de plazo, de acuerdo con el último informe de bancos de la autoridad monetaria. Ese plazo se fue estirando cada vez más, ya que en diciembre de 2005 los préstamos eran en promedio a 2,9 años y en diciembre de 2006, a 3,3 años. Ahora, para acceder a la tasa del 12 por ciento, deberían pasar de casi cuatro años a uno y medio. En esas condiciones, el crédito para muchos resultará inaccesible, porque si bien la tasa de interés será menor, la cuota igualmente les resultará muy cara por el acortamiento de la duración del préstamo.

Los bancos determinarán si extienden el beneficio de intereses reducidos a plazos más largos, pero en principio, según comentaron a Página/12 fuentes del sector financiero, no sería así.

Otro elemento determinante es cuál será el Costo Financiero Total (CFT) de los préstamos. El compromiso de los bancos con el Gobierno fue no crear gastos adicionales por esta vía. Sin embargo, no se determinó ningún otro parámetro: cada banco tendrá libertad para fijarlos en función de sus variables particulares y de la evaluación del riesgo crediticio de cada solicitud. De acuerdo con la versión de tres bancos privados –dos de capital nacional y uno extranjero– y de un banco público, el CFT total de los préstamos personales rondaría entre 15 y 17 por ciento anual.

La tasa promedio de los préstamos personales es actualmente del 25 por ciento anual, que llega en torno del 40 por ciento de CFT. Si se cumplen las promesas de los bancos y del Gobierno, la caída en los costos será contundente. Desde las entidades financieras admitieron que los préstamos serán por bajos montos –aunque no hay una pauta definida– y lo mismo ocurrirá con los préstamos a las empresas. El acuerdo no establece hasta cuándo estarán disponibles estas líneas. La versión del Gobierno es que no tiene fecha de finalización, mientras los bancos deslizaron que estarían vigentes hasta fin de año y que, en todo caso, después se negociará su renovación con el próximo gobierno.

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Néstor Kirchner, junto a Carlos Heller, del Credicoop, Jorge Brito, del Macro, y otros banqueros.
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