EL MUNDO › PALESTINOS MUERTOS EN CISJORDANIA Y GAZA EN 24 HORAS

Lunes negro en los campos de refugiados

La táctica de Hamas de infiltrar a sus militantes entre la población civil resultó ayer en un nuevo éxito propagandístico (aunque a costa de muchas vidas). La Franja de Gaza vivió ayer una de las jornadas más sangrientas de la Intifada con la muerte de 14 palestinos en una incursión del ejército israelí, mientras otro moría por disparos de soldados en Nablus (Cisjordania) y otros cinco en enfrentamientos internos. Tanques apoyados por helicópteros de asalto entraron antes del alba en el campo de refugiados de Jan Yunis, donde un centenar de palestinos resultaron heridos, ocho de ellos al ser alcanzados por disparos dirigidos contra un hospital. Al cabo de unas horas, volvieron a su base en una colonia judía aledaña. El movimiento islámico palestino Hamas hizo un llamamiento a atacar a Israel en represalia por la “masacre” de Jan Yunés. Estados Unidos, las Naciones Unidas y la Unión Europea criticaron a Israel por sus operaciones militares.
El ejército israelí afirmó que la operación iba destinada a “destruir infraestructuras terroristas” de Hamas y aseguró que había encontrado morteros y artefactos explosivos durante los registros. El general Israel Ziv, comandante del sector de Gaza, declaró que la mayoría de los palestinos “muertos eran hombres armados que atacaron a nuestros soldados con armas automáticas y granadas’’ y afirmó que se habían producido disparos de obuses de mortero y de misiles desde esa zona contra colonias. Pero el principal negociador palestino Saeb Erakat argumentó que se trataba de “un preludio a una reocupación israelí de la franja de Gaza”, mientras que su colega Abu Rudeina instaba a la ONU a enviar una fuerza de protección internacional a los territorios palestinos. Pero el derramamiento de sangre no se detuvo en Jan Yunis. Además, soldados israelíes mataron a otro palestino, Ahmad Eid, de varios disparos cerca de Naplusa, según los servicios de seguridad palestinos. Entretanto, el jefe de la policía palestina antidisturbios, Rajed Abu Lehya, fue abatido de disparos en el campo de refugiados de Nusseirat y la policía palestina acusó de ese asesinato al Hamas. Según las fuerzas de seguridad palestinas, unos 20 activistas del Hamas instalaron falsos retenes e interceptaron su automóvil. Luego le secuestraron y torturaron antes de matarlo de 10 tiros. Hamas desmintió las acusaciones. Pero, según testigos, activistas que se presentaron como miembros del Hamas anunciaron por altavoces en Nusseirat que habían matado a Lehya en represalia por la muerte de dos de los suyos a manos de la policía antidisturbios en 2001.
Horas después estallaron disturbios entre miembros de Hamas y policías, en los que murieron cuatro personas y resultaron heridas otras 35. El movimiento Fatah del dirigente palestino Yasser Arafat amenazó con arremeter con “mano dura” contra quienes provocan enfrentamientos entre los palestinos, en alusión a Hamas. Y otro grupo islamista radical, el Yihad Islámico, exhortó a “todas las partes a poner fin inmediatamente a los enfrentamientos y a sosegar los ánimos”.

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Mujeres palestinas en llanto por las víctimas de ayer.
 
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