EL PAíS › ALIANZAS Y CANDIDATURAS EN LA CUENTA REGRESIVA

Reloj, no marques las horas

El martes próximo vence el plazo para formalizar alianzas electorales. El 26, el que rige para los candidatos. El que no cumpla en término se queda afuera. Por ahora nadie está en regla.

 Por Raúl Kollmann

El próximo martes vence el plazo de presentación de las alianzas para las internas del 15 de diciembre. Ese día, el 15 de octubre, si el ARI quiere conformar una lista con los socialistas y si también va a participar el Frepaso, tiene que estar inscripta la alianza. Lo mismo en el caso de Néstor Kirchner o Adolfo Rodríguez Saá, que aparentemente irían por fuera del justicialismo y tal vez en alianza con otras fuerzas. Igualmente, todos los candidatos, los que van en alianza y los que van dentro de un partido, tienen como fecha tope el 24 de octubre para inscribirse en la junta electoral de su partido y hasta el 26 de octubre para que ese partido inscriba la candidatura en la Justicia Electoral. Eso significa que el que no está inscripto el 26 de octubre no puede ser candidato ni el 15 de diciembre ni el 30 de marzo ya que, por ley, las internas son obligatorias. Además, no sólo se debe inscribir el candidato presidencial sino la fórmula de presidente y vice. Todo esto es así, a menos que en los próximos días el Gobierno, el Congreso o la Justicia dé marcha atrás en la convocatoria electoral. Por ahora, el Gobierno dice que el cronograma se mantiene, el Congreso no tiene en sus planes tratarlo de inmediato y la Justicia no parece dispuesta a dar un paso que –según ellos– deben dar los políticos y no los jueces.
Más de un candidato presidencial quedó estupefacto este fin de semana cuando se enteró de que efectivamente el 15 de octubre vence el plazo de presentación de alianzas. Es que ese dato surge del Código Nacional Electoral que indica que las alianzas deben ser presentadas 60 días antes de una elección. Página/12 consultó con el viceministro del Interior, Christian Ritondo, y éste ratificó que efectivamente el martes próximo vence el plazo para inscribir los frentes electorales.
Según algunos especialistas, el ARI, por ejemplo, tiene que presentar la alianza antes del 15, conformando el frente entre el Pari, que es el partido recientemente legalizado por Elisa Carrió, y los socialistas. Esa alianza es la que presentará después, el 24 y el 26, la fórmula que encabezará la legisladora. Ahora bien, como no hay otra fórmula que se presente, el ARI no necesitará hacer la interna del 15 de diciembre. Si la alianza de Elisa Carrió decide posteriormente unirse al Frepaso, por ejemplo, podrá hacerlo, pero no se podrá tocar el candidato presidencial y hay dudas si se va a poder alterar el candidato a vicepresidente. Eso puede devenir en una controversia judicial.
El plazo del 24 de octubre y el del 26 sí figuran en los decretos que dio a conocer el Gobierno cuando convocó las internas para el 15 de diciembre. Para dar otro ejemplo, Carlos Menem tiene hasta el 24 de octubre para informarle a la junta electoral del PJ que se presentará como candidato presidencial. Lo propio deben hacer José Manuel de la Sota y José Octavio Bordón. Eso significa incluso que los tres tendrán que dar a conocer su compañero de fórmula. El 26 de octubre, o sea dos días después, la junta electoral del PJ tiene que informarle a la Justicia Electoral que se presentaron tres fórmulas y con ello se abre el camino hacia la interna abierta.
Los otros dos candidatos peronistas, Adolfo Rodríguez Saá y Néstor Kirchner, tienen también hasta el 24 para anunciar si van dentro del PJ o por fuera. Y si se deciden por la opción de no participar de la interna del justicialismo, igualmente el 24 tendrán que inscribir su fórmula en el partido que hayan legalizado. Ahora bien, si se presentan dentro de una alianza, esa alianza debe estar presentada ya el 15.
Como se ve, el cronograma electoral apremia a los candidatos, que parecen metidos en un callejón sin salida. Algunos apuestan a que la interna no se hace y la mayoría de ellos no la quiere. Pero el problema es quién deshace el embrollo:
- El Gobierno no puede emitir un decreto anulando las internas porque éstas son obligatorias por ley. Lo que podría hacer es un decreto postergando las internas, aunque esto es contradictorio con lo que quieren los candidatos: que las elecciones nacionales se hagan cuanto antes.
- El Congreso puede resolver el lío y tendría varias alternativas. La primera es que saque una ley anulando las internas con la vieja cantinela de siempre: por ésta única vez. Podría, también, establecer la ley de lemas encubierta que propone el diputado justicialista Augusto Conte Grand, aunque seguramente habrá presentaciones sobre la inconstitucionalidad de la ley de lemas. Si anula por esta única vez las internas, la elección del candidato de cada fuerza tendría que hacerse por los viejos métodos: la organiza el partido y es una interna de las que ya conocemos. El partido resolverá si son abiertas o no.
- La Justicia podría declarar que los padrones no sirven y que por ello la ley queda anulada. También puede objetar los decretos de convocatoria e incluso la ley misma. La jueza Servini de Cubría, que actúa en este terreno, y el fiscal Di Lello, que se va a pronunciar esta semana, son poco adictos a meterse en las cuestiones que deben solucionar los políticos. Pero aun así, si ellos bloquearan las internas con un fallo, la Cámara Nacional Electoral difícilmente avale la supresión de las internas y todo recaerá –cuándo no– en la Corte Suprema de Justicia.
Todo eso parece ser parte de un futuro incierto. Lo concreto hoy es que los partidos tienen que presentar las alianzas dentro de una semana los candidatos dentro de algo más de dos. O bien tendrán que encontrar a alguien dispuesto a derribar la convocatoria electoral.

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Las elecciones generales serán recién en marzo de 2003. Falta mucho.
Pero los que no se presenten en regla en este mes quedarán afuera.
 
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