EL MUNDO › EL MIEDO AL ERROR BLOQUEO LOS DATOS DE LAS ELECCIONES

Silencio de radio, TV, Internet...

En Estados Unidos ayer hubo elecciones, pero nadie pudo saber quién ganó porque las encuestadoras temieron equivocarse como en 2000. Y un nuevo sistema de conteo de datos falló al primer intento.

Por Suzanne Goldenberg
Desde Washington

El presidente norteamericano George Bush volvió ayer a la Casa Blanca esperando que rindieran sus frutos el 60 por ciento de aprobación a su gestión y su alto grado de participación en la campaña de las elecciones de mitad de mandato más disputadas de los últimos 50 años en Estados Unidos. Después de votar desde su rancho en Texas luego de un día de enérgicas apariciones proselitistas, Bush viajó a Washington habiendo recolectado 140 millones de dólares para su partido y visitado 17 ciudades en 15 estados en una semana. A pesar de lo disputado de estos comicios, los encuestadores pronosticaron una nueva baja en los niveles de participación del electorado. El Comité para el Estudio del Electorado norteamericano predijo que sólo un tercio del padrón asistiría a votar. Y ni siquiera la empresa encargada de realizar bocas de urna para las principales cadenas de televisión va a dar resultados.
Con un tiempo difícil –ráfagas de nieve en Minnesota y lluvia en Georgia– que amenazaba con hacer descender más aún la participación, la jornada transcurrió entre la atmósfera de rencor entre demócratas y republicanos y la perturbación de encuestadores y opinólogos, que trataron de evitar por todos los medios repetir sus errores en las elecciones presidenciales del 2000. Mientras se espera que los republicanos mantengan la mayoría en la Cámara de Representantes, los medios fueron muy cuidadosos en predecir lo que ocurrirá en el Senado, ya que en algunos Estados, como South Dakota, Minnesota, Georgia y Missouri, las disputas son muy parejas. También se espera que los republicanos ganen la pelea de Florida entre el hermano de Bush, Jeb, actual gobernador del Estado, y el demócrata Bill McBride. Pero los demócratas esperaban triunfar en varios de los estados y preparar así el terreno para las presidenciales de 2004.
En todas las coberturas, los medios se cuidaron en demostrar que aprendieron de los errores de hace dos años, cuando declararon erróneamente a Al Gore como el vencedor frente a George Bush en Florida, lo que significaba ganar la presidencia. En medio de la presión para que dieran proyecciones minutos después del cierre de las mesas, las cadenas de televisión prometieron que tendrían cuidado en dar los nombres de los ganadores, y ofrecieron informes detallados de cómo se realizan las proyecciones.
Pero la campaña de los medios para recuperar credibilidad estuvo en problemas desde el principio con el reconocimiento, de parte del consorcio que provee los datos a las principales cadenas, de que todavía tenía que completar un examen de su sistema informático, que clasifica los conteos de votos junto con las encuestas a boca de urna. “Todavía estamos probando el sistema”, dijo el vocero del Voter News Service (VNS), el consorcio que conforman Associated Press y las cadenas de televisión CNN, ABC, NBC, CBS y Fox, que suministra sondeos a boca de urna, proyecciones y otros datos a los informativos. “El sistema ha sido totalmente reparado, desde su entrada a su salida. Todo ha cambiado completamente.”
El descubrimiento del problema no cayó bien en las cadenas. “Este es el equivalente de un lanzamiento espacial de la NASA sin que haya habido testeos previos”, declaró ayer al New York Times el director político de la CNN, Tom Hannon. Los lamentos post mortem de las elecciones del 2000 repartieron las culpas entre el VNS, que suministró mala información al no tener en cuenta los votos por correspondencia en Florida, y las propias cadenas por confiar demasiado en el servicio del VNS. Mientras se desarrollaba la votación, hubo una demora adicional en los medios ya que el VNS dijo que todavía no estaba tan seguro de su nuevo sistema de recolección de la información como para publicar los datos suministrados. “Si confiamos en la manera en que recolectamos la información lo usaremos. Si no, no”, declaró un vocero de VNS. El resultado de este cabildeo fue inédito. Hacia la noche, el VNS anunció que el resultado del chequeo completo del sistema fue negativo, que no puede garantizar la precisión delos datos y que se limitará a dar algunas proyecciones en aquellos Estados donde las tendencias sean más claras y menos pasibles de errores.
Previendo este insólito final, los ejecutivos de algunos medios resolvieron realizar sus propias encuestas a boca de urna en los Estados donde las elecciones son más reñidas, o directamente enviar a periodistas para cubrir el recuento de votos. Pero ninguna de las cadenas manejaba datos a nivel nacional. Esto significa que los analistas de los programas nocturnos y los periodistas de los diarios no tenían suficiente información como para discernir tendencias ni mucho menos para decirle a su público por qué los resultados demoran tanto.

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George W. Bush firma algunos autógrafos ayer en Crawford tras emitir su voto.
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