EL MUNDO › ISRAEL PREPARA REPRESALIAS POR LOS ATENTADOS EN AFRICA ORIENTAL

Tras la huella de Al-Qaida y Hezbolá

El Mossad israelí está investigando la autoría de los atentados del jueves en Kenia. Se da por descontado que Al-Qaida estuvo involucrada, pero también se sospecha de Hezbolá. Y se preparan represalias y una larga cacería clandestina.

Por Chris McGreal *
Desde Jerusalén

Israel está planeando atacar militarmente a través de la frontera y preparándose para una larga cacería clandestina una vez que la agencia de inteligencia Mossad entregue su veredicto sobre quién fue el responsable por los ataques del jueves. Fuentes de inteligencia dicen que los blancos más probables de represalia por los ataques, que costaron 15 vidas pero estuvieron cerca de matar a cientos, están en el Líbano y posiblemente Somalía y Yemen. Pero el gobierno israelí está esperando la confirmación de los agentes de seguridad del Mossad en Kenia de que Al-Qaida fue responsable por la bomba y el ataque con misiles, y saber si Hezbolá o cualquier otro grupo también estaba comprometido.
“Nuestro largo brazo llegará hasta aquellos que llevaron a cabo los ataques terroristas. Nadie será perdonado,” dijo el primer ministro israelí Ariel Sharon. Funcionarios israelíes dijeron que gran parte de la evidencia señala a Al-Qaida. Hacen notar que la elección de los objetivos, la casi simultaneidad de los ataques y la organización y sofisticación de las armas lleva las huellas dactilares de Al-Qaida. Los israelíes ya están hablando de las matanzas de Mombasa en la misma vena que los ataques en Bali y Túnez, donde Al-Qaida por primera vez añadió objetivos a su lista en abril, cuando mató a 21 personas al atacar con una bomba una antigua sinagoga en Djerba, Túnez.
Además, Al-Qaida tiene apoyo en Africa Oriental. Después de los ataques al World Trade Center, los servicios de inteligencia de Kenia informaron sobre una significativa cantidad de grafittis en Mombasa alabando a Osama bin Laden. Funcionarios israelíes conceden en privado que el ataque no es típico de los grupos palestinos, pero creen que puede haber una conexión Hezbolá, en parte porque la primera declaración de autoría de un grupo desconocido, el Ejército de Palestina, fue emitida en una estación de televisión de Hezbolá en el Líbano. Funcionarios de inteligencia israelí dicen que han rastreado a combatientes de Al-Qaida que escaparon de Afganistán hasta el sur del Líbano donde viven en el campo de refugiados palestino de Ein Hilwe cerca de la frontera.
Un funcionario de seguridad israelí que no quiso dar su nombre dijo que si se confirma un nexo, es casi segura una respuesta militar. “Estamos trabajando en base a que es Al-Qaida. Todo apunta a eso, de manera que la pregunta real es si alguien más estaba involucrado. Tenemos grandes sospechas sobre Hezbolá –dijo–. Si se demuestra que Hezbolá tiene un rol, o que Al-Qaida estaba usando los campos palestinos en el Líbano, eso seguramente determinaría nuestra respuesta. No podríamos permitir que esta situación continuara. Creo que el mundo podría esperar una respuesta militar, igual que en Afganistán. Pero también habrá una persecución a largo plazo de los terroristas, de la misma manera que están haciendo los norteamericanos. Los agarraremos a todos, aunque sea uno a uno”.
Somalía y Yemen también son muy mencionados por Estados Unidos e Israel como un refugio para Al-Qaida. Somalía será sometida a un particular escrutinio por su frontera con Kenia y lo que los israelíes dicen que es creciente evidencia de que los seguidores de Bin Laden se han instalado allí provenientes de Sudán, donde ya no son bienvenidos.
“Si descubrimos que es Al-Qaida, y debo decir que no sé quién otro podría ser bajo estas circunstancias, entonces la organización añadió Israel a la lista de las naciones contra las que declaró la guerra –dijo un funcionario de la Cancillería israelí–. Responderemos apropiadamente. Sabemos que si Al-Qaida es responsable debemos prepararnos para muchos ataques más, pero sabemos que no estamos solos en esto. Gran Bretaña, Estados Unidos, Europa, estamos todos del mismo lado”. Sin embargo, los norteamericanos querrán limitar el rol de Israel y es casi seguro que presionarán a Sharon para que confine cualquier respuesta militar a blancos específicos relacionados con los ataques a Kenia. Ocurran o no esos ataques militares, Sharon ha prometido que el Mossad perseguirá a aquellos que se encuentran detrás de los atentados del jueves. Es un rol que la agencia de inteligencia conoce bien desde sus días de rastrear y matar a los líderes del Septiembre Negro en la década de los ‘70 hasta el ataque de Mossad contra la residencia del segundo de Yasser Arafat en Túnez en 1988. La agencia persiguió y mató a virtualmente todos los palestinos que asesinaron a 11 israelíes durante las Olimpíadas de 1972 en Munich, aunque socavó su credibilidad cuando también dio muerte a un camarero argelino al que confundió por un líder de los secuestradores.
La tarea de rastrear a los responsables del ataque del jueves recaerá en el grupo especial militar del Mossad, Unidad de Reconocimiento del Estado Mayor, que fue responsable por los ataques mortales en Beirut en 1973 y el rescate de los rehenes judíos en Entebbe, Uganda, tres años más tarde. El Mossad tiene relaciones de larga data con los keniatas y mantiene una oficina permanente en Nairobi. Kenia proveyó de inteligencia al Mossad sobre Uganda antes del ataque a Entebbe para liberar a pasajeros de un vuelo de Air France secuestrado. Unos pocos meses antes, dos palestinos y dos alemanes fueron arrestados en Kenia mientras planeaban derribar un avión El Al en Nairobi usando misiles disparados desde los hombros. Los keniatas embarcaron secretamente a los cuatro hacia Israel, donde fueron sometidos a juicio.
En Israel, el primer impacto por la novedad de terroristas suicidas que ahora también hacen blanco sobre israelíes en el exterior fue seguido por una desconcertada conciencia de la escala del desastre al que escaparon por un pelo. Si los misiles disparados al avión charter israelí cuando despegó de Mombasa hubieran dado en el blanco, el número de muertes hubiera llegado a los cientos. Los servicios de seguridad de Israel están reforzando la protección de embajadas y aviones comerciales en el exterior. Pero hay preguntas sobre si no se debería brindar seguridad adicional en los sitios turísticos favorecidos por los israelíes. En Mombasa, el personal de seguridad armado está rutinariamente a mano para escoltar a los pasajeros a y desde el avión viajando a Israel. Pero no había tal seguridad en el Paradise Hotel.
El gobierno israelí también está preocupado de que sus ciudadanos puedan ser blancos en otros destinos populares, particularmente en India, Tailandia, Turquía y Sudamérica, donde hay ahora una fuerte presencia chiita influenciada por Hezbolá.

* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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Milicianos de Al-Qaida en una toma de televisión con un misil antiaéreo láser SAM-7.
 
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