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La oposición venezolana llamó ayer a la “desobediencia tributaria” para seguir presionando al presidente Hugo Chávez. Ayer, el paro general convocado para exigir su renuncia cumplió 29 días. El líder opositor, Carlos Ortega, aseguró que los venezolanos se niegan a pagar impuestos a un régimen que no rinde cuentas. Dijo que la “desobediencia civil” es constitucional, ya que está contemplado en la Carta Magna desconocer a un gobierno que viole principios democráticos. Ayer, la policía de Seguridad del Estado (Disip), detuvo al general de la Guardia Nacional Carlos Alfonso Martínez, uno de los militares rebeldes que desde el 22 de octubre ocupan la plaza Altamira de Caracas para exigir la caída de Chávez. Martínez fue arrestado lejos de esa plaza. El general enfrenta una investigación por su participación en el golpe contra Chávez del 11 de abril. El gobierno había señalado que no se metería con los oficiales rebeldes mientras estuviesen en la plaza. Todavía no se sabe por qué Martínez abandonó Altamira. Según el ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, a partir de la semana próxima, Venezuela espera producir 1.2 millones de barriles de petróleo por día. Una gerenta de la petrolera estatal PDVSA denunció ayer que Chávez habría entregado la venta de crudo a Argelia y estaría contratando personal argelino para operar la paralizada industria petrolera. Carmen Hernández acusó al presidente de “traición a la patria por entregar a extranjeros el manejo de PDVSA”.