EL MUNDO › EN LA TERCERA JORNADA DE INCIDENTES, LA CAPITAL BRITáNICA VIVIó SAQUEOS, QUEMA DE AUTOS Y CHOQUES CON LA POLICíA

Escala la violencia en Londres y Birmingham

Los disturbios que empezaron en el barrio de Tottenham el sábado se propagaron a otros como Hackney, Lewisham y Croydon, así como a la segunda ciudad inglesa. El premier Cameron suspendió sus vacaciones y negó que se debiera a problemas sociales.

 Por Marcelo Justo

Desde Londres

A diferencia del fin de semana, los incidentes comenzaron temprano este lunes en Londres. A las 5 de la tarde, Hackney, parte del ayuntamiento de Haringey, epicentro del conflicto en el noreste de la capital, fue escenario de enfrentamientos con la policía y saqueos de negocios. En el sureste el centro comercial de Lewisham estaba desierto, había un edificio y varios coches en llamas, mientras que los negocios del vecino barrio de Catford bajaban sus cortinas metálicas por temor a quedar sumergidos en la estampida. A medida que avanzaba la noche, los disturbios se intensificaban y se extendían a barrios que habían sido escenario de enfrentamientos el domingo y a nuevas localidades como Croydon. El saldo ascendía a 239 detenidos. En una señal de que la crisis está escalando de manera incontrolable, Birmingham, la segunda ciudad inglesa, vivía escenas similares a las que han sacudido la capital en los últimos tres días.

Con la doble crisis, financiera y social, este agosto no parecía el mejor momento para que el gobierno se fuera de vacaciones. El primer ministro, David Cameron, que se negó durante dos días a volver, fuera por la crisis del euro o por la de los disturbios en Londres, se vio obligado a anunciar anoche que adelantaría su regreso. Ayer, el viceprimer ministro, Nick Clegg, y la ministra de Asuntos Interiores, Theresa May, que también finalizaron sus vacaciones antes de tiempo, intentaron recuperar la iniciativa en una ciudad que, según el testimonio de algunos de sus habitantes, parece “abandonada a su suerte”. El gobierno negó categóricamente que estos hechos se debieran a problemas sociales. “Es pura delincuencia. Esto no tiene nada que ver con lo sucedido el jueves pasado con Mark Duggan. Es oportunismo puro para robar”, dijo Clegg.

El viceprimer ministro recorrió por la tarde el barrio de Tottenham y conversó con la gente, que parecía alarmada por una sensación de desamparo. El duro ajuste fiscal que lleva adelante el gobierno apareció en las preguntas de los vecinos y en las que los periodistas le formularon a la ministra de Asuntos Interiores a su llegada a Londres. “Esto no tiene nada que ver con los recortes”, dijo Clegg. Enfatizando la misma línea de que se trataba de un problema delictivo, la ministra de Asuntos Interiores, Theresa May, destacó la actuación de la policía, que ha sufrido críticas a derecha e izquierda. “Quiero resaltar su ejemplar valentía y liderazgo para arriesgar su propia seguridad física a fin de proteger la de los ciudadanos”, dijo May.

Lo cierto es que los disturbios no pueden llegar en peor momento para la policía metropolitana. A raíz del escándalo por las escuchas telefónicas renunciaron el mes pasado el jefe y subjefe de la Scotland Yard y hay un fuerte debate sobre quiénes serán sus reemplazantes y qué estrategia deben adoptar para recuperar el prestigio dañado por la evidencia de corrupción en sus filas.

La muerte de Mark Duggan en un operativo policial el jueves ha puesto su conducta otra vez bajo la lupa. El subcomisario general Steve Kavanagh admitió que la policía debería haberse contactado con la familia de Duggan para explicar su versión de lo sucedido. “Quiero pedirle disculpas a la famila Duggan. Tendríamos que habernos manejado de otra manera con la familia”, dijo Kavanagh. Pero no sólo la familia y los amigos de Duggan estaban disconformes con la actuación policial. Muchos de los vecinos y comerciantes de Tottenham se quejaron de la escasa presencia policial para evitar los desmanes.

Un asistente social que trabaja con jóvenes en el barrio, Neville Watson, criticó la caracterización que ha hecho el gobierno de los incidentes. “Decir que son delincuentes es muy fácil. ¿Quién no ha sido joven y no ha jugado alguna vez al borde de las cosas? Lo que necesitamos es que se invierta en toda esta energía para que no se descarrile. Decir que no hay dinero para esto es hacer una falsa economía. Tarde o temprano se termina pagando un precio mucho más alto”, señaló Watson a la BBC. En esta línea se pronunciaron también importantes figuras de la izquierda laborista como la diputada Dianne Abott y el ex alcalde de Londres Ken Livingstone. “El estancamiento económico y los recortes fiscales de este gobierno están generando una creciente tensión en Londres. No queremos volver a los ’80. Este tipo de políticas crea una sensación de descontrol que termina con eventos totalmente inaceptables como hemos visto en Tottenham”, señaló Livingstone. Esta visión fue compartida por Jenny Jones, miembro de la Federación de la Policía Metropolitana. “El gobierno tiene que asumir su responsabilidad en lo que ha ocurrido. Los cortes a los servicios sociales, especialmente a los jóvenes, han tenido un impacto en fomentar la tensión”, señaló Jones. Una vigilia por Mark Duggan que se iba a realizar anoche en Tottenham fue suspendida.

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Uno de los escenarios de enfrentamientos con la policía y saqueos de negocios.
Imagen: EFE
 
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