EL MUNDO

¿Ganar gracias a atacar? Muy mal soñado, my friend

Las elecciones municipales británicas se tradujeron en un fuerte voto de castigo a Tony Blair. El “efecto Malvinas” no se verificó y el apoyo de Blair a Bush fue parte del resultado, aunque primó el descontento con la política interna.

Por Walter Oppenheimer *
Desde Londres

No hubo “efecto Malvinas” para Tony Blair. El Partido Laborista cosechó un fuerte revés en las municipales del jueves, aunque mantuvo la mayoría tanto en el Parlamento de Escocia como en la Asamblea de Gales. El castigo a Blair, en parte por la guerra, pero sobre todo por el descontento en política interior, permitió a los Liberal-Demócratas conseguir el mejor resultado electoral de su historia y otorgó un tanque de oxígeno al líder conservador, Iain Duncan Smith, que pudo cantar una victoria holgada aunque quizá pírrica.
La proclamada popularidad de Tony Blair tras el fácil triunfo militar angloamericano en Irak no se transformó en votos. Los resultados de las municipales suponen un serio toque de atención para él, aunque no hasta el punto de poner en peligro la mayoría laborista en las próximas elecciones generales, en mayo de 2005 o 2006. A pesar de que el laborismo temía perder terreno, su derrota ha superado el peor de los escenarios previstos. Escrutados los 340 consejos municipales en liza, los laboristas han logrado el control de 66 (28 menos que en 1999) y obtenido 3001 concejales, 833 menos que en los anteriores comicios. Los tories dominan 110 consejos (31 arriba) y 4423 concejales (566 arriba). Los liberales tienen 28 consejos (5 arriba) y 2624 consejeros (193 arriba).
Entre los datos más alarmantes para el laborismo está la pérdida de su feudo de Birmingham, el mayor consejo municipal del país (Londres, aunque tiene un alcalde electo, está dividido en varios consejos), en beneficio de los conservadores. El trasvase del voto musulmán hacia los liberaldemócratas hace pensar que la amplia oposición popular a la guerra jugó un papel en ese revés. Pero los analistas, a la espera de que la sociología electoral explique más en detalle los comicios del jueves, tienden a creer que la bofetada a Blair en el conjunto del país se debe sobre todo a las cuestiones internas, al descontento por los problemas en materia de sanidad, transporte, educación y seguridad ciudadana.
La derrota, sin embargo, puede acabar siendo dulce para el laborismo. La primera consecuencia es que obligará al primer ministro a concentrarse de manera redoblada en la política nacional, algo que seguramente aliviará a buena parte de las bases del partido y quizás a medio mundo. La segunda es que ha reforzado el siempre tambaleante liderazgo de Iain Duncan Smith al frente de los tories, algo que a la larga puede beneficiar más al Partido Laborista que al Conservador.
Duncan Smith había pasado mala noche el jueves. A falta de resultados concretos mientras el recuento avanzaba, la dimisión de Crispin Blunt, un hombre de segunda fila del gobierno tory en la sombra, centró los debates televisivos en las primeras horas de la noche electoral. Blunt, de manera algo quijotesca, quiso adelantarse al escrutinio al lanzar el mensaje de que Duncan Smith, fueran cuales fueran los resultados en las municipales, no está capacitado para llevar al partido a la victoria en las próximas generales. Los analistas casi daban por descontada la inminente dimisión del líder conservador. Quizá por eso Duncan Smith compareció eufórico ayer por la mañana.
Pero en realidad, los verdaderos ganadores de las elecciones locales fueron los liberal-demócratas de Charles Kennedy. Su posición contraria a la guerra les permitió consolidar sus permanentes avances hasta el punto de igualar en votos al laborismo (30 por ciento) en su mejor resultado electoral desde la fusión del viejo Partido Liberal con los socialdemócratas, aunque el sistema electoral mayoritario le impide transformar esos votos en representes electos. “El mensaje para el gobierno es que deber escuchar más a la gente”, analizó Kennedy.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

Compartir: 

Twitter

Tony Blair se había recuperado, pero volvió a caer.
La amplia oposición popular a la guerra desempeñó un papel.
 
EL MUNDO
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.