El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, no permitió que una comisión médica le realizara un exhaustivo examen ordenado por el Senado para evaluar sus condiciones, y dijo que haberlo consentido sería prestarse a un “golpe de Estado” contra el presidente Juan Manuel Santos.

El examen médico fue pedido por el Senado a raíz de los problemas de salud de Garzón, quien desde junio convalece de una isquemia cerebral, casi dos años después de haber sufrido un infarto cardíaco y luego de que Santos anunciara que debía someterse a una operación por un cáncer de próstata.

El presidente del Senado, Roy Barreras, que es médico, dijo que aunque el estado de salud de Santos no es preocupante y el cáncer estaba en una fase inicial, el país debe tener la seguridad de que la persona encargada de un eventual reemplazo temporal o definitivo debe estar en plenas condiciones de salud.