EL MUNDO › EL EX CANCILLER TAIANA RECUERDA SUS ENCUENTROS PRIVADOS CON HUGO CHAVEZ

“Era un hombre muy querible y cálido”

Taiana estuvo presente en los funerales de Estado del viernes y dijo que despedía a un compañero de lucha. “Chávez decía que yo era un buen imitador de Perón”, recordó el hoy secretario general del Movimiento Evita en la Capital.

 Por Mercedes López San Miguel

Desde Caracas

El ex canciller argentino Jorge Taiana conoció a Chávez en el año ’98, poco antes de la primera de una serie de elecciones que ganó el líder venezolano. Taiana estuvo presente en los funerales de Estado del viernes y dijo que despedía a un compañero de lucha. “Chávez decía que yo era un buen imitador de Perón”, recordó el hoy secretario general del Movimiento Evita en la Capital. “Ha dejado una huella profunda en su pueblo.” Describió al líder bolivariano como un hombre con un optimismo y confianza en el pueblo indestructibles. “Era un incansable contador de anécdotas, un hombre muy querible, cálido, con una capacidad asombrosa de contacto con la gente; imposible ir de un lado al otro con él y que no se cruzara con 20 personas y hablara con las 20”. Una vez ambos fueron a El Calafate para que Taiana, entonces canciller del gobierno de Cristina Fernández, le mostrara el Glaciar Perito Moreno y hablaron de política, de fútbol, de Perón. “Era un gran admirador de Perón. Como sabía que mi familia era peronista, me ametrallaba a preguntas.”

–¿Qué representa la pérdida de Hugo Chávez, como ex ministro de Exteriores y en lo personal?

–En primer lugar, una gran tristeza por la pérdida de un compañero de vida en la lucha contra la injusticia y por la independencia de nuestros pueblos. Segundo, una reflexión sobre la huella profunda que ha dejado Hugo en varios aspectos, uno de ellos el que estamos viendo acá: es una enorme, masiva, diversa, sólida demostración popular. No es una masa que estaba llorando y sentía un profundo pesimismo, como durante el entierro de Perón. Aquí la masividad expresa el dolor de la pérdida, pero al mismo tiempo sostiene con firmeza su discurso. Es una enorme demostración de fuerza popular. A mí me hace acordar al primer peronismo, que incluyó a la clase trabajadora al sistema político. Hugo hizo lo mismo, incluyó a una enorme masa de venezolanos, que eran excluidos de beneficios económicos. No se vuelve atrás de esos niveles de conciencia y de organización social.

–¿En dónde ubica su liderazgo en la región?

–Toda esta primera década del siglo hubo un renacer de los esfuerzos de integración. Hugo fue quizás el más entusiasta de todo y el primero de los líderes que apostaron por ese cambio. Yo recuerdo la Cumbre de las Américas de 2001, en Quebec. Ahí todos los presidentes estuvieron de acuerdo en el ALCA y el tratado de libre comercio con Estados Unidos. El único que expresó ahí su desacuerdo y no firmó fue Chávez, en total soledad entre los presidentes. Pero no estuvo en soledad en la calle, porque en esa cumbre hubo una enorme manifestación en contra en la calle. Hugo expresaba en el palacio lo que ya era masivo en las calles. Estábamos viviendo un nuevo momento, que había acabado el auge neoliberal de apertura económica y privatizaciones de los noventa. El cambio se expresó primero en América latina, que fuimos región vanguardia.

–¿Existe un chavismo sin Chávez?

–Las masas avanzan, y las personas que las representan a veces son extraordinarias como Hugo, pero creo que el proceso histórico que él impulsó queda. Va a haber una fuerza política y yo confío en que Nicolás Maduro es una muy buena elección. Todos los que tenemos voluntad de transformación debemos apoyar a Nicolás, porque es la mejor forma de continuar el proceso de cambio en Venezuela y lograr una mayor integración entre nuestros pueblos.

–¿Qué recuerdos le surgen por estas horas?

–Hablábamos de política, de fútbol, de Perón. Una vez discutimos sobre la presencia de los granaderos de San Martín en Ayacucho. Yo tenía razón y le mandé los libros. Hablamos mucho del Mercosur, porque al principio Hugo desconfiaba, porque todo lo viejo le hacía parecer que estaba ligado a los noventa, que no servía. Nosotros con Néstor le explicamos que no era así, que al Mercosur nacido en un marco de regionalismo abierto lo estábamos transformando en una visión productiva de integración. Después de la cumbre de Mar del Plata de 2005, cuando los únicos países que apoyaron a Venezuela fueron los miembros del Mercosur, él se convenció. Eramos 34 países, 29 estaban a favor del ALCA, menos cinco que considerábamos que no era beneficioso para nuestros pueblos.

–¿Como ve el socialismo del siglo XXI versión venezolana?

–Es más una definición política que un modelo económico. Si uno mira la realidad de América latina, en todos los países ha sucedido lo mismo: una recuperación del rol del Estado, una idea de que el Estado tiene un rol de regulador en la actividad económica y para la redistribución de la riqueza. Hugo anunció esa búsqueda de una sociedad más igualitaria.

–Parece que el desafío del próximo gobierno será mejorar la situación de la economía. Hace poco el gobierno devaluó el bolívar.

–En una década la región ha crecido y redistribuido el ingreso en un mundo donde no sucede esto. Es un cierto mérito, pero hay que consolidar y profundizar estos procesos.

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“Admiraba a Perón y, como sabía que mi familia era peronista, me ametrallaba a preguntas.”
Imagen: Télam
 
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