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El avión de la fuerza aérea brasileña que transporta los restos mortales de Sergio Vieira de Mello, el representante especial de la ONU en Irak muerto el martes en un atentado en Bagdad contra la sede de Naciones Unidas, despegó anoche de Ginebra con destino a Río de Janeiro, Brasil, país natal de Vieira de Mello. Su esposa, de nacionalidad francesa, y sus dos hijos veinteañeros subieron a bordo del avión para acompañar sus restos mortales a Río de Janeiro, donde tendrá lugar mañana una ceremonia conmemorativa. El Alto comisionado adjunto de la ONU para los derechos humanos, Bertrand Ramcharan, también acompaña al féretro. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, asistirán hoy en Río de Janeiro al velatorio. Tras la ceremonia en Río, los restos de Mello serán trasladados a Francia, donde a pedido de sus hijos y su viuda serán inhumados en Thonon-les-Bains, cerca de Suiza. Lula criticó la permanencia del ejército estadounidense en Irak y se pronunció a favor de una fuerza dirigida por la ONU, que junto a los iraquíes instaure la democracia en el país.