EL MUNDO › QUINCE POLICíAS MURIERON BAJO FUEGO DE NARCOS MEXICANOS

Emboscada mortal en Jalisco

El comisionado de seguridad de Jalisco explicó ayer que sospecha que los atacantes pertenecen al pujante cartel Jalisco Nueva Generación, que mantiene desde hace meses una cruenta ofensiva contra funcionarios regionales.

Quince policías murieron y cinco más resultaron heridos en una emboscada perpetrada por presuntos narcotraficantes en el oeste de México. Las autoridades mexicanas no indicaron si hubo también muertos entre los atacantes, presuntos integrantes del cartel Jalisco Nueva Generación, pero medios locales estimaron en total 23 fallecidos. El ataque tuvo lugar en la tarde del lunes en una carretera montañosa cercana al turístico balneario de Puerto Vallarta, Jalisco, cuando el grupo armado abrió fuego contra varios vehículos de la policía estatal que se dirigía a Guadalajara, capital del estado. El comisionado de Seguridad de Jalisco, Francisco Alejandro Solorio, explicó ayer que sospecha que los atacantes pertenecen al pujante cartel Jalisco Nueva Generación, que mantiene desde hace meses una cruenta ofensiva contra funcionarios regionales. También encontraron pruebas de que los agresores llevaban uno o dos días preparando el asalto en esa región cercana al municipio de San Sebastián del Oeste, una zona agreste de muchas curvas y escasa comunicación.

“Les cerraron el paso con vehículos. Les empezaron a arrojar gasolina, prendieron las unidades y cuando los compañeros van a tratar de responder la agresión son emboscados por un alto número de personas”, reconstruyó Solorio. “Se perdió la vida de 15 compañeros de nuestra corporación, los cinco policías heridos están estables y no se reportaron muertos o heridos del lado de los agresores”, precisó el funcionario. Se trata de la jornada más cruenta para las fuerzas de seguridad aztecas en la presidencia de Enrique Peña Nieto, que comenzó en 2012, y una de las peores que se recuerdan desde el lanzamiento en 2006 de la ofensiva militar contra los carteles de la droga.

En junio de 2010, doce policías federales fueron asesinados en Michoacán, vecino de Jalisco, por el cartel La Familia. Para Raúl Benítez Manaut, experto en seguridad, la emboscada fue un operativo militar muy complejo, nada sencillo de organizar y por eso el número tan alto de bajas. El cartel de Jalisco Nueva Generación tiene unidades muy bien preparadas y coordinadas. “Están muy bien armados y disciplinados. Probablemente tengan ex militares organizando las células de sicarios”, señaló el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México. Este grupo narcotraficante mantiene desde hace semanas enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en Jalisco. En uno de esos choques murió el 23 de marzo Heriberto Acevedo, alias “El Gringo”, identificado como un cabecilla del cartel.

Una semana después hubo un intento de atentado contra el vehículo del propio Solorio, que salió ileso, hecho que dejó un saldo de 15 detenidos. El comisionado dijo estar convencido de que la emboscada del lunes fue una reacción del cartel a estas acciones de las autoridades. “El ejército, la marina, la policía han dado golpes muy fuertes al cartel de Jalisco y ellos le están declarando la guerra al gobierno federal, lo que no es común entre organizaciones criminales, que tratan de no golpear a estructuras del gobierno para que su respuesta no sea muy fuerte contra ellos”, consideró Benítez Manaut.

Jalisco, una región con costas bañadas por el océano Pacífico, de 7,3 millones de habitantes, fue incluida el año pasado por Peña Nieto en una lista que identifica a los cuatro estados prioritarios, en el marco de la estrategia de seguridad que el jefe de Estado mexicano pretende implementar junto a Michoacán, Guerrero y Tamaulipas. Se considera que el narcotráfico de la región se encuentra bajo el control del cartel de Jalisco Nueva Generación, liderado supuestamente por Nemesio Oseguera “El Mencho”.

Este grupo de criminales se fundó en 2010 tras la muerte en un operativo militar del capo Ignacio Coronel Villarreal, alias “Nacho Coronel”, quien controlaba la región para el poderoso cartel de Sinaloa. Entre los episodios violentos más recientes, el pasado 19 de marzo, otra emboscada de hombres armados dejó 11 muertos en Jalisco, cinco de ellos miembros del nuevo cuerpo de Gendarmería.

En septiembre del año pasado, un diputado federal del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue secuestrado en la autopista que conduce al aeropuerto de Guadalajara y su cadáver fue encontrado en una región vecina, con signos de haber sido calcinado. En marzo de 2013 también fue asesinado a balazos el secretario de Turismo de Jalisco. El gobierno de Peña Nieto insistió en varias ocasiones en que la criminalidad se redujo en su mandato respecto del gobierno de Felipe Calderón, quien lanzó la ofensiva militar contra el narcotráfico que derivó en una ola de violencia que arrojó un tendal de víctimas, cuyo saldo fue de más de 100.000 asesinatos y miles de desapariciones desde 2006. Sin embargo, en el país siguen ocurriendo crímenes impactantes como la desaparición en septiembre de los 43 estudiantes de magisterio de Ayotzinapa, en Guerrero, que, según la fiscalía, acabaron siendo asesinados e incinerados por narcotraficantes vinculados con policías.

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Un auto calcinado en el ataque de comandos narcos en Jalisco, que dejó quince policías muertos.
Imagen: EFE
 
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