EL MUNDO › A TRES AÑOS DEL ASILO DE ASSANGE, WIKILEAKS REVELA DOCUMENTOS DE ARABIA SAUDITA

Un certificado de muerte para Bin Laden

En vez del certificado de defunción que la familia del líder terrorista había solicitado, el cónsul estadounidense en Riad le entregó al hijo de Bin Laden documentos de la Justicia norteamericana en los que confirman la muerte de su padre.

Un hijo de Osama bin Laden pidió a Estados Unidos el certificado de defunción de su padre después de la muerte del jefe de Al Qaida, en 2011, en Pakistán, por tropas de élite la marina estadounidense. Este es uno de los más de 60.000 cables publicados ayer por Wikileaks, en el marco del tercer aniversario del asilo de su fundador, Julian Assange, en la embajada ecuatoriana en Londres, acusado de delitos sexuales que él niega. Además, el sitio reveló una enorme cantidad de cables diplomáticos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita. Por su parte, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, anunció ayer que el gobierno de su país se tomará “varias semanas” para responder el pedido de la fiscalía sueca para entrevistar al fundador de Wikileaks por los cargos que pesan en su contra.

La carta dirigida al hijo de Bin Laden, Abdala bin Laden, está firmada por Glen Keiser, el cónsul general de Estados Unidos en Riad. La misma fue enviada el 9 de septiembre de 2011, cuatro meses después del ataque estadounidense que mató a su padre. En la misiva, Kaiser expresó que los expertos legales del departamento de Estado le indicaron que tal documento no había sido emitido. En vez de un certificado de defunción, el cónsul le entregó documentos de la Justicia norteamericana en los que confirman la muerte de su padre, lo que provocó el abandono de los procesos en su contra. “Espero que esos documentos del gobierno estadounidense le serán útiles, así como a su familia”, escribió el funcionario.

El portal creado por Assange advirtió que los cables publicados son apenas una fracción del millón de documentos que planean revelar en las próximas semanas, gran parte de ellos, confidenciales. “Los cables sauditas revelan que la dictadura se está volviendo cada vez más impredecible. Este año no sólo ha celebrado su centésima decapitación, también se ha convertido en una amenaza para sus vecinos y para sí misma”, dijo Assange, en referencia a la intervención saudita en Yemen. La publicación incluye reportes de máxima confidencialidad de algunas instituciones del estado Saudí, entre las que figuran el Ministerio del Interior y los servicios generales de inteligencia del reino.

En tanto, el sitio dirigido por el periodista australiano anunció que los informes internos de las organizaciones del gobierno saudí y las comunicaciones con las embajadas de ese país en todo el mundo serán incluidas en los documentos que se publicarán pronto. “Los cables proporcionan información clave sobre las operaciones del reino, cómo gestionó sus alianzas y consolidó su posición como superpotencia regional en Oriente Medio, en particular mediante el soborno y la cooptación de individuos e instituciones importantes”, expresó Assange en el sitio.

Esta semana, Wikileaks ya había revelado más de 275.000 cables relacionados al grupo Sony Pictures, que se suman a los 30.000 documentos publicados en abril. El sitio justificó las filtraciones al considerar a la empresa como un corporación influyente en la Casa Blanca, capaz de incidir en la sanción de leyes y toma de decisiones políticas.

Assange, de 44 años, se hizo mundialmente conocido en 2010 por la revelación de una de las mayores exclusivas periodísticas de la historia, al publicar una serie de cables diplomáticos de Estados Unidos que pusieron en jaque a gobiernos de todo el mundo y expusieron los manejos de la diplomacia norteamericana. La información más reveladora fue la vinculada con las guerras de Afganistán, en 2001, e Irak, en 2003.

Por su parte, Patiño manifestó que no va a “ir corriendo a decirles sí” a los fiscales suecos, ni tampoco se va a demorar tres años, aduciendo el tiempo que Suecia tardó para poner en marcha el interrogatorio a Assange. “Vamos a decirles sí, con el respeto a la jurisdicción ecuatoriana, con el respeto a la soberanía de nuestro país, con el respeto a la decisión del gobierno de Ecuador de haber ofrecido asilo diplomático a Julian Assange”, afirmó el canciller. Patiño aseguró que el pedido sueco será revisado por autoridades judiciales de su país y luego se buscará la posibilidad de suscribir “algún acuerdo de asistencia penal” entre Ecuador y Suecia. Indicó que Quito tomará en cuenta en su respuesta intereses legales como el debido proceso, acceso a documentos y respeto a los derechos del asilado. “La vida de Assange no les importó nada durante estos tres años. Alguien tendrá que responder por este tiempo de violación a los derechos humanos”, concluyó.

Assange se asiló en la embajada ecuatoriana tras perder un proceso judicial en el Reino Unido contra su extradición a Suecia, que lo acusa por cuatro presuntos delitos sexuales cometidos hace cinco años, algo que él niega. El activista, que fue detenido en Londres en 2010 a pedido de Suecia, asegura ser blanco de una persecución política y se niega a viajar a Estocolmo porque cree que de ahí podría ser enviado a Estados Unidos, donde podría afrontar la pena de muerte por las revelaciones hechas en Wikileaks.

Por ello, solicitó en incontables ocasiones ser interrogado en Londres, algo que la fiscal sueca, Marianne Ny, finalmente accedió ante la posibilidad de que los delitos de los que se lo acusa prescriban. Sin embargo, Ny anuló días atrás una cita que había acordado con Assange en la embajada, pese a que Estocolmo confirmó el lunes que cursó la solicitud a Quito y que aún no hay fecha para la entrevista. Según la fiscalía sueca, cuando se reciban los permisos y se pacte el día, será la fiscal adjunta al caso, Ingrid Isgren, la que se encargue de los interrogatorios, al tiempo que se extraerá una muestra de ADN de Assange.

Pese a haber recibido asilo político de Ecuador, el ex hacker no se pudo desplazar a ese país porque el gobierno del premier David Cameron no le concede el salvoconducto diplomático que necesita, argumentando razones legales. Con los últimos movimientos en Suecia, donde el Tribunal Supremo instó a la fiscal a tomar la iniciativa en el asunto, se abre la puerta a que su caso pueda prosperar.

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Osama bin Laden, el líder de Al Qaida abatido en 2011 por tropas especiales de EE.UU.
Imagen: EFE
 
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