EL MUNDO › KEIKO FUJIMORI IRíA A SEGUNDA VUELTA CON EL OTRO CANDIDATO NEOLIBERAL, PEDRO PABLO KUZCYNSKI

Pinta un ballottage de pan con pan

Las elecciones en Perú confirmaron el favoritismo de Fujimori y, según el conteo rápido, Kuzcynski obtenía el segundo lugar, seguido de cerca por la candidata de izquierda Mendoza. Es el mejor desempeño de la izquierda en décadas.

 Por Carlos Noriega

Página/12 En Perú

Desde Lima

Las elecciones de ayer confirmaron el favoritismo de Keiko Fujimori, que tuvo un triunfo holgado. Obtenía, según el conteo rápido no oficial de la encuestadora Ipsos al 85 por ciento, un 39,2 por ciento. El segundo lugar quedaba en manos del derechista Pedro Pablo Kuzcynski, con 22,1 por ciento. El tercer puesto era para Verónika Mendoza, del izquierdista Frente Amplio, con 18,4 por ciento. Otro conteo rápido de GFK al 96 por ciento le daba una ventaja algo menor a Kuzcynski: 21 contra 19 por ciento de Mendoza. No había una decisión oficial, pero todo parecía indicar que Kuzcynski era quien se metía al ballottage.

La amplia victoria del fujimorismo no le alcanzó para ganar en primera vuelta. Y en la definitiva segunda vuelta las cosas se le pueden complicar por la fuerte polarización que hay en el país entre fujimorismo y antifujimorismo. Una reciente encuesta señala que un 51 por ciento de los electores dice que no votaría por Keiko. Con la izquierda fuera del ballottage, una segunda vuelta entre Keiko Fujimori y Kuzcynski saca del debate electoral el tema del cambio del modelo neoliberal, parte central de la propuesta de la candidatura de la izquierda. Los dos candidatos que competirán en la segunda vuelta coinciden en su cerrada defensa del neoliberalismo. La elección pasará por otras consideraciones, como el pasado régimen fujimorista y su pasivo en materia de democracia, derechos humanos y corrupción. Y ahí, Kuczynski tiene ventaja para acortar la diferencia que ahora lo separa de Keiko y buscar voltearle la elección.

Cerca de las nueve de la noche (once de la noche hora de Argentina), Keiko apareció para dar un breve mensaje. “Quiero agradecer a los millones de peruanos que votaron por mí”, comenzó. Destacó que su partido, Fuerza Popular, se ha convertido en la primera fuerza política del país. Pensando en el alto rechazo que sigue despertando el fujimorismo, dijo que quería una “reconciliación nacional”. Ya en campaña para el ballottage, ofreció seguridad, educación y otras cosas.

Poco antes, había hablado Pedro Pablo Kuczynski, en su local partidario, donde sus seguidores celebraban desde temprano. Forzando la voz, porque se malogró el micrófono, les pidió calma y esperar los resultados oficiales. “Esperaremos los resultados institucionales”, dijo, con prudencia. Pero no pudo ocultar la euforia. Habló de un gobierno democrático sin autoritarismo, en clara alusión a su rival de la segunda vuelta.

Verónika Mendoza fue la primera de todos los candidatos en pronunciarse después de las elecciones. Lo hizo cuando solo se conocían los resultados a boca de urna. Lucía triunfante. “Vamos a esperar prudentemente los resultados oficiales”, dijo, al llegar a su local de campaña en la región sur andina de Cusco, donde nació y votó ayer. Dejó claro que más allá de si se lograba o no el pase a la segunda vuelta, en ese momento algo incierto, para ella y la izquierda lo obtenido era ya un triunfo. “Pase lo que pase nos sentimos ganadores. Esto ya es una gran victoria”, dijo.

Mendoza y la izquierda tenían razones para celebrar, incluso después que el conteo rápido los dejaba fuera del ballottage. Este es el mejor resultado electoral de la izquierda en cerca de tres décadas, y después de buen tiempo vuelve a posicionarse como una importante fuerza política. Y Verónika Mendoza, de 35 años, que con una campaña austera, sin ningún aviso en la televisión, pasó de 2 por ciento con el que comenzó a pelear el pase al ballottage, surge como una nueva figura de la política peruana, llamada a jugar un rol protagónico en los próximos años.

Mendoza comenzó su celebración por la tarde en Cusco, donde ganó ampliamente, y la terminó en la noche en Lima. “Asumimos estos resultados con alegría y responsabilidad. Agradezco el voto valiente, consciente, con esperanza, que respaldó la propuesta de cambio, de futuro, de justicia social del Frente Amplio”, dijo ante la prensa.

Minutos después salió al balcón de su local partidario para hablarle a sus numerosos seguidores que habían llegado hasta ahí coreando ‘sí se puede’. “Con alegría, coraje, dignidad, solidaridad, sí se puede hacer política de otra manera, lejos de la corrupción, lejos del clientelismo, lejos del poder del dinero que cree que todo lo puede comprar. Eso lo hemos demostrado en esta primera etapa de esta lucha, y digo primera etapa porque nosotros vamos a seguir en pie de lucha hasta la victoria final”, exclamó ante la ovación de sus seguidores. Después tomó un avión para viajar a Lima, donde en la noche encabezó un mitin.

En el conteo rápido, Fujimori ganaba en 15 de las 24 regiones, incluida la capital; Mendoza lo hizo en siete regiones del sur andino; Kuzcynski solamente en una, Arequipa, la segunda ciudad del país; y sorpresivamente Gregorio Santos, candidato de una izquierda que decidió competir al margen del Frente Amplio y que hizo campaña desde prisión donde espera juicio por cargos de corrupción, ganó ampliamente en su natal Cajamarca, y a nivel nacional, alcanzaba en el conteo rápido cerca de 4 por ciento, resultado inesperado que ha sido clave para quitarle a Mendoza los votos que le faltaron para pasar a segunda vuelta.

La elección de ayer pasó a la jubilación política a dos ex presidentes. Alan García no llegaba a 6 por ciento. Conocido ese lapidario resultado dio un breve mensaje ante la prensa, no permitió preguntas. Visiblemente golpeado, recordó que está en la política desde hace 38 años y ha sido presidente dos veces, y dijo lo que suelen decir los candidatos derrotados, que la democracia había sido la ganadora. Su mensaje tuvo un aire de despedida, de retiro. Otro ex presidente, Alejandro Toledo, figuraba con menos del 1 por ciento. Ayer desapareció. Y su desaparición política parece definitiva luego de su debacle electoral de ayer. Las proyecciones adelantadas anoche no le daban mayoría a ningún partido en el Congreso, pero el fujimorismo aparecía con una fuerte bancada, la más numerosa por amplio margen.

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Pensando en el alto rechazo que sigue despertando el fujimorismo, Keiko dijo que quería una “reconciliación nacional”.
Imagen: EFE
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