EL MUNDO › LOS PARTIDOS NACIONALES MIDEN FUERZAS EN LOS COMICIOS REGIONALES

Elecciones en Galicia y en el País Vasco

Son las únicas regiones en España que no midieron hasta ahora en comicios locales el efecto en el panorama político de los nuevos partidos, el izquierdista Podemos y el liberal Ciudadanos.

El conservador Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy revalidó su mayoría absoluta en Galicia, donde los izquierdistas de En Marea (Podemos) desplazaron a los socialistas como segunda fuerza, mientras los nacionalistas repitieron su victoria en el País Vasco aunque necesitarán pactar para gobernar, al realizarse hoy elecciones en ambas regiones de España.

Alberto Núñez Feijóo, quien gobierna en Galicia desde 2009, obtuvo 48,1% de los votos y 42 diputados, con lo que logró conservar la mayoría absoluta (situada en los 38 diputados) que le permite gobernar en solitario, escrutado casi el 90por ciento de los votos.

En Marea, la coalición de izquierda en la que está integrada Podemos, conseguía en sus primeras elecciones regionales el 18,45 por ciento de los votos y 14 escaños, uno más que el Partido Socialista de Pedro Sánchez, que quedó con 13 diputados.

Por su parte, los nacionalistas del BNG obtenían seis diputados mientras los liberales de Ciudadanos se quedaban sin representación en el parlamento gallego.

En el País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) consiguió una amplia victoria, con 37,6 por ciento de los votos y 28 diputados, escrutado casi el total de los votos.

El actual lehendakari (jefe de gobierno vasco) Iñigo Urkullu necesitará pactar con otros partidos para gobernar, como ha sido habitual en el País Vasco desde 2001.

En segundo lugar se situaban los independentistas de EH Bildu, con 21,28 por ciento de los votos y 18 escaños, mientras Podemos se convertía en la tercera fuerza política de Euskadi con 14,8 por ciento de los votos y 11 diputados.

En tanto, el Partido Socialista cae al cuarto puesto con 11,9 por ciento de los votos y 9 diputados, los mismos que el PP, que obtiene 10,8 por ciento de los votos. Ciudadanos también fracasa en su intento por entrar en el parlamento vasco.

España observa las elecciones de Galicia y el País Vasco en clave nacional ante la posibilidad de que los resultados tengan algún impacto en los principales partidos del país y su correlación de fuerzas ante el bloqueo político que impide formar un nuevo gobierno desde hace nueve meses.

La victoria por mayoría absoluta del PP en Galicia afianza a Rajoy y evita cambios en el rumbo que tomó el líder conservador, quien tras fracasar en su intento de investidura a principios de septiembre se mostró dispuesto a volver a negociar con el Partido Socialista (PSOE) de Sánchez su abstención.

Del otro lado, el “sorpasso” (adelantamiento) de En Marea a los socialista en Galicia y en el País Vasco supone un golpe para Sánchez en dos territorios aliados en su plan para desbancar a Rajoy del poder con un último intento por forjar un gobierno alternativo con apoyo de Podemos y Ciudadanos.

No obstante, el líder del Partido Socialista (PSOE) no parece dispuesto a virar en su estrategia, de ahí que se dispone a reunir a su Comité Federal para dar batalla primero con los suyos a la vez que seguirá intentando el difícil pacto con los izquierdistas y los liberales.

La posibilidad de que Urkullu opte por apoyarse en los socialistas para gobernar, como ha ocurrido en los últimos años, es una de los argumentos que tiene a su favor, ya que de esa forma seguirán siendo decisivos en el País Vasco.

Además, el claro triunfo del PNV no hace necesario que recurra también al PP, aunque tampoco se puede descartar que Urkullu finalmente decida respaldar a Rajoy en Madrid en busca de estabilidad.

Según los datos, la participación ha caído levemente en Galicia y con fuerza en el País Vasco. Esta es la cuarta vez en que los ciudadanos de estas comunidades acuden a las urnas en el último año. En Galicia había acudido a las urnas el 42,48 por ciento del electorado, un porcentaje levemente más bajo que el registrado a la misma hora en las autonómicas de 2012 (42,50 por ciento). En el País Vasco, la caída fue más notable, ya que también a las 17 horas había votado el 44,4 por ciento de los ciudadanos, 2,8 puntos menos que la cifra registrada a esa misma hora hace cuatro años (47,2 por ciento).

Los candidatos de los principales partidos llamaron en ambas regiones a la participación ante el temor de un aumento de la abstención por el posible hartazgo de los ciudadanos a raíz del bloqueo político que vive España, tras la celebración de dos elecciones generales en un año y la posibilidad de unas terceras en diciembre, si no hay un inminente acuerdo de gobierno.

“Es importante que Galicia tenga un gobierno y siga avanzando, que no se pare (...) Ahora que empezamos a ver el sol, sería bueno proseguir por un camino ya más de certidumbres, prosperidad y bienestar”, dijo tras depositar su voto en la urna Alberto Núñez Feijóo, candidato del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy y presidente del Gobierno gallego desde 2009.

“Los ciudadanos, como hasta ahora, demostraron que Euskadi (País Vasco) sigue siendo singular y diferente”, dijo en el País Vasco el nacionalista Iñigo Urkullu, que ha gobernado la región durante los últimos cuatro años.

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Iñigo Urkullu (der.) celebra su reelección luego de cuatro años de gobierno.
 
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