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Página/12
en Gran Bretaña

Desde París

Algunas horas después de que el presidente francés, Jacques Chirac, advirtiera que “Francia no está al abrigo de los actos terroristas”, la intervención del jefe del Estado quedó confirmada por la amenaza de un grupo islamista hasta ahora desconocido. A través de una carta remitida al vespertino Le Monde y al diario Le Parisien, el grupo Los servidores de Alá el potente y el sabio amenazaron con “sumergir a Francia en el terror y los remordimientos y hacer rebasar la sangre más allá de vuestras fronteras”, a raíz de la adopción de la ley que prohíbe el uso del velo islámico en las escuelas públicas del país. Fuentes judiciales de la lucha antiterrorista señalaron que la manera en que el texto estaba redactado lleva a tomar su contenido “muy en serio”.
Los servidores de Alá el potente y el sabio arguyen que París no debe creerse exenta de atentados debido a la posición adoptada durante la guerra de Irak e insisten en que “desde el 10” de febrero pasado –fecha en que la Asamblea votó la ley sobre los signos religiosos– Francia no está protegida. Los poderes públicos no han constatado aún la veracidad de la carta firmada a nombre del Comando Movsar Baraïev. Los servidores de Alá el potente y el sabio hicieron su primera aparición ayer pero el nombre que lleva el comando no es desconocido. Según el Ministerio del Interior francés, Movsar Baraïev era el jefe de la unidad chechena que, en octubre del 2002, organizó la toma de rehenes en un teatro de Moscú y que murió durante el asalto lanzado por las fuerzas de seguridad rusas. Esta es la segunda vez que París aparece como uno de los objetivos de los islamistas a raíz de la ley sobre el velo islámico. En un video difundido por el canal Al-Arabia, Ayman al Zauhri, jefe del movimiento integrista egipcio Los hermanos Musulmanes y considerado como el brazo derecho de Bin Laden, acusó a Francia de participar en la “odiosa cruzada” de los occidentales contra el Islam. Más globalmente, Al-Qaida considera que la ley que prohíbe los signos religiosos ostensibles dentro de las escuelas es una ilustración suplementaria del foso abismal que separa el Islam y Occidente.