EL MUNDO › LAS FUERZAS DE EE.UU. AVANZAN SOBRE LOS LUGARES SANTOS CHIITAS

Fuego a discreción en plena mezquita

Fue el peor enfrentamiento entre las tropas de EE.UU. y el ejército de Mehdi de Moqtada al-Sadr desde que éste inició su levantamiento en abril. 34 rebeldes fueron muertos y el ejército norteamericano incurrió en la ira de los chiítas al atacar sus lugares santos.

Por Justin Huggler *
Desde Bagdad

Fuerzas norteamericanas llevaron a cabo ataques aéreos en la ciudad sagrada de Najaf y tomaron por asalto una mezquita cercana a Kufa ayer. En el peor enfrentamiento entre tropas norteamericanas y la milicia chiíta leal al clérigo Moqtada al-Sadr, murieron 34 personas. Tres de ellas son civiles, según fuentes médicas. Imágenes televisivas mostraron manchas de sangre de uno de los heridos arrastrado en la mezquita de Sahla en Kufa. El rastro terminaba en una pileta de sangre en uno de los lavatorios de la mezquita.
El lugar fue escenario de la batalla más cruda entre norteamericanos y los seguidores del Ejército de Mehdi de Sadr. La violencia ocurrió al mismo tiempo que la milicia de Sadr se retiraba de la otra ciudad santa de los chiítas, Karbala, entre rumores de un acuerdo entre ambas partes. Pero las batallas en Kufa y Najaf parecieron ser la respuesta de las fuerzas norteamericanas a la oferta de Sadr de replegarse de Najaf, si sus tropas hacían lo mismo. Las fuerzas norteamericanas han jurado matar o capturar a Sadr, responsable del levantamiento chiíta contra la ocupación en abril. Al menos 20 chiítas de la milicia de Mehdi habrían muerto en combate en la mezquita de Sahla. Una puerta ornamentada fue dañada y parte de los mosaicos y la mampostería se derrumbaron. La profanación de la mezquita provocó la furia de los chiítas. Una multitud indignada se reunió ayer y juró resistir la ocupación. Los militares norteamericanos respondieron que sólo atacaron la mezquita porque la milicia Mehdi de Sadr la usaba de base militar.
Testigos afirmaron que las fuerzas norteamericanas la bombardearon con fuego de artillería y ataques aéreos antes de asaltarla. “Han violado algo sagrado”, declaró Ali Wasi, uno de los cien residentes locales que se apiñaron frente a la mezquita para protestar. “Estos santuarios de oración son lo más valioso que poseemos los chiítas. Resistiré hasta la última gota de sangre.” Un iraquí fuera de sí gritaba y se golpeaba la cabeza con furia. Kufa es la plaza fuerte de Sadr y abundan sus seguidores. Cerca de la ciudad, más allá del río Eufrates, se encuentra la sagrada Najaf, donde a pesar de ser menos popular, Sadr se escondió por semanas. La artillería norteamericana rompió el silencio del cementerio de Najaf donde los iraquíes chiítas aspiran a ser enterrados. Los combatientes de Sadr han usado tácticas de guerrillas contra las fuerzas de ocupación en los pasadizos del cementerio. Aviones norteamericanos llevaron a cabo ataques aéreos en la zona norte de la ciudad. Al menos 14 personas murieron, tres de ellas civiles, posiblemente más. Médicos del hospital local dijeron que recibieron 14 cuerpos y que la milicia de Mehdi no suele llevar muertos allí. Entre las víctimas figuran dos policías iraquíes, muertos cuando la estación de policía de Najaf fue atacada.
Najaf está construida alrededor del santuario de Imam Ali, uno de los santos preeminentes del islamismo. La violenta embestida norteamericana provocó la furia de la comunidad chiíta, particularmente en Irán, donde gobiernan los chiítas, y proliferan las manifestaciones. Ayer el gobierno iraní advirtió a Estados Unidos contra la profanación de lugares santos chiítas. Los chiítas culpan a Sadr del bombardeo a las ciudades sagradas y los norteamericanos confían en que le atribuyan a Sadr, y no a ellos, la culpa de los enfrentamientos. Pero están en una posición de riesgo cada vez mayor, sobre todo por la oferta de Sadr de retirarse.
Es un misterio lo ocurrido en la retirada del Ejército de Mehdi de Karbala, ayer. Se supone que el ejército norteamericano llegó a un acuerdo, pero lo ha negado. Ambas fuerzas militares han abandonado Najaf después de la oferta del clérigo chiíta de evacuar sus combatientes si los estadounidenses hacían lo mismo. Lideres iraquíes locales han estado tratando de negociar una retirada. Fuerzas de seguridad locales patrullaban las calles ayer, situación parecida a la de Faluja, donde trasun arreglo un general iraquí tomó control de la seguridad. El mayor David Gercken, vocero de la Primera División Blindada del ejército norteamericano, insistió: “No ha cesado el fuego. Ni se llegó a ningún acuerdo en Karbala. No haremos trato con milicias criminales”. Y el ejército norteamericano insistió en que no se retiró de Karbala, sino que simplemente había sido reposicionado.
Es posible que los norteamericanos busquen evitar repetir la señal de debilidad percibida por los iraquíes ante su retirada de Faluja. Sea cual fuere la verdad, ayer se vieron los primeros signos de que la frágil tregua de Faluja no durará. Dos soldados norteamericanos murieron y cinco fueron heridos en una emboscada en la que insurgentes usaron una bomba y granadas de propulsión misilística. Fue el primer ataque contra las fuerzas norteamericanas en el área desde el acuerdo en Faluja.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Alicia Nieva.

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Una iraquí contempla los daños en la ciudad santa de Karbala tras el fin de los choques.
Se cree que hubo un acuerdo de retiro mutuo entre EE.UU. y los rebeldes, lo que los ocupantes niegan.
 
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