EL MUNDO › UN NUEVO ESTALLIDO CONTRA LOS RECLUTAS IRAQUIES

Cómo pasarla bomba en Bagdad

Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad

Un terrorista suicida atacó por segunda vez en 24 horas ayer cerca de donde reclutas de la Guardia Nacional estaban esperando para firmar sus contratos, matando al menos a 11 personas en el oeste de Bagdad. Anteayer, otro atacante suicida había intentado atacar el mismo objetivo pero su auto había chocado contra un kiosco de venta de cigarrillos. “Se bajó del auto y corrió disparando su pistola de modo que nadie lo siguiera”, dijo Kamil Hassan, un comerciante de la zona.
La segunda vez el atacante suicida no cometió errores, y nubes de humo negro ascendieron desde la comisaría de la Guardia Nacional. Como en muchos ataques anteriores, la cantidad de bajas aumentó por la cantidad de jóvenes que estaban en el lugar buscando desesperadamente trabajo. “Se les dijo que hoy no habría entrevistas por la bomba del día anterior pero igual se quedaron esperando”, dijo un frutero llamado Qais. Posteriormente, tropas estadounidenses anunciaron por altoparlantes que había una segunda bomba.
Iraquíes que contemplaban el humo y la destrucción desde una distancia segura se preguntaban por qué los centros de reclutamiento para el ejército y la policía se encontraban siempre en el centro de ciudades como Bagdad. “Podrían hacer que la gente vaya a un campamento del ejército en las afueras de Bagdad; allí estarían seguros”, dijo uno de ellos, agregando que ése era el método de reclutamiento en los tiempos de Saddam Hussein.
En el otro extremo de Bagdad hubo más violencia, esta vez mientras vehículos blindados de Estados Unidos avanzaban combatiendo hacia el centro de Ciudad Sadr, el vasto barrio bajo que es el bastión de Muqtada al Sadr, el líder chiíta, y sus milicianos del Ejército de Mehdi. Diez personas murieron y 92 resultaron heridas en los combates. Tropas estadounidenses habían allanado antes la oficina de Sadr en Najaf, escena de una sangrienta batalla en agosto, en una movida que pareció representar una ruptura del acuerdo que produjo el fin del enfrentamiento. Un portavoz del gran ayatolá Alí Sistani denunció el allanamiento como contrario al acuerdo bajo el cual las tropas de Estados Unidos se retiraron de la ciudad.
Estados Unidos parece haber tenido un éxito al matar al líder espiritual de Tawhid and Jihad, el grupo de Abu Mussab al Zarqaui, quien murió cuando un misil disparado desde un avión o un helicóptero impactó en su automóvil. El jeque Abu Anas al Shami, nacido de padres refugiados palestinos en Jordania, era un alto miembro de la organización. Su voz puede escucharse en grabaciones llamando a atacar a la policía, los militares y el primer ministro Iyad Allawi.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

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