EL MUNDO › EL EJECUTIVO TIENE HASTA HOY
PARA DECIDIR SOBRE LA LEY DE HIDROCARBUROS

Tensa expectativa sobre la Mesa boliviana

Masivas marchas que reclaman nacionalizar el gas convergieron en La Paz. Presionan una respuesta del presidente Carlos Mesa.

Por Pablo Stefanoni
Desde La Paz

El presidente boliviano, Carlos Mesa, seguía ayer “tomándose el tiempo necesario” para definir su posición frente a la ley de hidrocarburos en medio de una nueva ola de protestas. Hoy a la una de la tarde vence el plazo para que el mandatario defina si promulga la ley, la veta o envía observaciones puntuales al Congreso. Las multitudinarias marchas de ayer dejaron un saldo de dos heridos, ante el intento de los manifestantes de ingresar a la céntrica Plaza Murillo “para cerrar el Parlamento”, resistido por las fuerzas de seguridad con gases y un flamante camión hidrante.
Ayer, el centro paceño quedó virtualmente paralizado por las protestas. A las nueve de la mañana, una multitudinaria marcha partió de la Ceja de El Alto rumbo a la sede de gobierno. Formados casi “militarmente”, detrás de los estandartes de las juntas vecinales, miles de alteños bajaron hacia la “hoyada” paceña cantando consignas contra el gobierno, el Congreso y las transnacionales. “Qué queremos” preguntaban los dirigentes. “Nacionalización” respondían disciplinadamente los manifestantes, entre una y otra ensordecedora detonación de dinamita. Al llegar a las cercanías de la céntrica Plaza Murillo –con la intención de “echar a los diputados y senadores”–, los manifestantes fueron gaseados por las fuerzas de seguridad. “El presidente parece haberse olvidado de que está en ese sillón gracias a los muertos en la guerra del gas (en octubre de 2003)”, le dijo una señora a Página/12. “Para qué tantas viudas, tantos muertos”, se preguntó otro manifestante.
Entretanto, en la carretera La Paz-Cochabamba, mineros cooperativistas salieron a bloquear el tránsito con la demanda de nacionalización, al que se sumaron otros puntos de bloqueos de carreteras del Altiplano. Y, en la tarde de ayer, se suspendieron las salidas de micros desde la terminal paceña. La marcha de Caracollo aguarda la presencia de Evo Morales, quien irónicamente no pudo llegar debido al bloqueo de los mineros. Los sectores movilizados se oponen también al referéndum autonómico impulsado por el comité cívico de Santa Cruz de la Sierra y proponen discutir las autonomías en la asamblea constituyente convocada para fin de año.
La posición en favor de la nacionalización –que aparentemente tiende a expandirse entre los movimientos sociales y sindicales– es resistida por el MAS que mantiene su demanda de 50 por ciento de regalías. Según la agencia Bolpress, el diputado de ese partido, Gustavo Torrico -considerado un representante del ala “conservadora” del MAS– declaró que luchar por la nacionalización es un “suicidio”. “Mientras haya otras manifestaciones que luchan por la nacionalización no puede haber gente que esté de paseo”, dijo el líder de la COB, Jaime Solares, en una tácita crítica a la marcha convocada por su aliado Evo Morales. “Quién sabe si la Fejuve de El Alto hace estas movilizaciones, en las que anuncia la toma del Parlamento y la renuncia de Mesa, con otros fines, o bien podría estar digitada. ¿Cuál será la verdad?”, puso en duda Torrico. Pese a las discrepancias, tanto unos como otros ven en la renta petrolera y gasífera un recurso para salir de la crónica postración que vive el país. “Son grupos vinculados al pasado, al (ex presidente) Sánchez de Lozada”, dijo el director de prevención de conflictos, Gregorio Lanza, repitiendo, paradójicamente, palabras casi textuales del propio ex mandatario quien, poco antes de ser corrido del poder, minimizaba las protestas como producto de “minorías subversivas”. La central obrera alteña (COR) se encontraba ayer definiendo “los siguientes pasos”, mientras que la Fejuve convocó para hoy a un ampliado de emergencia. Varios sectores amenazaron con masificar las medidas incluyendo el bloqueo de caminos, medida especialmente traumática para la ciudad de La Paz, cuya única vía hacia el resto del país pasa necesariamente por El Alto.
“Las movilizaciones son aún dispersas aunque se está replanteando la demanda de nacionalización que había sido desactivada por el referéndum del 18 de julio. El gobierno mantiene algunas chances de continuar si logra consensuar sus observaciones a la ley con el Parlamento, si embargo es probable que, de seguir, Mesa quede sobre una tablita en el medio del mar”, dice el analista Alvaro García Linera. Hoy sabremos si el jefe de Estado –adepto a los golpes de efecto– saca algún otro conejo de la galera y vuelve a sorprender a los cada vez menos pacientes habitantes del empobrecido país andino.

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Los trabajadores llegaron a La Paz desde El Alto con consignas de nacionalizar el gas natural; no pudieron acceder a la sede de gobierno.
 
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