EL MUNDO › ENTRE ESTADOS UNIDOS E ISRAEL CONTRA HAMAS

La conspiración que no fue

Por Donald Macintyre *
Desde Jerusalén


Hamas denunció ayer a los gobiernos de Estados Unidos e Israel por “interferencia” y “castigo colectivo” luego de un informe de que estaban discutiendo formas de utilizar un cese de financiamiento para expulsarlo del poder a más tardar este año. Tanto Israel como EE.UU. negaron tener un plan deliberado para forzar nuevas elecciones con la esperanza de dar fin anticipadamente a la mayoría de Hamas en el nuevo Consejo Legislativo palestino, que se reunirá por primera vez el sábado. Pero Israel en particular no hizo nada para disipar la idea de que estaba a favor de cortar la provisión de fondos a una Autoridad Palestina (AP) controlada por Hamas a menos que la facción acordara reconocer a Israel, renunciar a la violencia y cumplir los acuerdos previos entre Israel y la AP.

El New York Times citó ayer a “funcionarios y diplomáticos” que mantuvieron el anonimato diciendo que las intenciones eran privar a la AP de dinero y contactos internacionales al punto que dentro de varios meses el presidente palestino, Mahmud Abbas, se vería forzado a llamar a nuevas elecciones que llevarían a un Fatah reformado nuevamente al poder. Por su parte, el vocero del Departamento de Estado, Sean McCormack, dijo: “No hay plan, no hay conspiración”. El diario dijo que la estrategia era forzar a Hamas a elegir entre alterar sus largamente defendidas posturas o enfrentar el aislamiento internacional y colapsar. Mushir al-Masri, un vocero de Hamas y nuevamente electo legislador, dijo del informe: “Esto es... un rechazo del proceso democrático, que los americanos piden día y noche. Es una interferencia y un castigo colectivo para nuestra gente porque practicaron el proceso democrático en una forma transparente y honesta. Necesitamos una posición islámica y árabe firme para afrontar este desafío”.

Mark Regev, vocero del Ministerio del Exterior israelí, negó que hubiera un plan para expulsar a Hamas en nuevas elecciones, pero dijo que Israel y la comunidad internacional ya habían dejado claro que habría “serias implicaciones” para Hamas si no revertía sus posturas. Funcionarios israelíes son escépticos sobre si Hamas podría asegurar fondos alternativos adecuados por parte de países musulmanes, incluyendo Irán, para pagar el sueldo de los 137.000 empleados de la AP.


* De The Independent de Gran Bretaña. Rspecial para Página/12. Traducción: Virginia Scardamaglia.

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