EL MUNDO › DESLIGARON A LA VIUDA Y LOS HIJOS DE LOS FRAUDES DEL DICTADOR

Desprocesaron a los Pinochetitos

Una Corte de Apelaciones aceptó el recurso presentado por la familia y los acólitos del dictador fallecido y dictó el desprocesamiento de los 23 sospechosos. Un juez los había vinculado con un millonario robo de dinero público durante la dictadura chilena.

 Por Christian Palma
desde Santiago de Chile

La familia del fallecido dictador chileno Augusto Pinochet Ugarte pasó del llanto a la alegría. Todo en menos de un mes. El pasado 4 de octubre, el juez Carlos Cerda procesó y ordenó la detención de 23 personas –civiles y militares–, donde figuraban los cinco vástagos del difunto militar y su viuda, la octogenaria Lucía Hiriart, por el delito de malversación de caudales públicos. Como siempre volvió la polarización: risa y celebración entre los detractores y excusas y rabietas entre los adherentes. Ayer, veinte y pico días después, la causa giró 180 grados cuando la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago acogió el recurso de amparo interpuesto por la defensa de Lucía Hiriart y de los pinochetitos Verónica, Jacqueline, Marco Antonio y Lucía, junto a buena parte de sus acólitos, echando por tierra los procesamientos contra la familia del genocida.

El tribunal amparó el argumento de que un juez debe interrogar al imputado antes de tomar cualquier resolución en su contra. También establecieron, a diferencia del juez Cerda, que el delito de malversación de caudales públicos sólo lo cometen los empleados públicos. Si el dictamen de principios de mes puso nuevamente al devenido clan Pinochet en el mismo saco con chorros y ladrones –reabriendo de paso uno de los flancos débiles de la familia, pues ni los más acérrimos fanáticos de las jinetas, botas y bayonetas dan la cara cuando se habla de la fortuna que amasó el muerto militar–, el fallo de ayer es una tregua que, por esta vez, los aleja de los barrotes. Incluso les devuelve la voz perdida en las noches que durmieron tras las rejas.

Esto porque los jueces detallaron que “los amparados a la época de los hechos investigados (que es lo que interesa) no revestían la calidad de funcionarios públicos que exige el injusto de malversación y tampoco concurren otras exigencias típicas (tenencia –en razón del cargo– de caudales o efectos públicos y sustracción de los mismos)”. Este fue un punto clave en los procesamientos que dictó Cerda: la posibilidad de que los involucrados pudiesen cometer malversación de caudales públicos, en circunstancias en que no tenían la calidad de empleados del Estado, como es el caso del clan Pinochet.

Como explicó el portal electrónico El Mostrador, los jueces entregaron un análisis sobre la aplicación de ley hecha por Cerda y argumentaron que este delito es conocido como “especial propio” y para que se configure, deben existir características específicas. Por ejemplo, ser funcionario público, tener a su cargo los caudales y darles a los activos sustraídos otro uso o finalidad.

A primera vista, se puede inferir que los Pinochet y su séquito se salvaron –raspando– de las fechorías que cometió su padre o jefe, según sea el caso, pues los hechos mencionados son la cereza de una torta que comenzó a cocinarse en Estados Unidos con el hallazgo de una millonaria cuenta secreta del ex dictador en el banco Riggs y que reveló usos irregulares de recursos desde la Casa Militar y métodos ilegales de Pinochet para hacerse rico. Plata que los Pinochet boys niegan conocer. Habrá que ver cómo sigue el caso porque a minutos de conocido el nuevo dictamen, los abogados querellantes en la causa anunciaron que apelarán ante la Corte Suprema cuya Sala Penal será la encargada en definitiva de definir el destino procesal de estas personas. El Consejo de Defensa del Estado, por su parte, también salió a apoyar al juez Cerda y dijo que existían pruebas suficientes para los procesamientos.

En la otra vereda los que se frotaron las manos fueron los abogados defensores de los amparados, que coincidieron en que existe satisfacción por el dictamen. “Se ha restablecido el imperio de derecho y se pone fin a un error judicial”, dijeron. La heredera política del dictador, Lucía Pinochet Hiriart, aprovechó la victoria legal para recuperar algo de protagonismo en la escena política. La hija del dictador salió a hablar por Televisión Nacional y anunció que “ahora más que nunca” retomará su campaña para convertirse en diputada nacional. El resto de su familia prefirió el perfil bajo, por ahora.

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Marco Antonio Pinochet, hijo del dictador, abandona la cárcel de Santiago el 6 de octubre pasado.
 
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