EL PAíS › ALFONSíN HABLó EN EL CIERRE DEL COMITé LOS IRROMPIBLES

Ecos de un tiempo que pasó

El local queda en Caballito y fue uno de los más importantes de la Coordinadora en los años ’80. Los desalojaron para poner en venta el terreno. Alfonsín aprovechó para defender su gestión.

Unos trescientos radicales se reunieron para cerrar el comité de Formosa 114, un local histórico de la UCR porteña. Inaugurado en 1982, cuando todavía pesaba la veda política de la dictadura, el lugar acompañó en esa década el auge del alfonsinismo y fue en los ’90 un bastión de la fuerza en la Capital; ahora una inmobiliaria lo pone en venta para su demolición. Raúl Alfonsín encabezó la ceremonia. Como en los viejos tiempos, subió al palco y saludó con las manos volcadas sobre un hombro, mientras la concurrencia, algo raleada pero tratando de ponerle entusiasmo, lo vivaba con el clásico Al-fon-sín.

“Yo no creo que el cierre del comité sea un símbolo más de la muerte del radicalismo, como dicen algunos, pero es claro que hay una forma de hacer política que se terminó”, señaló Leandro Giacovone, uno de los organizadores del acto, poco antes de su inicio. Giacovone es integrante de la Juventud Radical y tiene 27 años. No recuerda por eso la campaña del ’83, pero sí la época en que la UCR llegó a tener 500 comités en la ciudad de Buenos Aires. Es un misterio cuántos quedan abiertos; él los estima entre 50 y 100, “pero en actividad real, muy pocos”.

El local está en pleno Caballito. En él militaron dirigentes como Jesús Rodríguez y Cristian Caram –desde 1987 en adelante fue el principal centro de acción de la Junta Coordinadora– y otros como el ex rector Oscar Shuberoff. En el 2002, cuando surgieron las asambleas porteñas y los escraches a la clase política, de ese local salieron Los Irrompibles, el grupo de militantes de la Juventud Radical que se movilizó para contrarrestar las protestas de las que Alfonsín empezó a ser blanco. La Agrupación se había vinculado con él 1989, cuando sufrió un accidente automovilístico que casi le costó la vida. Los Irrompibles se instalaron en la puerta del Hospital Italiano y acompañaron su convalecencia. Con la crisis de la UCR, serían los únicos que quedaron trabajando en el local de Formosa. En los últimos tiempos lo usaban como centro de reunión para hacer pintadas. “Nos lo alquilaba una señora, radical de toda la vida, que murió el año pasado. Somos víctimas de la especulación inmobiliaria, van a construir una torre y a sembrar soja en la terraza”, ironizó Leandro Santoro, 32 años, presidente de la parroquia. Anoche cortaron el tránsito para hacer el acto y sacaron a la calle sillas de distinta época y estilo para que pudieran sentarse los invitados de mayor edad. Entre los presentes estuvo Ricardo Gil Lavedra, pero no hubo muchos más conocidos.

Durante el acto, Alfonsín hizo un discurso en el que repasó algunos momentos críticos de su gestión. “Algunos me insultaron cuando dejé el gobierno, pero el tiempo va a demostrar que fue una actitud humilde y a pedido de mis adversarios para salvar la democracia argentina.” También criticó al kirchnerismo y advirtió sobre el resurgimiento de “un bipartidismo entre este gobierno con signos populistas y la derecha, que es el adversario que quiere tener”. El momento moderno de la noche fue la defensa de que se despenalice tenencia de drogas para el consumo.

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El ex presidente Raúl Alfonsín ayer durante el acto en el local de la calle Formosa.
Imagen: Télam
 
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