EL PAíS › RESPONSABILIZAN A PRODUCTORES AGROPECUARIOS DEL DELTA POR LA QUEMA MASIVA DE PASTIZALES

Hacía falta tanto humo para plantar tanta soja

Después de dos accidentes fatales y de que el humo invadiera Buenos Aires, el Gobierno responsabilizó a los productores que iniciaron casi 300 focos de incendio, pero dejó afuera a los dirigentes empresarios. Investigan a los propietarios de los campos incendiados.

 Por Eduardo Videla

Los incendios intencionales de pastizales en el Delta, que llenaron de humo a la ciudad de Buenos Aires y otros centros urbanos, produjeron el cierre de rutas, puertos y aeropuertos y se colaron en los rincones más íntimos de las viviendas del área metropolitana, tuvieron por primera vez impacto político nacional. El Gobierno responsabilizó a “algunos productores agropecuarios” por actuar con “irresponsabilidad, con tal de maximizar ganancias”, y pidió sanciones penales y civiles para quienes lo provocaron. Son 292 los focos de incendio y más de 70 mil las hectáreas de tierra afectada. Además de la irritación y perjuicios para la salud que provoca el humo (ver nota aparte) y de sus consecuencias en accidentes viales y trastornos para el trasporte, la quema intencional tiene, según los especialistas, consecuencias ambientales: se destruye drásticamente el ecosistema del Delta para liberar terrenos dedicados al boom de la soja.

Los incendios se iniciaron hace ya doce días y el humo que generan provocaron dos accidentes en la ruta 9, con un saldo de ocho muertos y más de 50 heridos. Pero hizo falta que el humo penetrara en la piel y la ropa de los porteños para que el tema se convirtiera en asunto de Estado. Por la mañana, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, responsabilizó por los incendios de pastizales a “algunos productores agropecuarios que están demostrando un gran desinterés por la comunidad, una irracionalidad inconcebible y una enorme irresponsabilidad con tal de maximizar sus ganancias”. Más tarde, en un acto público en Campana, la presidenta Cristina Fernández reclamó la actuación del Poder Judicial para establecer “sanciones civiles y penales” a los responsables.

Por lo pronto, hay dos denuncias penales realizadas por la Gendarmería y la Prefectura y una causa que se tramita en el juzgado federal de Zárate-Campana, sobre la que pesa un estricto secreto de sumario. Pese a eso, fuentes de la investigación dejaron trascender que, a partir de las imágenes satelitales y su cruce con los registros de catastro, permiten saber que en la zona arrasada por el fuego tienen propiedades el empresario Américo Gualtieri, súper contratista del Estado bonaerense durante la gestión de Eduardo Duhalde, y los ex funcionarios menemistas Pedro Pou y Roque Fernández. Pou, en declaraciones radiales, dijo que en sus campos no utiliza el método de la quema de pastizales.

En la ciudad de Rosario y en otras localidades celebran que el humo haya llegado a Buenos Aires, ya que de esa manera se ha prestado atención a un problema “que se viene repitiendo desde hace por lo menos cinco años”, según dijo a Página/12 el intendente rosarino, Miguel Lifschitz. “Hace años que venimos advirtiendo sobre las graves consecuencias para el ecosistema del Delta de la quema de pastizales”. “Esto no es nuevo, Rosario viene sufriendo el humo de la quema desde hace años, pero ahora el fenómeno es mucho mayor y las condiciones climáticas han llevado el humo hacia Buenos Aires.”

La quema de pastizales es consecuencia de la sojización de la producción agraria, sostiene el especialista en Desarrollo Humano Sostenible, Claudio Lowy. “La demanda y la falta de incentivo a otras producciones genera la reconversión de pasturas para ganado a producción sojera. Esto hace que las vacas que antes pastaban allí deban trasladarse a las islas de entre Ríos”, explica Lowy a este diario. Para reemplazar los pajonales por pasturas aptas para el consumo vacuno, los productores emplean el método más rápido y barato: la quema de malezas.

Ayer por la tarde, Randazzo se reunió con la secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, y los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli, y de Entre Ríos, Sergio Urribarri. El de Santa Fe, Hermes Binner, que estaba convocado para el encuentro, no pudo asistir por las mismas razones que inmovilizaron ayer a miles de personas.

Al término del encuentro, los gobierno nacional, entrerriano y bonaerense expresaron “un contundente rechazo a la metodología de productores agropecuarios, que en la búsqueda de incrementar sus ganancias han causado un enorme perjuicio a la población de una amplia zona de nuestro país a través de actos masivos e irresponsables”, según un comunicado de esa cartera.

Los funcionarios admitieron que el problema se prolongará durante varios días: es muy difícil apagar el fuego, por las condiciones del terreno y los riesgos para sobrevolar la zona. Pero enfatizaron que el fuego está circunscripto, es decir, que no se extenderá más allá de las 70 mil hectáreas denunciadas. En la reunión respaldaron la actuación en la investigación del fiscal especializado en medio ambiente (Ufima) Ramiro González en la investigación de posibles delitos cometidos en el incendio de pastos.

Los funcionarios también ratificaron la estrategia de cortar las rutas cuando las condiciones del clima edifican esas verdaderas barreras de humo que disminuyen la visibilidad.

Hernán Pantuso, del Organismo bonaerense para el Desarrollo Sostenible, argumentó que por “intensidad del fuego en las últimas horas se hizo muy dificultoso el trabajo aéreo por la densidad de las columnas de humo”. “Desde hace diez días no se puede apagar el incendio debido a que el fuego está en medio de bañados e isla, lo que hace casi imposible el acceso al lugar.”

Por la mañana, además de Randazzo, otros dos ministros cuestionaron a los productores incendiarios. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había dicho que “es una cosa tremenda tapar las rutas con humo sólo para desmalezar un campo”. “Se trata de una formidable irresponsabilidad de los productores agrícolas”, sentenció. También dijo lo suyo el ministro Justicia, Aníbal Fernández.

A partir de esas, declaraciones, algunos dirigentes ruralistas reaccionaron indignados, tal el caso del vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Ulises Forte, que atribuyó “intencionalidad política” del Gobierno con el propósito de “distraer del centro del debate” de las negociaciones con las entidades rurales. Los dirigentes aseguraron que la quema de pastizales es habitual en esta época y que se realiza para mejorar las pasturas destinadas al alimento del ganado, y estimaron que por el “mal manejo” de esa tarea y por la dirección del viento, el fuego se fue expandiendo.

La Presidenta no se privó de referirse al tema, en el acto de inauguración de una planta fabril en Campana, cerca de los focos de incendio: “Realmente llamo a todos aquellos a que se dedican a estas actividades a que actúen con responsabilidad. Ayer (por el miércoles) el aire de la capital era prácticamente irrespirable, los ojos ardían y el humo se impregnaba en las ropas”, describió. Y se refirió a los accidentes que ya provocaron ocho muertes y más de 50 heridos, y los “trastornos de miles de argentinos que ven trastrocadas sus vidas con inmensas colas de autos y camiones, y que incluso hoy están impedidos de transitar libremente por las rutas”.

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Ayer otra vez la ciudad y sus alrededores se llenaron de humo proveniente de los incendios del Delta. El fenómeno persistirá durante varios días.
Imagen: AFP
 
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