EL PAíS › LA ESPOSA DE MATAS, CON UN BMW TRUCHO

Con buen contacto

 Por Fernando Cibeira

El ex jefe del Departamento de Franquicias de la Cancillería Jorge Matas ya está citado a indagatoria en las dos causas en las que se investigan los delitos cometidos en la importación de autos diplomáticos pero sigue sumando complicaciones. Hoy, la Cancillería irá a Tribunales para aportar los últimos elementos encontrados en la investigación interna que inició por este caso. Allí se determinó, entre otros nuevos datos, que la esposa de Matas, María Evangelina Sanguinetti, poseía una autorización firmada por su marido para conducir un BMW modelo 325 i, año 2007, similar al que se ve en la foto.

Hasta ahora se le adjudicaba a Sanguinetti la titularidad de un Audi A4. Según una denuncia realizada por la Oficina Anticorrupción, la mujer se lo compró a precio muy conveniente a un empleado de la embajada de Rusia, Mijail Moskin. Pero, aparentemente, un coche importado no alcanzaba para sus necesidades. Por eso en enero de 2007 ingresó el nuevo BMW, que fue nacionalizado ultrarrápidamente en julio de ese año –violando las normas que establecían que debía tener al menos un año en el país– y autorizado para el manejo a la señora de Matas al otro mes.

Los dos casos tienen varios puntos de contacto. En ambos, Matas autorizó solícito el ingreso del vehículo que terminó en manos de su mujer y el gestor del trámite fue Pablo Rodríguez, otro de los imputados en las causas que se investigan en Tribunales. En la causa que lleva adelante el juez federal Norberto Oyarbide se acusa al ex funcionario, al gestor y a otros tres empleados que trabajaban en el área de Franquicias de formar parte de una asociación ilícita destinada a lucrar con el ingreso irregular de autos truchos. En otro expediente, del fuero penal económico, se los investiga por contrabando agravado.

Incluso, a Matas se lo acusa de haberle dado un permiso también a Rodríguez para que circulara con vehículos con patente diplomática pese a que, evidentemente, su trabajo estaba lejos de los entresijos de la política exterior.

Una empleada del Departamento de Franquicias que declaró en la Justicia sostuvo que Pablo Rodríguez era una presencia cotidiana en la oficina y que mantenía con Matas y sus empleadas más cercanas –las también imputadas Cristina Santander y su hija Marisol Rodríguez– un trato de mucha familiaridad.

En la pesquisa interna que lleva adelante la Cancillería también se encontraron nuevas irregularidades, todas imputables a Matas. Por ejemplo, que en los formularios presentados para solicitar las franquicias no hay coincidencias en contenidos fundamentales del original, el duplicado y el triplicado que debían presentarse ante diferentes organismos del Estado.

En uno de estos certificados un vehículo figura autorizado por el Departamento de Franquicias por 12 mil dólares, mientras que en los papeles presentados en la Aduana y en el Registro de la Propiedad Automotor su valor real era de 32 mil dólares. Del mismo modo se registraban diferentes números de chasis y de motor para una misma franquicia. En este caso el objetivo sería ingresar más de un auto en la misma franquicia.

Todos estos datos serán aportados hoy por la Cancillería a la Justicia. Debido a las revelaciones del sumario interno, Matas ya fue suspendido y no goza de ningún derecho laboral, aunque todavía no fue despedido.

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