EL PAíS › EL GOBIERNO MACRISTA REDUJO LAS INSPECCIONES A LOCALES BAILABLES

Boliches fuera de control

La dirección porteña de Fiscalización que dirige Federico Young admitió que en lo que va del año se inspeccionaron sólo 1139 locales, mientras durante 2007 se controlaron 4966. La oposición advierte que “hay un abandono de las tareas de control”.

 Por Werner Pertot

Cuando empezó el juicio por el incendio y las muertes en Cromañón, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, hizo una afirmación un tanto temeraria: “Hoy no podría haber una catástrofe igual”. Para plantear esto se basó en lo que –considera– es la sólida gestión de la persona que designó como titular de la Agencia Gubernamental de Control, Federico Young, a quien ratificó en el cargo a pesar de que compartió seminarios con la activista pro castrense Cecilia Pando. Sin embargo, la oposición porteña recibió un informe de Young donde asegura que hizo menos de la cuarta parte de las inspecciones que se hicieron en 2007. Young aseguró a Páginai12 que privilegian la calidad sobre la cantidad.

El legislador Alejandro Rabinovich (Autonomía con Igualdad) hizo un pedido de informes a raíz de la muerte de un joven en la puerta de un local no habilitado a comienzos de marzo. La dirección general de Fiscalización y Control, que depende de Young, respondió que hizo 23.287 inspecciones en la primera mitad de 2008, mientras que en 2007 se hicieron 58.822. El punto de la polémica se halla en lo que contestaron sobre los locales bailables: “Sobre la totalidad de locales inscriptos en el Registro Público de Locales Bailables se han realizado 4966 inspecciones durante el año 2007, y 1139 inspecciones en lo que va del año en curso al 30/6/08”. Una curiosidad: el segundo número está corregido con birome. En lugar de “1139”, decía “1048”. Es lo único corregido a mano de todo el expediente.

“Si lo tomás anualizado, hicieron un 100 por ciento menos de inspecciones. Lo que demuestran los números es que hay un abandono en las tareas de control. Macri tendría que dejar de decir que no puede volver a ocurrir Cromañón y ver que los numeros que envía Young no coinciden con eso”, advirtió Rabinovich. “El gobierno de Macri se compara permanentemente con el de Telerman, pero en los datos concretos se bajó a la mitad el sistema de control a los boliches. Y éstos son los números que manda el Ejecutivo”, aclaró.

“La expresión de Macri sobre Cromañón es una expresión de deseos. No tiene una apoyatura fáctica en la gestión de Young”, disparó el jefe del bloque kirchnerista, Diego Kravetz. “Se volvió a un nivel de descontrol descomunal. Obviamente, esto de crear una agencia para meter a todos los amigos a trabajar y truchar concursos hace que estemos en este estadio de descontrol y caos en la ciudad de Buenos Aires”, destacó, en referencia a la revelación que hizo Páginai12 de que Young contrató como inspectores a cuatro dirigentes del Partido Demócrata porteño, que él preside. Entre ellos están el protesorero y el tesorero de ese partido, coroneles retirados del Ejército que funcionaron como nexo para los seminarios que Young compartió con Pando y que estaban destinados a cuestionar los juicios a los represores y exigir que se juzgue al “terrorismo subversivo”. Uno de los contratados por el funcionario PRO fue agente de la SIDE durante el menemismo, hasta que se retiró para fundar una agencia de seguridad llamada Acecho S.A.

Young reconoció a este diario que contrató a dos personas que tenían cargos en su partido, pero aseguró que no ejerció ninguna “injerencia especial” para que entraran, pese a que él era el presidente de la comisión que seleccionó al personal que hoy inspecciona los boliches.

“La Agencia de Control la pidieron para hacer una gestión más eficiente. Lo que demuestran los números es que la ineficiencia es la moneda de cambio de esa agencia –se sumó a las críticas Facundo Di Filippo, legislador de la Coalición Cívica–. A menos que hayan inventado una nueva forma de controlar, no se puede reducir la cantidad de inspecciones. El control deficiente de los boliches nos llevó a la tragedia de Cromañón.”

“Si estamos en una situación en la que revisaron muchísimo menos, están trabajando con un nivel de riesgo muchísimo mayor”, razonó el legislador de la CTA Martín Hourest. “La Agencia no garantiza mayor extensión y lo que genera es una situación en la que discutimos la pertinencia de una agencia en lugar de la política pública en materia de control. Después de Cromañón, no tienen una política pública y lo que están haciendo como rutina lo hacen poco y mal”, estimó Hourest.

Consultado por este diario, Young optó por no discutir los números que le cuestionan los legisladores opositores: “Tenemos realmente una producción en cantidad... y en calidad, que es lo importante”, dijo.

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Ante la merma de inspecciones, Federico Young asegura que privilegia la calidad sobre la cantidad.
 
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