EL PAíS › RADIO PASILLO, CORTE Y CONFECCION

Misceláneas

Cornide, devoto de la “seguridad”. El nuevo Brandoni. Un sobrenombre para Polino Espeche Gil, palos e internas. El brindis de Falú. Santilli, un debut hot. El Adolfo en las pistas. Qué loco, un tema para Bolocco. El chiste de Rudy, un visionario.

 Por Diego Schurman

Memoria
El artículo es del diario La Prensa. Está fechado el 25 de marzo de 1977. Y dice así: “La Unión Comercial Argentina remitió ayer una nota a los comandantes generales de las Fuerzas Armadas en la que expresa: ‘Al cumplimentarse el primer aniversario de la asunción del gobierno por las Fuerzas Armadas, acontecimiento que concluyó con un régimen que conducía inexorablemente al país al caos y la disgregación, consideramos un deber expresar a ustedes y por su intermedio a vuestras respectivas instituciones nuestro agradecimiento y el de nuestras entidades por la patriótica decisión tomada’. La nota agrega seguidamente que ‘asimismo deseamos destacar los importantes logros del Gobierno Militar en el plano de la acción antisubversiva y el restablecimiento de la moral pública el orden y la SEGURIDAD’”. ¿Quién demostró semejante devoción por la dictadura? Osvaldo Cornide, actual titular de la Coordinadora de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME) y uno de los organizadores de las recientes protestas contra la inseguridad.

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Es una cuestión
de actitud
Dicen que es la estación del amor. Que hace florecer los estímulos más impensados. Y que logra despertar sonrisas a los ogros. La primavera es un milagro de la naturaleza y eso lo sabe Luis Brandoni. El último jueves, destruyendo su fama de malhumorado, ingresó sonriente a los estudios de P&E para participar del programa “La semana en 60”. Estuvo de lo más locuaz a lo largo del ciclo. Y al finalizar se enredó en un abrazo con el jefe del comité provincia radical, Federico Storani, quien le dispensó tantas flores que despertó el comentario de los presentes. Y, claro, no faltó el que asoció el cambio de actitud del actor ya no a factores climáticos sino a su deseo de postularse como candidato a jefe de gobierno porteño.

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Motes que matan
La maldad no tiene límites. Y eso se pudo comprobar en la sesión de Diputados de la última semana, durante el discurso del socialista Héctor Polino contra la impunidad de los jueces de la Corte Suprema. Propios y extraños hicieron campaña para imponerle el mote de Flavio Pedemonti, el extravagante personaje de “Todo por 2$”. Como si fuera poco, y que dio letra para los que insisten en realizar esa comparación, un grupo de taquígrafos se acercó al final del extenso discurso del diputado para preguntarle varias palabras que no habían entendido.

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Pertenecer tiene
sus privilegios
Se llama upgrading. Y es el equivalente a una mejora de categoría que muchas compañías aéreas conceden a determinados clientes. Se utiliza cuando, por ejemplo, un pasajero de clase turista pide el traspaso a primera clase. Eso es lo que hizo Vicente Espeche Gil, el embajador argentino en el Vaticano, en un reciente vuelo Buenos Aires-Roma de Aerolíneas Argentinas, según hicieron saber sin inocencia los trabajadores del sector. Así, lograron abonar cizaña en conflicto ajeno ya que es pública la pulseada –y hasta la disputa judicial– que el gobierno duhaldista mantiene con el representante argentino en la Santa Sede.

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Chin chin
Fue un momento de distensión, después de haber trabajado denodadamente por iniciar el juicio político a la Corte Suprema. En La Taberna de Hipólito Yrigoyen y Combate de los Pozos, los dirigentes del ARI Rafael Romá, Graciela Ocaña, Carlos Raimundi, Mario Cafiero y Marcela Bordenave compartían una comida con sus asesores y jefes de prensa. A esa altura parecía que no iba a haber ninguna sorpresa. Pero la hubo. Desde otro sector del salón, Ricardo Falú, otro acérrimo crítico de los “cortesanos” y quecompartía algunos tragos con Arturo Lafalla, se acercó a la mesa de los compañeros de Elisa Carrió con una botellita de vino y se despachó: “Para que compartamos más que las ideas”, dijo, y enseguida se ganó los aplausos de los presentes.

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Tres curiosidades tres
En la carrera de TC 2000 de ayer hubo al menos dos cosas que llamaron la atención. Una, la nutrida concurrencia. Pero enseguida llegó la explicación: las entradas se regalaban y por eso más de 40 mil personas coparon las gradas. La otra curiosidad fue el “Adolfo Presidente”, que si bien ya se veía en algunos autos (foto), ahora apareció en el cartel de largada. No llegó enseguida la explicación, pero Página/12 pudo averiguar las razones: Martín Salaverry, titular de Deport Motor, la concesionaria del circuito (que está en convocatoria de acreedores), trabaja desde hace tiempo en la campaña presidencial de Rodríguez Saá. Ambos se conocieron gracias a las gestiones de Carlos Odón, quien fuera secretario del fallecido Carlos Menem Jr. Ahora Salaverry trabaja para lograr que la última carrera de la categoría se realice en San Luis. Y aquí una tercera curiosidad: esa provincia no tiene pista.

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Lo apretaron en el debut
Se presentó como un púber, tímido y silbando bajito. Le tocaba debutar y lo quería hacer bien. Llegó al lugar de la cita el miércoles, hizo lo que Dios manda, y se retiró. Al otro día, un poco más envalentonado, y con el pecho hinchado, quiso repetir. Pero hasta ahí llegó. Enfrente estaba la legisladora reutemista María del Carmen Alarcón sugiriéndole que si a la hora de la verdad no votaba junto al resto del bloque del PJ, para “planchar” el juicio a la Corte, era preferible que se retirara. Y así, al otro día de jurar como flamante diputado –y como Dios manda ocupar la banca que dejó el titular de la SIDE, Miguel Angel Toma– Santilli, que pensaba “abstenerse” a la hora de votar, prefirió pegar el primer faltazo como le sugirió la dama.

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La profecía cumplida
Otra vez el humor de Rudy, de Los Chistes de Carlitos, de Ediciones de La Flor. Es, por supuesto, sobre Menem. Y como se escribió hace prácticamente diez años, hay que reconocerle al autor visión de futuro, ya que –al menos por ahora– nunca un chiste fue tan real. Ahí va:
Bill Clinton, el presidente de los Estados Unidos, estaba muy preocupado por la recesión:
–My God, Dios mío, ¿alguna vez se solucionará este problema de la recesión?
De pronto, escucha una voz muy profunda que le dice:
–Yes, hijo mío, se solucionará, pero no será durante tu mandato.
Boris Yeltsin, el presidente de Rusia, está muy preocupado por los conflictos entre las etnias:
–Ay, Dios mío, esto es terribluchko, ¿se solucionará alguna vez el problema de las etnias?
–Da, da –responde Dios–, se va a solucionar, pero no será durante tu mandato.
Y Carlos Menem, para no ser menos, también hace oír sus preocupaciones:
–Ay ,Dios mío, ¿es que alguna vez Argentina será un país del Primer Mundo?
–Sí, hijo mío –le responde Dios–, pero no será durante mi mandato.

* Colaboró Fernando Cibeira.

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