Dos desconocidos que se movilizaban en una moto rociaron con combustible la entrada de la CTA Capital y la prendieron fuego durante la madrugada del viernes. Tras el atentado, los dirigentes de la Central denunciaron que no es el primero que sufren y lo vincularon con otros similares de los que vienen siendo objeto los integrantes de la Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA), un gremio creado por choferes que se separaron de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Los choferes suspendieron una marcha que iban a hacer a la Terminal de Retiro para evitar choques con grupos de la UTA que manifestaban en el lugar.

La entrada de la CTA Capital ayer a la tarde mostraba todavía las consecuencias de la agresión, con la mayor parte de los vidrios rotos y la persiana metálica a medio bajar. Según detalló el secretario general de la seccional Capital, Carlos Chile, la policía tiene una filmación tomada por cámaras fijas del Gobierno de la Ciudad donde se ve cómo, a las 2 de la mañana, los agresores bajaron de la motocicleta para patear la puerta, tirar nafta y prenderle fuego. En una conferencia de prensa convocada por los dirigentes, Chile responsabilizó al Ministerio del Interior del esclarecimiento del atentado y añadió su intención de “dejar sentado que existe un extraño vínculo con un atentado sufrido en la CTA Paraná, cuando se creó la UCRA, y con otro ocurrido en Tucumán”.

Por su parte, Pablo Micheli agregó datos de otros episodios de violencia: el 31 de agosto la camioneta del secretario general de la UCRA fue incendiada por una molotov, mientras se encontraba estacionada en la puerta de su casa. “Al edificio de la CTA y de sindicatos que la integran contabilizamos 5 atentados. En ATE Capital, hace tres años durmieron al sereno y nos robaron las computadoras. Hace dos años, al local de la CTA sobre la calle Carlos Calvo le tiraron otra bomba incendiaria.”

En ese marco, Micheli señaló que la negativa del Gobierno a otorgar la personería gremial a la Central “nos pone al borde de la ilegalidad y nos deja a merced de estas bandas”. Y reclamó al Gobierno “no esperar a que ocurra algo más grave, como el asesinato de un compañero, para que se tomen medidas”.

La UCRA tiene reconocimiento como sindicato simplemente inscripto desde junio de 2003. Existe en 23 provincias, integrado por choferes de corta, media y larga distancia y otros trabajadores del transporte, como mecánicos y chapistas. Al igual que en el caso del subte, la UCRA ha tenido desde su creación numerosos conflictos con la UTA, de la que se desprendió. En estos días, realiza un plan de lucha en reclamo por la reincorporación de doce choferes “despedidos por haberse organizado gremialmente” y en pedido de que se respeten los descansos establecidos por el convenio colectivo de trabajo. Como parte de sus protestas, la UCRA había convocado a una movilización a Retiro, que fue suspendida ante la novedad de que la UTA también estaba organizando una manifestación frente a la terminal. El 29 de enero, choferes de los dos sectores habían protagonizado allí incidentes al enfrentarse con golpes y pedradas.