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Carlos Telleldín se defendió atacando. Ya entrada la noche, sentado en medio de la sala, respondió a una pregunta del tribunal en la que involucró al juez federal Juan José Galeano. Mientras ampliaba su declaración indagatoria en el juicio oral en el que se lo acusa de ensamblar la camioneta usada como bomba en el atentado contra la AMIA, aseguró que fue el magistrado quien lo asesoró sobre cómo invertir los 400 mil dólares que cobró para declarar.
“¿Qué hizo con el dinero que le dio la SIDE?”, quiso saber el juez del Tribunal Oral Federal Nº 3. Telleldín no dudó y respondió: “Puedo demostrar hasta el último peso, pero perjudicaría a terceros. Yo cobré ese dinero, ya lo dije. Galeano y su secretario Javier de Gamas saben en qué lo invertí”. Y siguió con más detalles: “Ellos me aconsejaron cómo invertir porque yo estaba imputado en AMIA y tenía causas por delitos sobre automotores. Como iba a ser embargado, sometido a juicios civiles, Galeano me dijo: ‘Un juez amigo mío invirtió así y le hice caso’”.
Telleldín se refería así al pago de 400 mil dólares que recibió, según él, en 1996, de manos de Galeano para que involucrara en el atentado a policías bonaerenses, cuatro de los cuales ahora son juzgados junto a él como “partícipes necesarios”.
Durante la jornada de juicio oral del jueves, Telleldín también declaró sobre el papel de Héctor Vergez. Del represor dijo “es un mercenario, que se quedó con 300 mil dólares que la SIDE me había enviado por su intermedio para que me solvente”. El ex capitán del Ejército habría sido quien se acercó a la cárcel a negociar con Telleldín de parte de la Secretaría de Inteligencia. Acto seguido, le dio una mano a su compañero de causa, el ex comisario bonaerense Juan José Ribelli. “Yo no lo conocía, no pude haberle hablado a Vergez de él”, aclaró desmintiendo al represor acusado de violaciones a los derechos humanos en la última dictadura.
Carlos Telleldín, alias El Enano, es el detenido más importante que tiene la causa AMIA, que ya lleva ocho años de investigación y más de uno de juicio oral. Telleldín tenía un desarmadero de autos y está acusado de ser quien entregó la Trafic usada como coche bomba el 18 de julio de 1994. Desde su detención, Telleldín se vio inmerso en continuas polémicas que lo involucran en distintas negociaciones que van desde el Gobierno a la Justicia.
Sin embargo, el informe que la central de inteligencia liderada por Miguel Angel Toma entregó al presidente Duhalde hace un mes no decía nada sobre la responsabilidad de Telleldín y de los policías bonaerenses en el ataque. Parece que la SIDE no quiso meterse en ese terreno y dejó que esa parte de la investigación se profundizara en el juicio oral.
Además de escuchar las declaraciones de Telleldín, el tribunal ordenó el jueves la detención de dos personas acusadas por falso testimonio y recibió un pedido de parte de las defensas de varios acusados. Uno de los detenidos es el abogado Claudio Lupiano, que había sido defensor del ex comisario Alberto Huici, acusado de delitos graves en la causa. El otro es Marcelo Moscardo, un amigo del reducidor de autos y su pareja, Ana Boragni. A pesar que desde hace meses se cerró la etapa dedicada a reconstruir cómo fueron los hechos, los defensores oficiales aún tienen dudas. Por eso pidieron a los jueces, en un escrito sobre el que deberá resolver el tribunal, “reproducir la trayectoria que tendría que haber realizado la supuesta camioneta para detonar su carga explosiva cerca de las puertas de acceso a la AMIA”.