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Por Nora Veiras y
Carlos Noriega
Desde Perú

El prófugo de la Justicia peruana Jorge Baca Campodónico que llegó a la Argentina como experto de la misión del Fondo Monetario Internacional cumplió su segunda noche en prisión tras ser detenido por Interpol. El juez Rodolfo Canicoba Corral decidirá hoy si le otorga la excarcelación o si lo mantiene preso mientras se tramita el pedido de extradición del ex ministro de Finanzas de Alberto Fujimori acusado de integrar el círculo delictivo del ex jefe de los servicios secretos de Perú Valdimiro Montesinos. La defensa del técnico del FMI –a cargo del estudio de Roberto Durrieu, ex ministro de Justicia del dictador Jorge Rafael Videla – pidió la libertad del detenido amparándose en la supuesta “inmunidad” de la que gozaría como integrante de la misión de ese organismo. Hasta anoche, en el Juzgado no habían recibido ninguna ratificación de la Cancillería y evaluaban que la aplicación de ese criterio no es automática. “En principio no tiene inmunidad”, dijo a Página/12 Canicoba Corral.
La conmoción que envolvió a la misión del FMI ante la comprobación de que uno de sus expertos en temas fiscales es un “reo contumaz” era proporcional al regocijo silencioso de algunos miembros del gabinete nacional.
–Este es el que venía a explicarle a Alberto Abad (el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos) cómo “luchar” contra la evasión –ironizó un ministro mientras con su mano dibujaba en el aire el ademán del tan lunfardo afanar.
El fiscal Guillermo Marijuán rechazó el pedido de libertad planteado por la defensa de Baca Campodónico basándose en que el requerimiento de extradición “veda la excarcelación”. En el juzgado, sin embargo, evaluaban que es necesario analizar diversos antecedentes sobre el caso. Por un lado, señalaron que, según el mismo reglamento del FMI, la inmunidad no es automática: depende de la categoría del funcionario en cuestión y de la imputación que se le realiza. Por otro, destacaron que en caso de otorgarse la libertad eso no impide que continúe el proceso de extradición; en ese caso Baca Campodónico no podría salir de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde Perú, la Procuraduría General empezó ayer a reunir la documentación necesaria para completar en diez días el trámite de extradición. En respuesta al pedido de la defensa del ex ministro de Finanzas y ex jefe de la Superintendencia Nacional de la Administración Tributaria (Sunat), la Procuraduría calificó como “irrelevante” el planteo de inmunidad de Baca Campodónico por su pertenencia a la misión del FMI. La Justicia peruana ya había detectado que el ex funcionario estaba en Estados Unidos y venía realizando sin éxito gestiones en ese país para lograr la extradición.
Baca Campodónico, procesado por los delitos de falsedad genérica, ideológica y cohecho pasivo por su gestión al frente de la Sunat, tenía prohibido salir de su país. El 11 de mayo de 2001, el ex funcionario “fujimontesinista” –como lo califica la prensa peruana– había sido detenido en Miami por Interpol y consiguió su libertad alegando que era representante de su país ante Naciones Unidas. En febrero de 2002, el Juzgado 4 de Lima lo declaró “reo contumaz”, es decir que eludió las citaciones en las que debía comparecer y se fugó. La causa en su contra se funda en que habría sido uno de los ideólogos del mecanismo de protección fiscal de Vladimiro Montesinos y el círculo de poder corrupto que sostenía la presidencia de Alberto Fujimori, quien huyó a Japón para eludir el proceso judicial.
La comisión ad hoc que se creó en el Congreso peruano acusó de distintos delitos de corrupción a 1312 funcionarios del gobierno de Fujimori, 84 de ellos están presos en cárceles, 79 cumplen arresto domiciliario y 130 siguen prófugos. Montesinos ya fue condenado a nueve años de prisión en uno de los sesenta juicios abiertos en su contra y el lunes próximo se iniciará otro de los procesos bajo estrictas medidas de seguridad.
En medios judiciales peruanos pronosticaban que la suerte de Baca Campodónico quizá sea similar a la corrida por el empresario Ernesto Schultz. El magnate televisivo peruano, acusado de haber recibido 10 millones de dólares de Montesinos para pagar campañas sucias contra los opositores a Fujimori, fue detenido en Buenos Aires cuando estaba a punto de embarcar hacia Suiza. Estuvo poco tiempo preso y desde hace un año y medio goza de libertad condicional mientras se sustancia el proceso de extradición.
Más allá de la decisión que tome hoy Canicoba Corral sobre la libertad o no de Baca Campodónico es evidente que el casting del Fondo Monetario Internacional no sólo comete “errores” técnicos a la hora de elaborar diagnósticos y pronósticos sobre la situación económica de los países a los que asiste. El economista peruano posgraduado en el prestigioso MIT de Estados Unidos, quien en 1998 había firmado uno de los tantos pactos de ajuste estructural de la economía de su país con el organismo multilateral, era desde hace más de dos años un prófugo de la Justicia con pedido de captura internacional. Quizás a partir de la segunda detención de Baca Campodónico, el titular del FMI Horst Koehler se ponga un poco más riguroso a la hora de aprobar la integración de las misiones técnicas. A menos que esa clase de prontuario especializado se naturalice como un mérito.