Jueves, 2 de junio de 2011 | Hoy
EL PAíS › LA UCR DIO POR TERMINADA SU RELACIóN CON EL SOCIALISMO Y RATIFICó SU ACUERDO CON FRANCISCO DE NARVáEZ
Tras la ruptura, Alfonsín dijo que a esta altura no cree que sea conveniente compartir fórmula con Binner, quien no definió aún si se presentará a presidente con otros aliados. El radical encabezará un acto junto al peronista disidente el sábado en Mar del Plata.
Por Sebastian Abrevaya
“No creo que vaya a compartir una fórmula con Hermes Binner. Y a esta altura tampoco creo que sea conveniente compartir la fórmula con él”, sentenció anoche el candidato radical, Ricardo Alfonsín. Después de semanas de indefiniciones, la UCR decidió romper de hecho su alianza con el Partido Socialista para aliarse en la provincia de Buenos Aires con Francisco de Narváez y con otros dirigentes del peronismo disidente en el resto del país. Por estas horas, radicales y socialistas tienen conversaciones para ver si terminarán enfrentándose en octubre o si el socialismo le da su apoyo sin sumarse en el binomio. Mientras Binner mantiene el misterio sobre su candidatura presidencial, Alfonsín prepara la primera foto con De Narváez, que se producirá este sábado en Mar del Plata. Además, por primera vez se mostrará el radicalismo unido, en un acto en Córdoba con la presencia de Alfonsín, el vicepresidente Julio Cobos y el senador Ernesto Sanz.
A modo de alegato final, el hijo del ex presidente difundió ayer una carta en la que justificó el acuerdo “distrital” con el Colorado y cargó las tintas, como nunca lo había hecho antes, sobre el partido del puño y la rosa. En el largo texto, Alfonsín aseguró que un nuevo triunfo del oficialismo traería una extensa lista de males como “acentuar el ataque al federalismo”, “el sometimiento del Congreso y de la Justicia”, “el deterioro de las instituciones”, “la consolidación de medios de comunicación como agentes de propaganda al servicio del gobierno”, entre otros tantos.
Según el candidato radical, evitar eso es una “obligación de las fuerzas progresistas”. Una forma poco sutil de acusar a los socialistas de contribuir a que eso no suceda. “Resistirnos a la construcción de una gran alternativa, nacional, popular y progresista, sería una forma imperdonable de conservadurismo”, dice Alfonsín, quien advirtió sobre las consecuencias negativas de “encerrarse” en los distritos.
Además de señalar contradicciones en el armado del Frente Progresista en Santa Fe, Alfonsín argumentó que Lula en Brasil o la Concertación chilena también integraron “tradiciones políticas diferentes” para llegar al poder. El alegato del radical termina con una frase de dos lecturas: “Que no fuéramos juntos por esa razón (la alianza con De Narváez), sería un error histórico. Que nos enfrentemos, sería imperdonable”. La primera convoca a no cometer ese “error histórico”, pero la segunda es todavía más importante. Una vez resuelta la ruptura, apela a que Binner se corra de la escena y no lo enfrente en octubre.
“El socialismo tal vez pueda acompañar sin someterse a la candidatura del partido”, deslizó Alfonsín anoche en televisión. Esa última situación es la que desvela hoy a la UCR: la posibilidad de que el socialista lidere un espacio de centroizquierda, acompañado por Fernando “Pino” Solanas en Capital, Margarita Stolbizer en Buenos Aires, Luis Juez en Córdoba y el sindicalista Víctor De Gennaro (ver aparte). Los radicales saben que esa opción les restaría seriamente chances de ingresar en un eventual ballottage con Cristina Fernández, además de “correrlos por izquierda”.
“Nosotros vamos por el poder. Si hay otros que no quieren, nosotros no nos vamos a quedar de brazos cruzados”, sentenció ayer el titular de la UCR, Angel Rozas, luego del encuentro de ayer en el comité radical. Después de almorzar el martes con el senador socialista, Juan Carlos Zabalza, Rozas encabezó la reunión, en la que no se tomó ninguna resolución formal para no pagar los costos de la ruptura. Habrá, entre mañana y el lunes próximo, un nuevo encuentro bilateral, esta vez protagonizado por Rozas, Gerardo Morales, Ricardo Gil Lavedra, por el alfonsinismo, y Zabalza, Alicia Ciciliani, Carlos Roberto, Roy Cortina y Lisandro Viale, por el PS.
Con la suerte del acuerdo nacional resuelta, los socialistas y los radicales se disputan quién se lleva el costo político, además de algunas cuestiones distritales que quedaron pendientes. Los casos más importantes son Santa Fe y Entre Ríos, donde la ruptura nacional provocará impactos locales negativos. Aunque en Santa Fe no corre riesgo el Frente Progresista, en ambas provincias existen diferencias respecto de la confección de las listas de diputados nacionales.
“Vamos a avanzar con De Narváez, eso está decidido”, aseguró ayer Rozas, quien, a título personal, sostuvo que no debería haber marcha atrás al respecto. Para el ex gobernador chaqueño hay una línea divisoria en la oposición, entre los que creen que no se puede ganar en octubre y los que sí. Según la impresión de Rozas, “Binner es un dirigente que cree que Cristina (Fernández de Kirchner) es invencible”.
Más allá de las declaraciones, la señal más contundente será el acto con De Narváez agendado para este sábado. Ese día Alfonsín tenía previsto una visita a Córdoba, donde se lanza la candidatura de Oscar Aguad y donde compartirá escenario con Julio Cobos y Ernesto Sanz. Será la primera vez que los tres dirigentes se muestren juntos luego de las frustradas internas del 30 de abril último. A pesar de sus compromisos, el candidato presidencial contratará un avión para ir y volver de Córdoba a Mar del Plata. “Varios se van a sorprender porque las propuestas van a ser mucho más progresistas que toda la retórica de quienes no se animan a hacer lo necesario para ganar las elecciones”, sentenció anoche Alfonsín, respecto de la presentación con el Colorado.
La UCR terminó de deshojar ayer su margarita. Le queda ahora a Binner definir si enfrenta a quien se suponía sería su compañero de fórmula o si le hace un guiño y lo deja pasar.
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