El titular del sindicato de encargados de edificio (Suterh), Víctor Santa María, intentó ayer desmentir que la ART Interacción, propiedad de ese gremio, haya iniciado una demanda contra Madres de Plaza de Mayo por 11 millones de pesos. Sin embargo, fuentes judiciales confirmaron que la demanda entró a Tribunales el viernes pasado. Tras la repercusión alcanzada por la difusión de la causa iniciada contra las Madres, el sindicalista trató de justificar lo hecho asegurando que no estaba al tanto de la situación y que las cosas “se arreglarían”.

Como es sabido, en la Fundación Madres de Plaza de Mayo se produjo una especie de vaciamiento que, de acuerdo con los primeros indicios, fue protagonizado por los hermanos Sergio y Pablo Schoklender, junto con otros integrantes del equipo que concentraba la administración del proyecto Sueños Compartidos. Se cambiaban cheques destinados a las obras de viviendas de las Madres por dinero en efectivo y lo que sospecha el juez Norberto Oyarbide es que parte de los fondos fueron a parar a bienes y empresas de los Schoklender.

La plata que los hermanos habrían sacado de Madres debió ir, por ejemplo, a pagar las cargas sociales y de ART de los trabajadores. Varias empresas –algunas allegadas a los Schoklender– demandaron entonces a la Fundación Madres y la sorpresa se produjo el viernes con la denuncia presentada por Interacción, el nombre que lleva la ART del gremio que conduce Santa María. Interacción inició la demanda judicial por falta de pago de mayor envergadura que registra la Justicia contra las Madres.

“Deben plata, sabemos por el problema que están pasando –dijo Santa María ayer a la mañana–. La ART manda cartas a los que no están pagando las cuotas y vamos a iniciar gestiones para solucionarlo.”

Más allá de las explicaciones mediáticas, Interacción rescindió oficialmente el contrato con Madres el 3 de agosto pasado.