EL PAíS › LOS POLITICOS DE MAYOR CONFIANZA DE KIRCHNER

Los del Sur también existen

Son los comprovincianos de confianza del presidente electo. Su hermana Alicia. El diputado nacional Sergio Acevedo. Su ministro de Gobierno Julio De Vido. Y el ex senador Daniel Varizat. Su historia, su relación con Kirchner, su trayectoria política. Y los lugares que les reserva en el armado de su futuro gobierno.

 Por Fernando Cibeira

Desde Río Gallegos

Quienes lo conocen bien aseguran que Néstor Kirchner no es de regalar confianza así nomás. Son pocos los que conocen a “Lupín” de memoria y con algunos de ellos pasó la mayor parte de las horas desde que volvió a la provincia como presidente electo. “Lupo está preocupado”, explicó uno de los hombres de su entorno. “Necesitaría contar con unas trescientas personas de confianza para llevarse a Buenos Aires, pero a duras penas somos quince”, agregaba. En realidad, si se busca ministeriables o dirigentes en condiciones de ocupar una primera línea, alcanza con los dedos de una mano. Su denominador común es una inoxidable convicción en el liderazgo de Kirchner y de su esposa Cristina y la certeza de que el país todavía no sabe la clase de presidente que le tocó esta vez. “Estos no me conocen”, dicen que dice Kirchner cuando por estos días lee a algunos de sus nuevos críticos. Y ellos, los incondicionales, aseguran que tiene razón.
El jueves a la noche, después de la caravana y de la emoción, Kirchner y Cristina se quedaron en la residencia a comer pizza. Después hubo varias rondas de café y cuando se quisieron acordar eran las cuatro y media de la mañana. Andaba por allí su hijo Máximo, el diputado y presidente de la Comisión de Juicio Político, Sergio Acevedo, y el vicepresidente primero de la Legislatura, Héctor Icazuriaga, que la semana que viene se hará cargo formalmente de la gobernación.
Uno de los temas que ocupó buena parte de la trasnoche fue la interpretación que algunos medios habían hecho del potente discurso que Kirchner dio el miércoles en el Hotel Panamericano. Hubo quienes calificaron el mensaje como “pésimo”, otros como “agresivo” y hasta estuvo el ocurrente a quien le recordó al ayatola Komeini. “Ustedes me tienen que acompañar. Estos no me conocen, creen que me pueden presionar”, dijo el presidente electo en su círculo de amistades. Pero no son muchos con los que se anima a hablar con tanta libertad.
Acevedo e Icazuriaga acompañan a Kirchner desde el ‘90, cuando se le unieron desde la línea que conducía Rafael Flores. Hoy integran su selecto grupo de funcionarios todo terreno. Si no van a Buenos Aires será sólo porque Kirchner los necesita en la provincia. Por estas horas, Acevedo es quien aparece con más fichas para convertirse en el próximo candidato a gobernador. Su mayor dificultad es, paradójicamente, lo útil que es a Kirchner en la Cámara de Diputados. A propósito, se especulaba que las elecciones pudieran convocarse para el 14 de septiembre: el mismo día que en la provincia de Buenos Aires y la segunda vuelta en la Capital Federal. Como para reforzar el triunfo de la línea “progre” Kirchner, Felipe Solá y Aníbal Ibarra.
En cambio, quienes sí suenan como santacruceños ministeriables son la ministra de Acción Social de la provincia, Alicia Kirchner, y el ministro de Gobierno –ex de Economía– Julio De Vido. Ambos, vestidos de sport, volvieron el viernes a la mañana luego de concluir el trabajo de los equipos técnicos que, por la deserción de Menem, se quedaron sin la gala que estaba prevista como broche en el Hotel Panamericano. La hermana mayor de Néstor siempre se ocupó de los temas sociales y no incursiona mucho en los vericuetos de la política por lo que su desembarco se limitaría al terreno social.
De Vido, en cambio, es otro de su círculo íntimo. Hay quienes lo ubican como jefe de Gabinete pero lo más probable es que se convierta en ministro de Obras Públicas, el caballito de batalla con el que Kirchner espera empujar la reactivación (ver, asimismo, página 6). “Hace falta financiamiento pero eso se consigue si mejora la recaudación”, explicaba De Vido, ya casi como un ministro, en el aeropuerto. El ex senador Daniel Varizat acompaña al presidente electo desde la intendencia de Río Gallegos, la prehistoria de esta historia. Tan cercano es que se lo menciona como probable jefe de la SIDE, lugar delicado si los hay. En la gobernación, ayer aceptaban que no sería lógico que Kirchner dejara la información de inteligencia en manos de alguien que no perteneciera a su entorno y que, en esa hipótesis, había que apostarle unos boletos al “Pelado” Varizat, director de la Casa de Santa Cruz. Un perfil similar le otorgan al ex diputado Dante Dovena y por eso son candidatos a ocupar los mismos cargos.
Como reconocía uno de los mismos integrantes, no es un entorno numeroso y en eso tiene que ver la forma de construcción de poder de Kirchner, quien no acostumbra ceder lugares con facilidad. Ahora, admitía el hombre de confianza, eso le provoca alguna inquietud: tiene que llenar un gobierno y no conoce a todos como le gustaría.

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Julio De Vido bien podría ser ministro de Obras Públicas.
Es un puesto central en el proyecto productivista del presidente.
 
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