EL PAíS › UN SONDEO REVELA QUE LA GENTE PREFIERE ELIMINAR LA CORRUPCION

Subir las penas, remedio de pocos

Una encuesta de Enrique Zuleta a la que tuvo acceso Página/12 ubica últimas en el ranking de Justicia y seguridad a la Policía Bonaerense y la Corte Suprema. Los consultados reclaman terminar con los hechos de corrupción como una forma de reducir el delito.

 Por Martín Granovsky

El aumento de las penas no figura ya como un reclamo de los argentinos para reducir la inseguridad, y en cambio el primer lugar, con el 38,3 por ciento de las opiniones, lo ocupa la lucha contra la corrupción en la política. El dato, un indicador de que el actual humor social hoy no es proclive a la magia negra de la mano dura, surge de una encuesta de la consultora OPSM a la que tuvo acceso Página/12.
El sondeo de Enrique Zuleta Puceiro revela que tiene presencia importante entre las herramientas que según la gente mejorarían la seguridad un solo lugar común en estos temas, la reforma a los procedimientos penales. El 38,2 por ciento indica que esa medida –habitualmente traducida como “los ladrones entran por una puerta y salen por la otra”– es clave.
Luego del 38,3 y el 38,2 de la corrupción política y el cambio procesal viene, con el 31 por ciento de las opiniones, la exigencia de luchar contra la corrupción en las fuerzas de seguridad.
Las bases para una disminución de la delincuencia a largo plazo ocupan un rango mucho menor. El aumento del desarrollo social, por ejemplo, llega solo al 9,6 por ciento en la mención de los consultados, una muestra nacional de 1100 entrevistas a mayores de 18 años en todo el país tomada entre el 30 de junio y el 4 de julio. El margen de error es de un 2,95 por ciento en más o en menos.
A corto plazo, ni el Presidente Néstor Kirchner ni el gobernador de Buenos Aires Felipe Solá se pueden quejar. Las demandas coinciden de manera exacta con las primeras medidas que aparecieron la semana pasada. La interpretación de la encuesta revela sintonía, por ejemplo, con el anuncio de lo que Solá define como “tomografía computada de los bienes de los policías”, una forma de condicionar la permanencia en la fuerza a la disposición de pasar un test sobre la forma en que cada uno pueda justificar sus ingresos y propiedades. También pasó la prueba la presencia de la Gendarmería en las calles del Gran Buenos Aires, una iniciativa que en las discusiones privadas del propio Gobierno está considerada una medida cosmética pero llamada a tener gran impacto popular. El cuadro sobre actuación de dirigentes e instituciones que se incluye en esta página indica que la Gendarmería recibe una calificación de 7 u 8 puntos para más de la mitad de los ciudadanos.
Por ahora, también, los principales actores del gobierno nacional tienen credibilidad para actuar en seguridad. La franja exclusiva de los que reciben puntaje de 9 ó 10 está encabezada por el propio Kirchner, con el 12,1 por ciento. Después vienen, en una definición genérica, “las radios”, con 9,3 por ciento. En la columna menos vip pero bien calificada por el 7 o el 8, “las radios” ocupan el primer lugar con el 52,5 por ciento, poco después de la Gendarmería. Kirchner recibe el 49,9 por ciento, el ministro del Interior Aníbal Fernández el 32,6 y el de Justicia Gustavo Beliz el 47,8. Felipe Solá está en un 23 por ciento y Aníbal Ibarra en un 31,4.
Los diarios concentran el grueso de las opiniones en la franja del 7 y el 8: 44,1 por ciento de los que opinan sobre ellos les ponen ese puntaje. Por el contrario, es muy pobre la opinión sobre las instituciones de Justicia y seguridad, con la comentada excepción de la Gendarmería:
- Para el 41,2 por ciento, la Policía Federal no pasa del 6, y para el 23,3 no pasa del 4.
- Más de la mitad ubica a los jueces por debajo del 6 de puntuación.
- La Policía Bonaerense no se arregla ni contratando al Papa de agente de relaciones públicas: el 28,4 le pone 3 ó 4 puntos, el 22,7 1 ó 2 puntos y para el 21,9 más benévolo no saca más de un 6. La consideración pública es aún peor que la de la Policía Federal. La Bonaerense solo podría consolarse con la imagen deplorable de la Corte Suprema: araña el 4 para el 33,6 por ciento y no llega al 2 para el 23,5 por ciento.
Si Eduardo Moliné O’Connor quisiera leer estos datos de modo escolar se equivocaría. El 9 y el 10 significan muy bien, el 7-8 bien, el 5-6regular, el 3-4 mal y el 1-2 muy mal. En esta encuesta, con un cuatro de lástima nadie aprueba.
El sondeo de Zuleta comprueba también la luna de miel con el Gobierno. Es interesante comparar dos datos. Un 67,2 por ciento cree que la seguridad sigue igual desde que Kirchner es Presidente. Pero pese a ese registro modesto, cuando OPSM preguntó por el futuro recogió que el 66,2 por ciento piensa que las cosas en seguridad serán mejores y que solo el 13 por ciento opina que seguirán igual.
La diferencia entre uno y otro porcentaje mide el capital político del Gobierno, aunque por supuesto no su eternidad.

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Para el 22,7 por ciento la Policía Bonaerense actúa muy mal, y para el 28,4 actúa mal.
 
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