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Un socialista con chance de ganar

Por primera vez en la historia, un socialista puede ser gobernador. Binner pelea el domingo que viene por Santa Fe.

Por Pablo Feldman
Desde Rosario

Por primera vez en la historia política argentina, un candidato socialista tiene serias posibilidades de ser electo gobernador. De imponerse el domingo que viene, Hermes Binner habrá terminado con 20 años de invicto peronista, cinco elecciones de gobernador consecutivas. El intendente de Rosario será sin dudas el candidato más votado, pero la Ley de Lemas que rige en la provincia compromete su triunfo y perfila al ex gobernador Jorge Obeid como principal beneficiario del sistema que ya consagró gobernadores a segundos más votados: Carlos Reutemann en 1991 y el propio Obeid en 1995. En ambas circunstancias el derrotado fue el radical Horacio Usandizaga, que el domingo próximo “corre para estorbar” en la elección de intendente de Rosario con los colores de López Murphy.
La última semana de campaña estará signada por encuestas que otorgan mínimas ventajas al socialismo o al peronismo alternativamente, las preocupaciones por el recuento de votos –en una provincia que padeció reiteradas irregularidades– y las movidas finales, que en relación a los dos candidatos con mayores chances involucran a la Casa Rosada, que en cualquier caso –gane Binner u Obeid– está a la espera de la derrota del reutemenemismo. En ese sentido, la elección simultánea de legisladores nacionales le permitirá a Reutemann despegarse de una eventual derrota en la gobernación, ya que su candidatura a senador nacional cosecha los más altos niveles de adhesión. Reutemann y Binner –según la consultora de Enrique Zuleta Puceiro– superan el 40 por ciento de intención de voto, lo que presagia un importante nivel de corte de boletas.
La semana que pasó se instaló la idea de que Binner podría ganar. La presencia en Santa Fe de dos de los más reputados consultores de opinión a nivel nacional motivó la reacción de Reutemann, que no está acostumbrado a recibir números adversos. En realidad, tanto Zuleta Puceiro como Manuel Mora y Araujo dan al Lole como el candidato con mayor intención de voto -a senador nacional– en un comicio que no admite Ley de Lemas, y van uno contra uno. En el caso de la elección del gobernador, en cambio, la cantidad de sublemas reduce el caudal de los candidatos y puede llegar a suceder que el próximo mandatario, en caso de ser del PJ, llegue a la Casa Gris con el 20 por ciento, como ya ocurrió con Obeid en 1995.
Para el domingo el peronismo lleva cinco fórmulas; Obeid-María Eugenia Bielsa (hermana del canciller y del técnico de la selección de fútbol); la que encabeza el ex intendente de Rosario, el socialista/menemista Héctor Cavallero; la que abiertamente apadrina el Lole y que postula a Alberto Hammerly, y dos más con baja intención de voto. Del otro lado, Binner lleva como vice a un ex ministro de Reutemann, Miguel Paulón, y hay un par de fórmulas más: una de raíz radical y otra de peronistas disidentes. Entre las dos no llegan al 3 por ciento. Además hay otras fórmulas que difícilmente consigan siquiera representación en el Parlamento provincial, una del centroderecha auspiciada por Lopez Murphy, y el ARI, que hizo una extraordinaria presidencial en abril y ahora difícilmente pueda conservar el caudal electoral.
A este panorama deberá agregarse el escrutinio, que si hay un corte de boletas como el que insinúan las encuestas va a complicarse a partir de incidencias y votos recurridos. El viernes, el candidato socialista consiguió que el Ministerio del Interior garantizara el recuento de votos, ya que existen sospechas de irregularidades, sobre todo teniendo en cuenta el antecedente de 1995, cuando “se cayó el sistema” y hubo que esperar 36 días para saber quién había ganado, en medio de denuncias cruzadas de fraude entre los propios peronistas, que llevó a Reutemann a decir: “Si cuento lo que pasó puedo terminar en una zanja”.
Para el acto electoral, además de la presencia de funcionarios nacionales se espera la llegada de veedores de la OEA, legisladores deChile y Brasil y organizaciones no gubernamentales. “Reutemann no va permitir que su final se vea enturbiado por una comicio irregular”, dijo Zuleta Puceiro, quien recordó que “en Santa Fe una vez se cortó la luz en el centro de cómputos (1983) y otra vez se tiraron urnas al río (1989)”. Lo cierto es que las garantías llegarán desde el gobierno nacional, donde Binner tiene una buena llegada, lo que ha obligado a Obeid a reforzar vínculos con la familia Kirchner, recibiendo a la senadora Cristina Fernández el martes en Santa Fe y visitando al Presidente el viernes.
Después de la foto, el vocero presidencial dijo que “el Presidente apoya a Obeid” y remarcó “el enorme respeto que tiene por el intendente Binner”. Sin dudas, la presencia de Reutemann en la elección obligó a la Casa Rosada a poner sus fichas no sólo en la casilla de Obeid, sino también en la de Binner. “No sea cosa que el PJ pierda la gobernación y Reutemann sea el más votado para senador y salga decir: yo gané, perdieron los candidatos a gobernador, también el de Kirchner”, indicó a Rosario/12 uno de los funcionarios que tiene un fluido contacto con el socialismo.
Obeid debió superar los obstáculos que el Lole le puso en el camino, incluido su candidato delfín, Alberto Hammerly, que salvo que haya un efecto “arrastre” que las encuestas no registran, es difícil que llegue a los dos dígitos. A partir de eso, la estrategia de Obeid se complica sobre todo a la hora de captar el voto independiente que, según las encuestas de Zuleta (que da ganador a Binner) y de Mora y Araujo (que habla de empate técnico), se inclinan mayoritariamente por el candidato socialista.

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