EL PAíS › DE QUE HABLA EL GOBIERNO CUANDO NO HABLA DEL FMI

Radio pasillo a todo trapo

Dónde estuvo recluida Fernández Meijide durante el verano. A quién ordenó De la Rúa averiguar sobre los planes de Servini de Cubría. Qué chicanas surgieron en la Mesa de Diálogo. Y mucho más.

 Por Diego Schurman

Radio pasillo arde. El indio Anoop Singh dominó las conversaciones de todos en la Casa Rosada. Pero la travesía del inquieto negociador del FMI no fue el único tema que analizaron los ávidos funcionarios del Gobierno. Los movimientos de Graciela Fernández Meijide, Fernando de la Rúa, Mario “Pacho” O’Donnell, Jorge Casaretto y Hugo Moyano, por sólo nombrar algunos, también estuvieron en boca de los duhaldistas. ¿Qué dijeron de ellos?. Ahí va...

Bicoca. Su ascenso fue tan meteórico como su caída. A tal punto que desapareció de escena. Lo único que se supo de ella en los últimos días fue de un contacto con Chiche Duhalde para hablar de “temas sociales”. Pero Graciela Fernández Meijide insiste en mantener el bajo perfil. Y pocos supieron de su descanso de temporada en el country Highland, en el kilómetro 42,5 de la Panamericana. Claro que semejante “retiro espiritual”, junto a su hija y yerno, no fue gratis. Por dos meses y medio en uno de los cómodos chalets del lugar, se habrían erogado 14 mil pesos. Una bicoca.

Terror. La preocupación de Fernando de la Rúa por la avanzada para echarlo de la UCR porteña se licuó en segundos cuando supo de otra noticia peor: la decisión de Servini de Cubría de citarlo a declarar por las muertes del 20 de diciembre. El terror a quedar tras las rejas apuró las gestiones de Leonardo Aiello, su mano derecha, para saber, sobre las verdaderas intenciones de la jueza. El tema es el único que desvela al ex presidente, a tal punto que sólo atiende su celular cuando en el identificador de llamadas aparece Aiello, la palabra mágica.

Vocación. Otro que está preocupado con la exposición pública es Mario “Pacho” O’Donnell. Por eso el ex legislador justicialista ha decidido llevar su pasión a parajes más seguros. Y dónde si no que en el country Golfer’s, donde hace años conserva una casa. El psicoanalista viene promocionando charlas en el polideportivo del lugar sobre la vida de Juan Manuel de Rosas, a quien le dedicó un libro subtitulado El maldito de nuestra historia oficial. Habrá que ver si el sindicalista Luis Barrionuevo, quien supo tener su casas de descanso en ese barrio privado con campo de golf, se anotará para escuchar a su vecino.

Escrache. A todos les llega su turno. Y para esta semana un grupo de vecinos viene organizando un escrache a Eduardo Duhalde. Para los que recibieron el e-mail con la convocatoria no es ningún misterio: se invita a concentrarse el miércoles frente a la casa que el Presidente tiene en Lomas de Zamora. Nadie pudo confirmar la veracidad de esa convocatoria. Pero al mandatario, a esta altura, parece preocuparle poco: desde hace rato que las noches lo encuentran en la Residencia de Olivos.

Promotor. Uno que ayer no pudo disimular su alegría fue Diego Santilli. El director del Banco Ciudad caminó con el pecho hinchado por los pasillos del hotel Partenón, de Fortaleza, entusiasmado con su participación, y la del titular del Banco Nación, Enrique Olivera, en un seminario dedicado a Pymes. “Percibimos buen clima”, comentó. Pero no fue lo único que lo excitó. Fanático gallina, también se regodeó con el triunfo de River y con la performance de su mujer, la periodista Nancy Pazos, en el perenne “Polémica en el Bar”. “Ojo que hizo 6 puntos en el primer programa”, sonrió, como si a su pareja le hiciera falta un promotor.

Chicanas. La Mesa de Diálogo es un ámbito de consenso para superar la crisis del país. Pero, al parecer, no puede sortear la suya. Los tres obispos que la integran, Jorge Casaretto, Juan Carlos Maccarone y Artemio Staffolani, están enojados por las falta de renunciamientos en la dirigencia política. Pero la respuesta no se hizo esperar. Un legislador del PJ, muy cercano a Duhalde, recordó que el reclamo en ese mismo sentido que hizo el Papa debería alcanzar a la propia curia. Y, ni lento ni perezoso, esgrimió el Presupuesto, donde figura el millón de pesos que la Iglesia recibe por mes del Estado. “Ellos piden renuciamientos pero el ajuste debería empezar por casa”, replicó, en lo que la ciencia dio en llamar chicana.

Batalla. Cuando estaba todo en marcha para avanzar con la derogación de la reforma laboral, irrumpió Jorge Remes Lenicov pidiendo frenar esa medida. Nadie sabe si el ministro de Economía reflejó su propia preocupación o simplemente ofició de vocero del FMI. Lo que sí se sabe es que tendrá un duro frente de batalla: detrás de la Comisión de Legislación Laboral de Diputados, que está encargada del tema, aparece la figura de Hugo Moyano. Es que el abogado de la CGT rebelde, Héctor Recalde, es también asesor de esa comisión. Moyano denunció la existencia de coimas para la aprobación de esa ley y apuntó especialmente al ex ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, a quien acusó de haber dicho que a los senadores los arreglaba con la Banelco. Recalde no se quedó atrás. Redactó un libro –Crónicas de una Ley Negociada– y siempre que hace una introducción al tema habla de la “ley del soborno”.

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