EL PAíS › FEIN RECHAZARá ESTA SEMANA EL PEDIDO PARA LLEVAR LA CAUSA NISMAN A LA JUSTICIA FEDERAL

Sin fundamento para cambiar de fuero

En respuesta a la solicitud presentada por las querellas de Sandra Arroyo Salgado y Sara Garfunkel, la fiscal que investiga la muerte de Alberto Nisman planteará en un escrito que no hay ninguna evidencia de que se haya tratado de un homicidio.

 Por Raúl Kollmann

Al final de la semana que empieza hoy, la fiscal Viviana Fein expondrá en un escrito que no hay ninguna evidencia de que a Alberto Nisman lo hayan asesinado y, por lo tanto, no tiene fundamento que la causa pase al fuero federal como piden los abogados que representan a Sandra Arroyo Salgado, la ex esposa de Nisman, y a Sara Garfunkel, la madre del fiscal. Una vez que se incorpore la postura de la defensa del técnico informático Diego Lagomarsino que, obviamente, tampoco convalidará la hipótesis del homicidio, Fein terminará de elaborar su escrito y la decisión pasará a la jueza Fabiana Palmaghini. En los próximos días se sumará a la escena la secretaría del Ministerio de Justicia que hasta ahora se encargaba sólo de trabajar en la investigación AMIA. Por decisión del gobierno de Mauricio Macri, el titular de Justicia, Germán Garavano, extenderá el trabajo de la secretaría AMIA al caso de la muerte del fiscal. Fue público que Arroyo Salgado acompañó a Macri en el debate con Daniel Scioli y es evidente que la nueva administración intentará reforzar la hipótesis del homicidio. Según parece, en el reparto de Cambiemos, el cargo sería para alguien del radicalismo. Afirman que se lo ofrecieron a Manuel Garrido y a Mario Cimadevilla, pero ambos lo rechazaron hasta ahora.

Querellas. Hace diez días, los tres abogados de Arroyo Salgado, Juan Pablo Vigliero, Federico Casal y Manuel Romero Victorica, presentaron un largo escrito pidiéndole a la fiscal Fein que se declare incompetente y envíe la causa al fuero federal porque, según sostienen, Nisman fue víctima de un magnicidio, es decir que fue asesinado por lo que estaba haciendo como fiscal. En sintonía, Pablo Lanusse, abogado de Sara Garfunkel, sostuvo lo mismo y vinculó la muerte de Nisman a su denuncia contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Los argumentos de los querellantes son variados, pero sostienen que el planteo es actual porque se produjeron dos novedades en la causa:

- Prestó una llamativa declaración Soledad Castro, quien a pedido de las querellas volvió a testimoniar. La abogada contó varias cosas que no había contado en su declaración anterior. Mencionó que habló con Nisman el día anterior a su muerte y que estaba de buen ánimo, que ella trabajó en la denuncia por encubrimiento y que fue un trabajo de muchos meses, no improvisado. Además, dijo que no conoce qué otras informaciones tenía Nisman pero que mandó a comprar discos rígidos para guardar esa información que, supone ella, tenía que ver con la denuncia de encubrimiento. No se entiende por qué el fiscal guardaría datos que le servirían para consolidar en algo el desprolijo escrito que presentó originalmente.

- La división Cibercrimen de la Policía Metropolitana, que está en la órbita del macrismo, presentó un informe ambiguo en el que sostiene que el celular de Nisman tenía un programa troyano, es decir espía, pero inadecuado para el software que usaba ese aparato. Dicen los informáticos que ellos no pueden afirmar ni negar que ese troyano haya estado también en la computadora, porque de esa laptop se borró toda la información. Además, señalaron que el troyano provino de un proveedor de Internet de Paraná, Entre Ríos.

De estos elementos, los querellantes sacaron la conclusión de que Nisman no se suicidó porque estaba sumamente compenetrado con la denuncia contra la Presidenta y que el troyano es una prueba de las operaciones de espionaje que podrían estar relacionados con lo que ellos consideran fue un asesinato. A esto agregaron los argumentos expuestos desde el principio, tras la muerte del fiscal –que alguien le disparó a Nisman el sábado 17 de enero, arrodillado frente a la bañadera–, sustentados en los dictámenes de sus forenses y su criminalista, todos refutados por los peritos oficiales por amplísimas mayorías.

Incompetencia. Hasta el momento, los querellantes habían recusado a Fein y también pidieron que la causa fuera asumida directamente por la jueza Palmaghini. Ambas iniciativas fueron rechazadas por la magistrada y luego lo decidido por Palmaghini tuvo el apoyo de la Cámara del Crimen. Esta vez, las querellas van por todo: el pase al fuero federal donde jugarían de locales, ya que buena parte de los fiscales y jueces –no todos– estuvieron alineados con la marcha del 18-F. Hay que sumar que en estos tiempos consiguieron un nuevo y poderoso aliado, el Poder Ejecutivo.

En la semana que empieza hoy, se pronunciará el abogado Maximiliano Rusconi, defensor de Lagomarsino. Como desde el primer día, Rusconi sostendrá que su cliente no tiene relación con la muerte del fiscal, que sólo le prestó el arma a pedido del propio Nisman y que no hay evidencias de que al fiscal lo hayan matado. El letrado insistirá en que los forenses ya han dicho que Nisman murió en la mañana del domingo 18 de enero y que está probado que Lagomarsino se fue de Le Parc el sábado a las 20 y no volvió. Después de la presentación de Rusconi vendrá la de Fein que seguramente reiterará que, al menos hasta ahora, no hay ninguna prueba de que en el baño hubiera otra persona en el momento del disparo. Todo indica que Fein rechazará el pase al fuero federal ratificando las evidencias:

- Nisman murió por un disparo a menos de un centímetro. No registra lesiones de defensa, sólo un golpe por la caída.

- El baño estaba ordenado, no hubo rastros de pelea.

- El análisis de las gotas de sangre indica que Nisman se disparó a sí mismo parado frente al espejo.

- Los criminalistas dictaminaron que no hay huellas ni ningún elemento que indique que había otra persona en el baño.

- No hay ninguna mancha de sangre fuera del baño ni huellas que prueben que alguien salió del baño después del disparo. Hay dos huellas sin identificar, porque la Metropolitana dictaminó que no son huellas completas, en un pequeño corredor del aire acondicionado. Hubo personal de mantenimiento trabajando allí, pero no en esos días.

- La puerta del baño estaba cerrada, con la cabeza de Nisman impidiendo su apertura. Así lo testificó la propia madre de Nisman quien, además, se mantuvo luego sentada en una cama, de cara a la puerta, y también testificó que no entró nadie. Los forenses señalaron que el cuerpo no fue movido, algo que era imposible por el rigor mortis.

- Nisman pidió el arma prestada a Lagomarsino e intentó lo mismo con el custodio Rubén Benítez, es decir que el disparo provino de un arma que él mismo consiguió.

Con estos elementos, es muy posible que Fein sostenga que nada conmueve hasta ahora el cuadro probatorio. Respecto del estado de ánimo de Nisman, al que se refirió la secretaria Castro, en criminalística es conocido que no es una evidencia contundente.

Respecto del troyano, ya está claro que no funcionó en el celular, no se sabe si alguna vez estuvo en su computadora y menos todavía si fue un troyano que tenía el objetivo de espiar a Nisman o era un virus de los que se envían, a través de mails, a numerosísimos usuarios. De todas maneras, Fein sigue investigando si alguien espiaba o no a Nisman, algo que no tiene por qué tener relación con la muerte.

Protagonista. Desde el punto de vista del Poder Ejecutivo, actualmente existe la subsecretaría de Política Criminal en el Ministerio de Justicia que, entre otras cosas, está a cargo de la llamada Unidad AMIA. El titular era Luciano Hazan, quien renunció la semana pasada. El Estado era parte en la causa del Memorándum con Irán, pero también querellante en el actual juicio por encubrimiento del atentado. Allí están sentados en el banquillo varios amigos del gobierno de Macri, entre ellos el policía preferido del Presidente, Jorge “Fino” Palacios, así como el ex juez Juan José Galeano, los ex fiscales, la cúpula de la SIDE y el ex presidente Carlos Menem.

Por los trascendidos, el ministro de Justicia, Germán Garavano, convertiría la subsecretaría en secretaría y extendería sus funciones al caso de la muerte de Nisman. Allí el Poder Ejecutivo no es querellante pero se supone que trabajará para acumular pruebas. Para los abogados de Arroyo Salgado y Garfunkel será un super refuerzo, porque el macrismo siempre respaldó la hipótesis del homicidio, no sobre la base de pruebas, sino como un enfoque político para acusar al kirchnerismo. Las versiones indican que Macri y Garavano ubicarían en esa secretaría a alguien de renombre del radicalismo. Las versiones indican que Cimadevilla y Garrido dijeron que no. El puesto es ingrato porque es difícil conseguir resultados en la investigación del atentado casi 22 años después y respecto de la muerte de Nisman, no faltará quien argumente que es una intrusión en terreno judicial.

Demoras. Por ahora, todas las medidas de prueba están demoradas, no por voluntad de Fein sino por el incidente de incompetencia. Es casi seguro que la resolución de la jueza esté cerca de fin de mes. Por lo que se sabe, Fein no se tomará las vacaciones en la feria de enero, sino que seguirá trabajando. Principalmente, espera un informe de Estados Unidos certificando lo que está casi probado, que Nisman consultó sus cuentas de Yahoo y que entró a Google en la mañana del domingo, lo que probaría que estaba vivo a esa hora. Fein también quiere saber el contenido de esos mails que mandó o recibió, para ver si contienen algo referido a la muerte del fiscal.

Todo indica que cuando se cumpla un año de la muerte de Nisman, el 18 de enero próximo, no habrá aún un dictamen definitivo de la fiscal. Es muy probable que ese texto –si la causa continúa en manos de Fein– recién esté terminado en febrero o marzo.

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Las querellas pretenden que Fein se declare incompetente y envíe la causa al fuero federal.
Imagen: DyN
 
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