EL PAíS › SERGIO BURSTEIN LUEGO DEL FALLO QUE BENEFICIó AL PRESIDENTE

“La Justicia se arrodilló”

El dirigente de la agrupación 18-J de familiares de víctimas del atentado a la AMIA, uno de los objetivos de las escuchas ilegales, había reclamado que Macri fuera a juicio. Dijo que se siente “idiota” por haber confiado.

 Por Adriana Meyer

“La Justicia se arrodilló frente al poder político”, dice tajante Sergio Burstein sobre el sobreseimiento del ex jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri en la causa por el espionaje ilegal. El dirigente de la agrupación 18-J de familiares de víctimas del atentado a la AMIA reconoce que la situación no lo tiene bien. “Aparte de lo jurídico me miro al espejo y me siento un idiota por haber creído y confiado, más allá de los cargos y los nombres, que la Justicia iba a hacer lo que corresponde, pero un fiscal como (Jorge) Di Lello borra con el codo lo que escribió con la mano, y si no que explique los años que sostuvo que había mérito para procesar a Macri y llevarlo a juicio oral”, se lamenta en diálogo con Página/12. Burstein había exigido –como uno de los espiados– que el Presidente sea juzgado en proceso oral y público por haber encabezado una presunta asociación ilícita que usó el aparato del Estado porteño para realizar escuchas ilegales. Pero fracasó en ese intento y también en la recusación que presentó contra el juez federal Sebastián Casanello, quien ayer firmó la resolución. “¿Qué cambió en estos días? ¿Ahora salen a decir que todo lo que lo señalaba a Macri son responsabilidades políticas y no penales?”, se preguntó.

Para Burstein, “es vergonzoso lo que hicieron, para ellos se corta la responsabilidad de Macri cuando (Guillermo) Montenegro dice que él designó a (Jorge) Palacios, que fue quien me pinchó el teléfono, pero tenemos cantidad de videos en los que Macri dice que lo eligió él para ponerlo al frente de la Policía Metropolitana porque trabajó con él en Boca, o que se lo recomendó la embajada de los Estados Unidos, se hace cargo orgullosamente de haberlo elegido y de defenderlo a capa y espada”. El dirigente agrega: “No digo que sea culpable, digo lo mismo que Paolo Menghini, que vio coronado en el juicio por la tragedia de Once el esfuerzo de tantas familias que lograron llegar a esa instancia donde todos los sospechados van a juicio oral y un tribunal determina si son o no inocentes. A mí me frustraron esa instancia, mi familia sabe todo lo que vivimos estos años, la pérdida de amigos, de trabajo, de seguridad...”.

–¿Por qué dice que perdió seguridad?

–Me siento vulnerable, no me siento protegido. Un juez borró lo que afirmaron otros siete que dijeron que Macri debía ir a juicio junto con los demás imputados, incluso los de Casación, de pronto aparece Casanello y dice que para Macri no le alcanza la prueba. ¿Cómo sentirme seguro? La Justicia hace 22 años nos niega la verdad sobre lo ocurrido en la AMIA, lo único que tenemos hoy es juzgar a los que debieron darnos respuesta. Tengo serias dudas sobre lo que pueda suceder con ese juicio por encubrimiento. Lo que sé es que a mí y a (Néstor) Leonardo (ex cuñado de Macri), que sigue gritando a los cuatro vientos que Macri es responsable, nos frustró en esa instancia el mismo juez que siendo secretario de la Cámara confirmó el procesamiento del hoy Presidente.

–Habló de inseguridad, ¿pensó o piensa en irse del país?

–No, eso sería como si me hubieran ganado, sería un desarraigo. Siempre pusimos el pecho y seguiremos diciendo lo que sentimos más allá del poder político. Si se demostraba que Macri no tenía nada que ver, no hubiera tenido inconveniente. El fiscal Di Lello no respetó lo que dijeron durante seis años. Eramos conscientes de que el procesado era candidato y ahora es el Presidente, pero en una República en serio eso no debería implicar que te conmuten las sospechas, pero para eso había que tener mucho huevo y eso es lo que faltó.

–¿Por qué decidió no apelar la resolución?

–Lo van a estudiar nuestros abogados, creo que no hay lugar para hacerlo. Hoy me duele, se me mezclan las cosas, hay que enfriarse. Pero no tengo expectativas, nunca las tuve, aunque el colmo es el mamarracho del fiscal Di Lello que se dio vuelta como una media. Macri nunca respondió por qué hay llamadas de Ciro James muy cerca de su casa, por qué ofendió a la madre de mis hijos, nunca dio una explicación coherente, sólo patoteo, pero todos nos quedamos con las ganas de ese juicio oral.

–¿Habrá justicia en el juicio a los demás imputados?

–Si está pasando esto ahora no me quiero imaginar lo que será en dos años. No entiendo por qué dejan afuera a Macri, lo que piden no existe, es caprichoso. No hay una foto de (Carlos) Menem encubriendo el atentado y sin embargo ahí está, en el banquillo. No lo quiero a Macri preso porque sí, pero que lo decida un tribunal. Las pruebas son las mismas que fundamentaron su procesamiento y pedido de elevación a juicio. No sé si seguiré accionando con esta Justicia y estos resultados.

–¿Por qué razón lo escuchaban a usted?

–El que llevó al procesamiento a Macri fue Alberto Nisman, así lo reconoció el propio Macri, como responsable final de la Policía Metropolitana. Cuando presenté el hábeas corpus dio positivo porque efectivamente tenía el teléfono pinchado. Esa escucha era una manera indirecta de captar las conversaciones entre él y yo. Macri llegó a decir que la investigación de Nisman y Lijo era una causa inventada para afectarlo a él por sus aspiraciones políticas. Nisman me dijo que con lo que tenía contra Macri se lo llevaba “de los bigotitos” a juicio. Pero quedará en mi memoria todo lo que sucedió. Y seguro que al juez y al fiscal los premian con algún cargo.

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El dirigente de 18-J, Sergio Burstein, le apuntó al fiscal Di Lello y al juez Casanello.
 
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