EL PAíS › OPINION

Memoria y ciudadanía

Por Silvia La Ruffa*

El presidente Kirchner, en su discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Honorable Congreso de la Nación, ha anunciado que destinará el edificio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) para la construcción del Museo de la Memoria. Y en forma casi inmediata se desató un profuso debate sobre si debe utilizar todo el predio o sólo algunos sectores. Sin embargo, bajo esta fachada, tras discusiones arquitectónicas, lo que se esconde es qué representa la ESMA para la memoria argentina.
La ESMA es el símbolo más cruento de la peor época de la historia argentina, la del terrorismo de Estado. Es cierto que se torturó, secuestró, mutiló, ahogó, asesinó en Tucumán, Bahía Blanca, Córdoba y en cada rincón del país. Pero fue en la ESMA donde se perpetraron la mayor cantidad de hechos, los más crueles destinos, lo más sistemático de un plan pensado y ejecutado para hacer desaparecer a toda una generación de compatriotas.
Sabemos que de los 30.000 desaparecidos, 5000 –por lo menos– pasaron por allí. Que era en ese lugar donde se decidían quiénes serían llevados en los vuelos de la muerte para ser arrojados sobre el Río de la Plata y engrosar la lista de desaparecidos. De esos miles de argentinos y argentinas que sabemos muertos, pero que sus familias no han podido dar cristiana sepultura.
Por ello, es fundamental acompañar la propuesta del Presidente de la Nación sin entrar en las discusiones estériles de aquellos que buscan esconder la verdad de nuestra historia. La Argentina, los argentinos, nuestra democracia necesita aprender de lo sucedido y para aprender es necesario conocer. Saber qué ocurrió, cómo se desarrollaron los hechos, quiénes fueron los responsables.
Hoy es parte de nuestra historia actual, presente; pero qué ocurrirá con los jóvenes que voten por primera vez en el 2020 o dentro de 100 años. Este capítulo de la historia argentina debe tener un lugar preponderante, para que no se repita. El Museo de la Memoria es una excelente acción para dar inicio a una serie de políticas públicas que tiendan a construir una conciencia colectiva de lo ocurrido entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. Una ciudadanía fuerte, con conciencia puede construir una democracia sólida, consolidada. Sólo con memoria podremos lograr que se haga carne en las generaciones venideras una frase que resume el sentir del pueblo argentino con respecto al terrorismo de Estado: Nunca más.
* Diputada de la Ciudad de Buenos Aires (Unión para Recrear Buenos Aires).

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