EL PAíS

Compañía de Oposición, Sociedad Anónima Limitada

Macri y López Murphy buscan cerrar un acuerdo y formar una empresa política para enfrentar al kirchnerismo el año que viene. Uno quiere ya, el otro todavía duda.

 Por José Natanson

Uno en la Capital, el otro en la provincia, Mauricio Macri y Ricardo López Murphy analizan la posibilidad de cerrar un acuerdo para enfrentar conjuntamente a los candidatos de Néstor Kirchner en las elecciones del año que viene. Uno de los operadores de Macri aseguró a Página/12 que está dispuesto a conformar algún tipo de frente electoral con el economista. López Murphy tiene más dudas, pero en su partido cada vez son más los amigos que lo presionan para que acepte. Si se decide, la empresa política del futuro estaría en marcha: Oposición Sociedad Anónima.
López Murphy
Fue la gran sorpresa de las elecciones presidenciales, donde terminó tercero, con el 16 por ciento de los votos, gracias a una campaña astuta que le permitió instalar la ilusión de una derecha republicana y democrática. A pesar de aquel resultado, López Murphy no logró construir una fuerza política sólida y de dimensión nacional. En la seguidilla de elecciones provinciales consiguió sólo dos diputados, y la performance de sus candidatos en los diferentes distritos no fue la esperada.
Convencido de que ha llegado la hora de jugar su figura, López Murphy confió a sus íntimos que encabezará la lista de senadores por Recrear en las legislativas del año que viene. Por lo pronto tiene planeado recorrer el territorio bonaerense, en una agenda prevista para los próximos meses que comenzará la semana que viene, con un acto en La Plata.
“La idea es repetir la estrategia de las presidenciales, cuando nos concentramos en el electorado no peronista y crecimos a partir de ahí”, explica un dirigente cercano a López Murphy, y recuerda que en las elecciones del 27 de abril el economista quedó tercero en la provincia, con casi el 16 por ciento de los votos.
Envalentonados, en Recrear analizan la oferta electoral bonaerense y se entusiasman con la posibilidad de explotar la veta gorila. “Una parte del electorado de la provincia nunca va a votar al PJ. Nosotros nos vamos a concentrar ahí, en los pueblos del interior, en los distritos del norte del Conurbano. Probablemente no alcance para ganar, pero sí para hacer un buen resultado”, explican cerca de López Murphy. Y repasan: “Va a haber un candidato del PJ fuerte, quizá Chiche Duhalde o Aníbal Fernández. Pero nadie que nos dispute el espacio no peronista”, agregan antes de analizar la debilidad de los otros postulantes a senador: el líder del ARI bonaerense, Carlos Raimundi, un dirigente con una larga trayectoria pero poco conocido, y la radical Margarita Stolbizer, que esta vez no contará con la tracción desde abajo de los intendentes de su partido. “Tenemos el campo libre”, concluyen.
Macri
Ganador en la primera vuelta, derrotado por siete puntos en el ballottage, el presidente de Boca no obtuvo el resultado que esperaba. De todos modos, su primera incursión en la política lo consolidó como el principal referente de la oposición a Aníbal Ibarra, y hoy maneja un bloque de 23 legisladores que, aunque virtualmente partido, es la bancada más importante de la Legislatura.
Luego de la derrota, muchos pronosticaron su retiro definitivo. Sin embargo, Macri sorprendió a unos cuantos, incluyendo a muchos de sus seguidores, cuando anunció que no sólo seguirá con su carrera política sino que está dispuesto a presentarse en las elecciones porteñas del 2005. Aunque parece poco probable que esta vez obtenga el apoyo del PJ Capital, el empresario está decidido a candidatearse por su partido, Compromiso por el Cambio.
La alianza
López Murphy y Macri se conocen desde hace décadas. Como economista jefe de FIEL, el ex ministro trabajó para el Grupo Macri, habitual contratista de los servicios de la fundación.
Aunque construyeron una buena relación, el ex funcionario delarruista respaldó a Patricia Bullrich en las elecciones para jefe de gobierno del año pasado. La decisión fue cuestionada por muchos de sus colaboradores e incluso algunos dirigentes que lo habían respaldado en abril, como Federico Pinedo, terminaron integrando las listas de Macri.
Bullrich terminó cuarta, con el 12 por ciento, con el resultado de que cada vez son más los que le sugieren a López Murphy que la próxima vez juegue con Macri. “Va a ser una elección peleada, con candidatos fuertes: Carrió, el postulante que respalde el Gobierno. Es probable que Kirchner intervenga personalmente. Y si queremos ser una fuerza nacional y alternativa tenemos que estar a la altura”, le aconsejan al ex ministro.
Indeciso, López Murphy mantiene silencio sobre el tema. Sus amigos aseguran que hay dos condiciones que deberán darse sí o sí para que acepte conformar una alianza. La primera, que Macri rompa con el gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, con el que viene coqueteando desde hace unos meses. Ocurre que López Murphy y Sobisch se encuentran enfrentados a muerte desde que el economista coordinó para FIEL un informe sobre la realidad económica e institucional neuquina, que terminó convirtiéndose en una radiografía demoledora de la administración del gobernador filomenemista.
El viernes pasado, López Murphy aprovechó un seminario en Santiago del Estero para marcar diferencias. “Con Macri tengo algunos puntos de vista distintos, pero lo de Sobisch es otra cosa. Creo que la administración de Neuquén no es adecuada, tengo grandes diferencias con la actitud institucional y las reglas de funcionamiento del sistema político de esa provincia”, explicó.
La segunda condición de López Murphy para avanzar en un acuerdo tiene que ver con los apoyos. Uno de los ejes de su campaña presidencial fue la crítica a los aparatos electorales, el clientelismo y la “vieja política”. Ubicaba estos males en algunos sectores del peronismo, especialmente el bonaerense, aunque curiosamente no en otros dirigentes tan oxidados como aquéllos (y que no dudaron en apoyarlo), como los partidos provinciales del interior.
En cualquier caso, el ex ministro recela del peronismo tradicional y cuestionó públicamente la decisión de Macri –que también habla de renovar la política– de asociarse a los sectores más rancios del PJ porteño, como la FUP de Eduardo Rollano. “Para hacer un acuerdo, Macri va a tener que revisar su política de alianzas. Habla mucho con Duhalde, por ejemplo, y eso a Ricardo no le gusta nada”, explican en Recrear.
Además, si quiere avanzar en la nueva sociedad, López Murphy deberá antes romper el preacuerdo que lo une a Bullrich, quien aspira a encabezar la listas de la Capital. “Si apoya a Macri, yo me presento igual”, fue el mensaje de advertencia que hizo llegar Bullrich a los oídos de su antiguo compañero de gabinete.
Más pragmático, Macri no tiene tantos reparos en hablar de un posible entendimiento con el ex ministro. “Si suma...”, respondió a un legislador porteño que le preguntó si era posible llegar a un acuerdo. Las dudas, en todo caso, pasan por la conveniencia. “Nosotros no nos oponemos al Gobierno pase lo que pase, como López Murphy. En la Capital encabezamos la oposición y si Kirchner juega con Ibarra, vamos a enfrentarlo, pero en la provincia las cosas son diferentes. Igual, por cómo vienen las cosas, no nos va a quedar otra que ser oposición, y en ese caso lo mejor es sumar fuerzas”, explican cerca de Macri.

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Macri, entusiasmado.
 
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