EL PAíS › LA SALIDA DEL MINISTRO DE JUSTICIA DEJO UN ESCENARIO AL ROJO VIVO

“Beliz dijo cantidad de cosas inadmisibles”

El Gobierno salió a desmentir las denuncias realizadas por Beliz. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo que el ex ministro podría haber cometido el delito de violación de los secretos de Estado al hablar de los fondos de la SIDE. La oposición presentará una denuncia penal.

 Por Fernando Cibeira

La salida de Gustavo Beliz del Ministerio de Justicia dejó atrás un escenario al rojo vivo. Sus apariciones de despedida hablando de fondos reservados desviados, decretos secretos, espías inmanejables y demás lindezas le generaron al Gobierno una situación inédita en su año y pico de gestión. “Dijo una cantidad de cosas inadmisibles”, sostuvo el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, uno de los encargados de salir a apagar el incendio. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, sostuvo que Beliz podría haber cometido un delito al violar secretos de Estado, con lo que le comprendería una pena de hasta seis años de prisión. La oposición aprovechó el enfrentamiento para anunciar que hoy se presentará en la Justicia para que se investiguen los dichos de Beliz, además de realizar varios pedidos de informes en el Congreso.
Pese a que no es la primera vez que Beliz se despide de un gobierno con una saga de denuncias, en el Gobierno confesaban sentirse sorprendidos por sus ataques. “Hablé quinientas veces con él. Muchas veces le comenté la mala fama que se había ganado justamente por sus reacciones en contra de quienes le dieron un lugar”, explicaba ayer un funcionario muy cercano al Presidente. “Pero se ve que es más fuerte que él. Lo que nos hizo fue una enorme canallada”, siguió.
El Gobierno fue cuidadoso con su respuesta. Kirchner no habló. En la SIDE, el organismo más salpicado por las denuncias, tampoco hubo declaraciones.
Alberto Fernández se preocupó en marcar que la salida de Beliz había surgido como efecto dominó luego de que se decidiera el desplazamiento del jefe de la Policía Federal, Eduardo Prados, y del secretario de Seguridad, Norberto Quantín, responsables directos de los errores cometidos aquel viernes fatídico de los incidentes en la Legislatura porteña. Es decir, que Beliz en realidad se fue por deficiencias de gestión y nada tenían que ver la cantidad de temas que luego mechó –desde el manejo de la SIDE y hasta la supuesta “humillación” a la que lo sometía el Presidente– en sus apariciones públicas.
“No tiene derecho a atacar de un modo tan indiscriminado, tratando de salvar un supuesto honor que en verdad no ha sido atacado. Lo único que se le ha cuestionado es evidentemente la incapacidad de resolver un problema como el que ocurrió el día viernes y el no haber prestado atención a las decisiones presidenciales”, puntualizó el jefe de Gabinete.
Respecto a las denuncias de Beliz, algunas de ellas bastante específicas, en Gobierno respondían:
- “Es todo un disparate. El decreto que aumentó el presupuesto de la SIDE en 100 millones de pesos es de Duhalde”.
- “Lo que hicimos nosotros fue justamente blanquear ese incremento y por eso el presupuesto de la secretaría pasó de 134 a 234 millones de pesos”.
- “Hubo algunos decretos referidos al manejo de los fondos de la SIDE. Algunos le sacaban plata y otros le pasaban recursos de otras dependencias. Jamás fueron de la magnitud que denunció Beliz”.
- “Uno de esos decretos fue para sostener una corrección salarial del personal de la secretaría. El monto fue de 10 millones”.
- “Los gastos de la SIDE son en un 70 por ciento para cuestiones administrativas y sueldos. Pero hay un 30 por ciento que es secreto e imposible de rendir. No se puede pedir factura por el pago a un buchón”.

Secretos revelados

En la televisión, Beliz mostró la foto del jefe de contrainteligencia de la SIDE, Jaime Stiusso, según él, quien tiene el verdadero control político de los espías. En la teoría de Beliz, Stiusso le había montado una especie de “ministerio de seguridad paralelo” y había convertido a la secretaría de Inteligencia en una “policía secreta sin control”, “una gestapo”, eso sí, en democracia.
“Francamente no tengo idea de quién es. Nunca ha estado en ningún despacho nuestro, nunca lo he visto. Es un burócrata de la SIDE, es un hombre de línea designado y que ha perdurado mucho tiempo”, respondió Alberto Fernández sobre al ahora famoso Stiusso. “Honestamente, me parece que le está asignando un rol desmedido”, agregó.
En la evaluación del Gobierno, Beliz “compró” la interna que se había abierto en los últimos tiempos entre el ex hombre fuerte de la Policía Federal, Jorge “Fino” Palacios, y la SIDE, que podía verse, por ejemplo, en las investigaciones de los secuestros extorsivos en las que cada fuerza trataba de sacarle ventaja a la otra. Esa interna, en la visión de los integrantes de las fuerzas de seguridad, la habrían ganado los espías que consiguieron el desplazamiento de Palacios, un policía sostenido por el ex secretario de Seguridad Norberto Quantín. En la Rosada le adjudican a Quantín un gran ascendiente sobre Beliz en las políticas que manejaban desde el ministerio.
A propósito de Stiusso y la foto revelada, Aníbal Fernández sostuvo ayer en el Salón Blanco de la Casa Rosada, luego de la jura del nuevo ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Horacio Rosatti, y el secretario de Seguridad, Alberto Iribarne, que podría tratarse de una violación de la ley 25.520 que impide hacer públicas ciertas informaciones. Lo mismo sobre la divulgación acerca de los movimientos de fondos de la secretaría y la existencia de decretos secretos. “No se puede hacer denuncias al voleo”, sostuvo el ministro.
Pese al panorama nada pacífico que se le presentaba ayer, en el Gobierno evaluaban que habían capeado el temporal con cierta elegancia. “El problema quedo resuelto rápidamente. El Presidente dio una muestra de autoridad y quedó claro que los ministros no pueden andar diciendo cualquier cosa. Aquí, el que fue electo presidente por la gente fue Kirchner, a los demás nos designó él”, explicaba uno de los más estrechos colaboradores del Presidente.
Es lógico que, a partir de hoy, el Gobierno pretenda dar el episodio por superado. Es la primera vez que un funcionario enfrenta al Presidente y, encima, lo enreda en el manejo de fondos turbios, por más que Beliz siempre separó a Kirchner en sus denuncias.
Pero la oposición no dejará que el asunto se olvide así como así. El ARI ya anticipó que hoy mismo presentará una denuncia en la Justicia electoral para que se investiguen los dichos de Beliz sobre el desvío de fondos reservados para financiar la campaña electoral (ver página 5). La movida podría generar un incómodo desfile de funcionarios por Comodoro Py, para responder de temas más incómodos todavía.

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Lavagna felicita al nuevo secretario de Seguridad, Alberto Iribarne. Detrás, Zannini.
 
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